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				Australopithecus sediba seria una nueva especie antecesora 
				del humano moderno que vivió en el Plioceno de Sudáfrica. 
				
				 Publicado 
			en 
			
				Paleo. Año 8. Numero 46. Mayo de 2010. 
				Una nueva especie de homínido 
				descubierta en Sudáfrica podría ser el vínculo evolutivo entre 
				el simio y el hombre moderno, afirma un equipo internacional de 
				investigadores. Los científicos encontraron fósiles de dos 
				esqueletos de unos dos millones de años de antigüedad, un joven 
				y una hembra adulta, de una especie hasta ahora desconocida y 
				que ha sido llamada Australopithecus sediba.
				 
				
					
						  | 
						
						 Los esqueletos fueron hallados 
						en la región de Malapa, a 40 kilómetros de 
						Johannesburgo, en un lugar conocido como la "Cuna de la 
						Humanidad". Tal como señalan los investigadores en la 
						revista Science, este homínido podría pertenecer 
						a la etapa de la evolución que ocurrió entre los simios 
						y el hombre moderno. "Creo que éste es un buen candidato 
						para pertenecer a la especie de transición entre el 
						hombre mono africano, el Australopithecus 
						africanus
				y el Homo habilis, o incluso podría ser un 
						antepasado directo del Homo erectus", 
						expresó el profesor Lee Berger, de la Universidad de 
						Witwatersrand en Sudáfrica, quien dirigió el estudio.   | 
					 
				 
				
				Se cree que los 
				Australopithecus, un grupo de homínidos primates que 
				surgieron en África hace unos 3,9 millones de años, gradualmente 
				evolucionaron hasta convertirse en la primera especie de los 
				Homo. Con el paso del tiempo, los australopitecos 
				-que se desplazaban de forma bípeda- fueron perdiendo sus 
				características de primates, comenzaron a caminar erguidos y su 
				capacidad cerebral fue incrementándose. Hace unos 2,5 millones 
				de años comenzó a aparecer el Homo habilis, la 
				primera especie descrita como "distintivamente humana". Y aunque 
				sólo se han encontrado unos pocos ejemplares de esta especie, se 
				desconocía cómo había ocurrido la evolución entre el 
				australopiteco y el Homo habilis. Los nuevos 
				fósiles, creen los científicos, podrían pertenecer a esta 
				especie de transición. 
				
					
						  | 
						
						 El Australopithecus 
						sediba tenía brazos largos, como un simio, y 
						manos cortas pero fuertes. También contaba con una 
						cadera muy avanzada y piernas largas con las que podría 
						dar grandes zancadas y posiblemente correr como el 
						humano. "Calculamos que ambos individuos tenían unos 
						1,27 metros de altura, aunque el joven ciertamente pudo 
						haber crecido más", dijo el profesor Berger. 
				  | 
					 
				 
				
				"La hembra probablemente 
				pesaba unos 33 kilogramos y el joven unos 27 kilos en el momento 
				de su muerte". El científico agrega que el tamaño del cerebro 
				del joven era de entre 420 y 450 centímetros cúbicos, lo cual es 
				pequeño si se compara con el cerebro humano de entre 1.200 y 
				1.600 centímetros cúbicos. Pero la forma de sus cerebros parece 
				más avanzada que la de los australopitecos. Sin embargo, el 
				equipo del profesor Berger decidió no clasificar a esta especie 
				como Homo porque "los fósiles tienen una forma 
				corporal general similar a la de otros australopitecos". "Tienen 
				ciertas características en el cráneo y la pelvis que son 
				similares a las del género Homo. Sin embargo, dado 
				el pequeño tamaño de su cerebro y su forma corporal similar a la 
				del australopiteco, el equipo pensó que mantener a esta especie 
				en el género Australopithecus 
				era la decisión más prudente", expresaron los autores. 
				 
				Además de los esqueletos -que 
				los científicos dataron en aproximadamente 1,9 millones de años- 
				se encontraron restos de un "dientes de sable", un antílope, 
				ratones y conejos. Todos quedaron conservados en una sustancia 
				dura similar al concreto, conocida como sedimento calcificado 
				clástico, que se formó en el fondo de lo que parece ser un lago 
				subterráneo o una piscina. En la investigación participaron unos 
				60 científicos de todo el mundo. 
			
			 
				
				Australopithecus afarensis fueron los primeros en erguirse de 
				forma vertical durante el Mioceno. 
				 Publicado 
			en 
			
				Paleo. Año 8. Numero 45. Mayo de 2010. 
				Los antepasados humanos que 
				vivieron hace 3,6 millones de años en África, y cuyas huellas 
				quedaron impresas en el yacimiento tanzano de Laetoli, caminaban 
				dando pasos como hoy lo hacen los 'sapiens' modernos, aunque 
				también eran capaces de trepar por los árboles con gran 
				agilidad. 
				 
				Una nueva investigación, desarrollada en Estados Unidos, ha 
				confirmado lo que ya muchos paleoantropólogos sospechaban: que 
				los 'Australopithecus afarensis' fueron los 
				primeros en erguise de forma vertical y andar por el suelo de 
				una forma mucho más eficiente que sus parientes, los chimpancés. 
				La certeza del sofisticado 
				bipedismo que ya caracterizó a esta especie, a la que pertenecen 
				los restos de la hembra batizada como 'Lucy', ha sido posible 
				gracias al trabajo sobre las huellas grabadas en Laetoli del 
				equipo de David Raichlen, antropólogo de la Universidad de 
				Arizona. Estas huellas, descubiertas hace 30 años al sur de la 
				Garganta de Olduvai, se preservaron durante millones de años 
				gracias a que encima de ellas se depositaron cenizas volcánicas, 
				dejando todos los detalles impresos, y sólo pudieron ser hechas 
				por los 'A. afarensis' que entonces habitaban la 
				zona. 
				
					
						
						  | 
						
						 El esqueleto de 'Lucy', del 
						que se encontraron numerosos huesos, es uno de sus 
						ejemplares y corresponde al de un primate que habría 
						caminado sobre sus dos piernas en la tierra, debido a 
						las características de sus caderas, sus piernas y su 
						trasero. Sin embargo la curvatura en los dedos de todas 
						sus extremidades, así como sus hombros indican que 
						también pasaban tiempo en las ramas, por lo que aún no 
						se consideran del género 'Homo', que 
						surgió hace unos dos millones de años. 
						Algunos investigadores 
						debatían hasta ahora si aquellos 'A. afarensis' 
						llegaron a andar erguidos o caminaban como los 
						chimpancés, con las rodillas y las caderas dobladas, 
						algo que se rebate ahora en las conclusiones del equipo 
						de Raichlen, publicadas en 'PLoS One'. Para su 
						experimento biomecánico, construyeron un camino de arena 
						en su laboratorio e hicieron caminar por él a diferentes 
						individuos, algunos de forma erguida y otros agachados, 
						como si fueran chimpancés. 
						 
						Captaron así modelos tridimensionales de todas sus 
						huellas, gracias al equipo que tiene el biólogo Adán 
						Gordon en su laboratorio evolutivo de la Universidad de 
						Albany. Tras estudiar la profundidad de las marcas 
						dejadas por el talón y los dedos de los pies comprobaron 
						que las huellas de Laetoli eran exactamente iguales que 
						las de los humanos erguidos. Cuando iban agachados, la 
						impresión de los dedos era mucho más profunda.  | 
					 
				 
				"Los análisis anteriores 
				indicaban de los 'Australopithecus afarensis' 
				andaban inclinados, pero hemos visto que no es así. Lo hacían 
				como los humanos modernos y es una forma increíblemente 
				eficiente, lo que sugiere que el coste energético en la 
				evolución del bipedismo ya era bajo antes de los orígenes de 
				nuestro género 'Homo'", asegura Raichlen. 
				Además, como destaca su colega 
				Adam Gordon, este estudio demuestra que, en un momento en que 
				nuestros antepasados tenían una anatomía bien adaptada para 
				pasar mucho tiempo en los árboles, ya habían desarrollado el 
				bipedismo moderno, aunque aún tardarían más 1,5 millones de años 
				en bajar definitivamente a tierra. 
			
			 
				
				
				El fósil de 'Darwinius' no es el 'eslabón 
				perdido' de los primates superiores.
				 Publicado 
			en 
			
				Paleo. Año 8. Numero 42. Marzo de 2010. 
				
				El fósil de un 
				prosimio bautizado como 'Darwinius masillae', 
				conocido también como 'Ida', no es el esperado 'eslabón perdido' 
				en la evolución de los primates, tal y como se publico en mayo 
				de este año en la revista PLoS One. Así lo asegura un grupo de 
				investigadores de la Universidad de Stony Brook, de Nueva York, 
				que han analizado los restos de otro primate similar a los 
				lemures, en este caso de hace 37 millones de años. Los 
				paleontólogos, dirigidos por Erik R. Seiffert, echan así por 
				tierra, en la revista 'Nature', el que 
				fue un 
				anuncio realizado a bombo y platillo a nivel internacional
				dentro de una campaña que ya entonces despertó recelos entre 
				los especialistas. 
				
					
						
						  | 
						
				 
				En su trabajo, 
				reconocen que esta especie de primates adapoides, anteriores a 
				los lemures, 
				tienen 
				características comunes con los primates superiores, 
				entre los que se encuentran los seres humanos, pero 
				
				evolucionaron de forma independiente a éstos, si bien fue en un 
				proceso convergente. Para llegar a esta conclusión 
				han 
				analizado un total de 360 características morfológicas 
				de la mandíbula y los dientes de un ejemplar de hace unos 37 
				millones de años, en el Eoceno, que fue localizado en Egipto. 
				 
						 | 
					 
				 
				
				Según sus 
				datos, que han comparado con otros 
				117 
				primates vivos y ya extintos, era un ejemplar 
				muy parecido a la famosa 'Ida', datada hace 47 millones de años. 
				Y, aseguran, no fueron nunca antepasados de los primates 
				superiores, sino que su linaje se perdió en el proceso evolutivo 
				y, por ello, hoy no tiene descendientes. 
				
				De hecho, 
				consideran de que el hecho de que ni 'D. masillae' ni los 
				primates tengan premolares secundarios 
				podría 
				deberse a una evolución independiente entre ambas ramas, 
				sin necesidad de que tengan relación. Es decir, 'Ida', cuyo 
				esqueleto apareció perfectamente fosilizado, no es el 'eslabón 
				perdido' ni, por tanto, es el fósil más antiguo jamás 
				encontrados relacionado con la evolución humana, como se dijo 
				cuando se anunció. 
			
			 
				
				
				Un ancestro común de los humanos detrás de los 
				ojos azules. 
				
				Publicado 
			en 
			
				Paleo. Año 8. Numero 43. Marzo de 2010. 
				
				Las personas de 
				ojos azules tienen un mismo ancestro en común, de acuerdo a 
				nuevas investigaciones. Un equipo de científicos ha encontrado 
				una mutación genética que da como resultado ojos de color azul. 
				La mutación ocurrió entre 6.000 y 10.000 años atrás. Antes de 
				eso, los ojos azules no existían. 
				
				"Originalmente, 
				todos teníamos ojos cafés", explicó Hans Eiberg del Departamento 
				de Medicina Celular y Molecular en la Universidad de Copenhague. 
				La mutación afectó al gen llamado OCA2, que está involucrado en 
				la producción de melanina, el pigmento que le da color a nuestro 
				cabello, ojos y piel. "Una mutación genética que afecta al gen 
				OCA2 en nuestros cromosomas resultó en la creación de un 
				'interruptor' que literalmente 'apagó' la habilidad de producir 
				ojos cafés", dijo Eiberg. 
				
				El interruptor 
				genético está localizado en el gen adyacente al OCA2 y en lugar 
				de desactivar completamente el gen, el interruptor limita su 
				acción, lo que reduce la producción de melanina en el iris. En 
				la práctica, el interruptor desactivado diluyó los ojos castaños 
				y los hizo azules. Si el gen OCA2 hubiera quedado completamente 
				desactivado, nuestro cabello, ojos y piel estarían desprovistos 
				de melanina, un padecimiento conocido como albinismo. "Es 
				exactamente lo que más o menos esperaba ver a partir de lo que 
				sabemos sobre la selección en torno a esta área", dijo John 
				Hawks, de la Universidad de Wisconsin-Madison, refiriéndose a 
				los resultados del estudio sobre el gen OCA2. Hawks no participó 
				en el estudio actual. 
				
				Eiberg y su 
				equipo examinaron ADN tomado de mitocondrias, las estructuras 
				que crean energía en las células, de personas con ojos azules en 
				países que incluían a Jordania, Dinamarca y Turquía. Dicho 
				material genético proviene de mujeres, para poder hacer un 
				seguimiento de descendencias maternas. Analizaron 
				específicamente las secuencias de ADN en el gen OCA2 y la 
				mutación genética asociada con la disminución de producción de 
				melanina. A través de varias generaciones, los segmentos de ADN 
				ancestral se reacomodan para que los individuos tengan 
				secuencias variadas. Sin embargo, algunos de estos segmentos que 
				no se reacomodan son llamados haplotipos. Si un grupo de 
				individuos comparte haplotipos largos, eso significa que la 
				secuencia surgió hace relativamente poco tiempo en nuestros 
				ancestros humanos. La secuencia de ADN no tuvo tiempo suficiente 
				para mezclarse. 
				
				"Lo que 
				pudieron mostrar es que quienes tienen ojos azules en Dinamarca, 
				o tan lejos como en Jordania, que toda esta gente tiene este 
				mismo haplotipo, todos ellos tienen exactamente los mismos 
				cambios de gen que están vinculados a esta misma mutación que da 
				como resultado ojos azules", dijo Hawks en una entrevista 
				telefónica. 
				
				La mutación es 
				lo que regula el interruptor OCA2 para la producción de 
				melanina. Y dependiendo de la cantidad de melanina en el iris, 
				una persona puede terminar con un color de ojos que va desde 
				café hasta verde. Los individuos con ojos de color café tienen 
				una variación individual considerable en el área de su ADN que 
				controla la producción de melanina. Pero se descubrió que los 
				individuos con ojos azules sólo tienen un grado pequeño de 
				variación en la cantidad de melanina en sus ojos. 
				
				"De un total de 
				800 personas, sólo hemos encontrado una que no encajaba en la 
				descripción -pero el color de sus ojos era azul con un solo 
				punto café", le dijo Eiberg a LiveScience, en referencia al 
				hallazgo de que todos los individuos de ojos azules tenían la 
				misma secuencia de ADN vinculada a la producción de melanina. "A 
				partir de esto, podemos concluir que todos los individuos que 
				tienen ojos azules están vinculados al mismo ancestro", señaló 
				Eiberg. "Todos han heredado el mismo interruptor exactamente en 
				el mismo punto de su ADN". Eiberg y sus colegas detallaron su 
				estudio en la edición en línea de la publicación Human Genetics 
				el 3 de enero del 2008. 
				
				De algún modo, 
				ese interruptor genético se propagó por toda Europa y, ahora, 
				por otras partes del mundo. "El asunto en realidad es, '¿por qué 
				pasamos de que nadie en el planeta tuviera ojos azules hace 
				10,000 años, a que el 20 ó 40 por ciento de los europeos tenga 
				ahora ojos azules?'", dijo Hawks. "Este gen hace algo bueno por 
				la gente. La hace tener más hijos".  
			
			 
				
				
				En Siberia hallan los restos de nueva especie 
				humana del Pleistoceno Superior. 
				
				
				 Publicado 
			en 
			
				Paleo. Año 8. Numero 45. Mayo de 2010. 
				
				
				Los científicos todavía no encuentran el “eslabón perdido”, el 
				hipotético espécimen que sería el intermediario entre los 
				hombres modernos y los simios. Sin embargo, el hallazgo de la 
				que podría ser una nueva especie humana antes desconocida, 
				contemporánea del hombre de Neandertal y el Homo Sapiens, 
				podría cambiar radicalmente el rompecabezas de nuestra historia 
				evolutiva.  
				
				
				En un artículo publicado ayer en la edición digital de la 
				revista británica Nature, investigadores del Instituto Max 
				Planck de Antropología Evolutiva, en Leipzig, Alemania, 
				describen el análisis efectuado a los restos fósiles de un dedo 
				meñique procedente de un solo hueso localizado en una cueva en 
				las montañas de Altai, en el sur de Siberia (Rusia). El grupo de 
				expertos, liderado por Johannes Krause y Svante Pääbo, extrajo 
				muestras de Ácido Desoxirribonucleico (ADN) del hueso, que 
				perteneció a un menor de entre cinco y siete años de edad, y 
				tras analizarlas determinó que difieren notablemente del 
				material genético presente tanto en el Homo Sapiens 
				como en el Hombre de Neandertal, especie arcaica de humano que 
				pobló Europa hace unos 44 mil años.  
				
					
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						La conclusión preliminar es que el ejemplar estudiado 
						-al que por el momento Pääbo y sus colegas han llamado 
						“Mujer X”, aunque desconocen su sexo- corresponde a otro 
						linaje hasta ahora no identificado, posterior a la 
						primera salida de África de un homínido. Esa criatura 
						habría vivido hace unos 30 mil años. “Realmente no se 
						parece a nada que hayamos visto antes. Su secuencia 
						(genética) es completamente diferente a la de los 
						humanos”, aseguró Krause en declaraciones a agencias de 
						noticias. El análisis también evidencia que la línea 
						evolutiva de ese homínido se separó de la que dio origen 
						a humanos y neandertales hace un millón de años.  | 
					 
				 
				
				
				 Eso hace a la “Mujer X” más joven que el Homo Erectus, 
				la especie prehumana que se dispersó desde nuestra cuna en el 
				continente africano hacia diversas partes del mundo hace 
				aproximadamente un millón 900 mil años.  
				
				
				Los ancestros del Neandertal emigraron hace unos 500 mil años. 
				“Es una nueva criatura que hasta ahora no había estado en el 
				monitor de nuestro radar”, expresó Svante Pääbo. Pese a esta 
				evidencia, los investigadores alemanes han mostrado cautela al 
				decir se trate de una nueva especie. Pääbo, pionero en 
				decodificar ADN de restos humanos, dijo que antes de afirmarlo 
				con toda certeza, será necesario descartar la posibilidad de que 
				haya pertenecido a una población formada por mezclas entre 
				individuos del nuevo linaje y de las especies conocidas. 
				 
				
				
				El material analizado por los expertos es el llamado ADN 
				mitocondrial, es decir, material genético procedente de las 
				mitocondrias que están dentro de las células y que solamente 
				puede ser transferido por la madre a sus descendientes a través 
				de sucesivas generaciones. Pero todavía falta que se estudie el 
				resto del ADN contenido en el fósil, el que se encuentra en el 
				núcleo celular (puede ser heredado por el padre) y que podría 
				aportar pistas adicionales sobre la presunta nueva especie. “En 
				la época en la cual este linaje de humanos partió desde África, 
				debió haber sido un grupo distinto, quizá una especie distinta. 
				Pero para saber si fue así, tendremos que esperar el (resultado 
				del análisis del) ADN nuclear”, explicó el científico alemán.
				 
				
					
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						El hueso fósil de la “Mujer X” fue descubierto por 
						arqueólogos rusos en la denominada cueva de Denisova, en 
						2008. De acuerdo con los exámenes de Carbono 14, las 
						capas de tierra en el piso del sitio datan de entre hace 
						48 mil y 30 mil años. Durante esa época (finales de la 
						Era del Hielo del Pleistoceno, que concluyó hace 10 mil 
						años), el clima era probablemente más frío. Por ello, el 
						doctor Johannes Krause considera que los miembros del 
						nuevo linaje posiblemente empleaban ropas, ya que los 
						chimpancés y gorilas no pueden soportar heladas 
						extremas. Adicionalmente, algunos artefactos encontrados 
						en las mismas capas de tierra en Denisova incluyen 
						ornamentos y un brazalete que son típicos de los sitios 
						poblados por humanos modernos del Paleolítico superior 
						en Europa.  | 
					 
				 
				
				
				Pero los huesos pueden moverse dentro de los lugares 
				arqueológicos y entonces resulta muy difícil saber si el hueso 
				del meñique hallado en realidad está asociado con los 
				instrumentos, si bien hay escasos indicios de mezclas en las 
				capas de tierra. “En el caso del Hombre de Neandertal, como han 
				encontrado tantos restos en diferentes partes de Europa y Medio 
				Oriente, los científicos han podido hacer estudios de ADN con 
				los que han visto que hay diferencias significativas para 
				considerarlos una especie diferente a nosotros, el Homo 
				Sapiens”, comenta el maestro Luis Espinosa Arubarrena, 
				especialista en paleontología del Instituto de Geofísica de la 
				UNAM.  
			
			 
				
				
				La secuencia del genoma del Neanderthal revela 
				cruces con el humano moderno. 
				
				
				 Publicado 
			en 
			
				Paleo. Año 8. Numero 47. Julio de 2010. 
				
				La 
				decodificación del genoma de los Neanderthal anunciado por un 
				equipo internacional de investigación reveló cruces con el 
				humano moderno y arroja una nueva luz sobre las características 
				genéticas únicas humanas en la evolución. 
				
				De 1 a 4% del 
				genoma humano (2% de sus genes) provienen del Neanderthal, que 
				aparecieron hace unos 400.000 años y se extinguieron hace 30.000 
				años, precisan los científicos, en un estudio publicado en la 
				revista estadounidense Science del 7 de mayo. El Neanderthal es 
				así el primo más cercano a los seres humanos. "Podemos decir en 
				adelante que con toda probabilidad se produjo una transferencia 
				de genes entre los Neanderthal y los humanos", destaca Richard 
				Green, profesor de ingeniería bio-molecular de la Universidad de 
				California en Santa Cruz y principal autor del estudio, que 
				comenzó hace cuatro años y del que se había publicado un avance 
				en 2008. 
				
					
						
						  | 
						
						 
						Según 
						los investigadores, esta transferencia genética debió 
						producirse hace 50.000 a 80.000 años, probablemente 
						cuando los primeros Homo sapiens se fueron 
						de África, cuna de la humanidad, y coincidieron con los 
						hombres de Neandhertal en Medio Oriente, antes de 
						dispersarse en Eurasia. El hecho de que los genes del 
						Neanderthal aparezcan en el genoma de individuos de 
						origen europeo y asiático, pero no entre los africanos, 
						sostiene esta hipótesis. Además, no se ha hallado ningún 
						gen de Homo sapiens en el genoma 
						Neanderthal que fue secuenciado a partir de ADN extraído 
						de tres huesos fosilizados provenientes de la cueva 
						Vindiglia, en Croacia, y que datan de hace 38.000 y 
						44.000 años. Los huesos pertenecían a tres hembras.  | 
					 
				 
				
				Los científicos 
				compararon el genoma Neanderthal con el de cinco humanos 
				modernos procedentes de África meridional y occidental, así como 
				de Francia, China y Papúa Nueva Guinea. También lo compararon 
				con el genoma del chimpancé, cuyo ADN es 98,8% idéntico al 
				humano. En comparación, el Neanderthal resultó idéntico 
				genéticamente al humano moderno en 99,7% y al chimpancé en 
				98,8%. El antepasado común del chimpancé con el humano moderno y 
				su primo el Neandertal se remonta a hace 5 o 6 millones de años. 
				
				El hombre de 
				Neanderthal y el humano se separaron, en el árbol de la 
				evolución, durante un período que se remonta a entre 270.000 y 
				440.000 años, concluye el estudio, destacando que ambas especies 
				eran muy similares. "La decodificación del genoma del 
				Neanderthal nos permite comenzar a definir todas las 
				características del genoma humano que difieren de otros 
				organismos vivos, incluidas aquellas del pariente más cercano al 
				humano en la evolución", señala Svante Paabo, director del 
				Departamento de Genética del Instituto Max Planck en Alemania, 
				quien dirige el proyecto de secuenciación. 
				
				Según Richard 
				Green, "la decodificación del genoma del Neanderthal es una mina 
				de información sobre la evolución reciente de la humanidad y 
				será aprovechada en los próximos años". 
			
			 
				
				
				
				Encuentran a Australopithecus afarensis, el 
				bisabuelo de la humanidad en Etiopía. 
				
				Publicado 
			en 
			
				Paleo. Año 8. Numero 48. Julio de 2010.  
				
				
				Paleontólogos encontraron en Etiopía al bisabuelo de la 
				humanidad, con una antigüedad de 400 mil años más que el 
				esqueleto de Lucy.  Científicos del Cleveland Museum 
				of Natural History participaron en el hallazgo y análisis de los 
				huesos, que indican que la postura erguida es más antigua de lo 
				que se pensaba.  
				
				
				El descubrimiento y los resultados de este análisis inicial 
				serán divulgados esta semana en la edición anticipada en línea 
				de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.  
				El esqueleto parcial, pertenece a la especie de Lucy, 
				Australopithecus afarensis, fue encontrada en el 
				área de Woranso-Mille, de la región Afar, en Etiopía, por un 
				equipo liderado por el Dr. Yohannes Haile- Selassie, curador y 
				responsable de antropología física en el Cleveland Museum of 
				Natural History.  
				
					
						
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						El esqueleto parcial fue excavado durante cinco años 
						luego del descubrimiento de un fragmento de un hueso de 
						la parte inferior del brazo, en 2005. La excavación 
						recuperó la clavícula más completa y una de las 
						escápulas más completas encontradas hasta ahora en el 
						registro de fósiles humanos. El espécimen fue apodado "Kadanuumuu" 
						(kah-dah-nuu-muu) por los autores.  "Kadanuumuu" 
						significa "hombre grande" en la lengua Afar y refleja su 
						gran tamaño.   | 
					 
				 
				
				
				El homínido masculino medía entre 1.55 y 1.70 metros de 
				estatura, mientras que 'Lucy' medía un metro con 10 centímetros 
				de estatura. "Este individuo era completamente bípedo y tenía la 
				capacidad de caminar casi como los humanos modernos", dijo Haile-Selassie. 
				"Como resultado de este descubrimiento, podemos ahora decir con 
				confianza que 'Lucy' y sus parientes eran casi tan hábiles como 
				nosotros caminando con dos piernas, y que la elongación de 
				nuestras piernas proviene de antes en nuestra evolución que lo 
				que se pensaba".  
				
				
				El coautor Dr. C. Owen Lovejoy, profesor de antropología de la 
				Kent State University, explicó que el nuevo espécimen "nos 
				cuenta mucho más acerca de las proporciones de la pelvis, el 
				tórax y las extremidades que lo que podía hacer 'Lucy' sola". 
				Entre los autores de las investigaciones, se encuentran el Dr. 
				Bruce Latimer, director del Centro de Orígenes Humanos en la 
				Case Western Reserve University y el Dr. Beverly Saylor, 
				profesor asociado de ciencias geológicas en la Case Western 
				Reserve University.  
			
			 
				
				
				Excavaciones paleoantropológicas recuperan 
				fósiles del hombre Neanderthal. 
				
				Publicado 
			en 
			
				Paleo. Año 8. Numero 49. Septiembre de 2010.  
				
				El director 
				general de la Promoción de la Cultura y el Libro, Francisco 
				Giménez, presentó hoy, junto con el alcalde de Torre Pacheco, 
				Daniel García, y el doctor de la Universidad de Murcia Michael 
				J. Walker, la XIX Campaña de Excavaciones Paleontropológicas y 
				Arqueológicas de la Sima de las Palomas, ubicada en el Cabezo 
				Gordo de la pedanía de Dolores de Pacheco, cuya excavación 
				científica ha puesto de relieve importantes descubrimientos 
				sobre el Hombre de Neanderthal.  
				
				En concreto, 
				según informaron fuentes regionales y municipales, en esta 
				campaña se han encontrado tres esqueletos, con cráneos y 
				mandíbulas de dos adultos y un chaval joven, de la especie 
				extinta del Hombre de Neanderthal de más de 50.000 años. La Sima 
				de las Palomas es el yacimiento del Hombre de Neanderthal más 
				importante del arco mediterráneo español y el segundo en 
				importancia sobre el Hombre Fósil en la Península Ibérica.
				 
				
					
						
						  | 
						
						 
						Diez 
						años de excavaciones paleoantropológicas han sacado a la 
						luz la presencia de al menos ocho individuos del Hombre 
						de Neanderthal representados por un centenar de huesos y 
						dientes, después del hallazgo del primer fósil humano 
						por un espeleólogo en 1991. La labor científica de 
						excavación paleoantropológica e investigación del 
						Cuaternario está siendo realizada por el profesor 
						Michael Walker y sus colaboradores científicos 
						nacionales e internacionales. La campaña que se ha 
						llevado a cabo en 2010 se ha dedicado en primer lugar al 
						desmantelamiento del conglomerado interior, que ha 
						aportado restos significativos, entre ellos una punta 
						gruesa de sílex blanco, implemento característico del 
						Hombre de Neanderthal.  | 
					 
				 
				
				En este 
				sentido, Daniel García, ha adelantado que próximamente se va 
				realizar el Museo Paleontológico para albergar todos los restos 
				arqueológicos de la Región de Murcia, "con el fin de que los 
				ciudadanos puedan disfrutar durante todo el año de los restos de 
				nuestros antepasados, y puedan conocer más de cerca de donde 
				provenimos".  
				
				Por su parte, 
				el profesor Michael Walker ha agradecido al Ayuntamiento de 
				Torre-Pacheco su colaboración y confianza en este proyecto, y se 
				ha mostrado feliz con la iniciativa del próximo museo. La Sima 
				de las Palomas ha proporcionado más fósiles del Hombre de 
				Neanderthal que cualquier otro yacimiento del arco mediterráneo 
				español, lo que muestra su importancia para el estudio de la 
				Evolución Humana. En las excavaciones realizadas en este 
				asentamiento prehistórico del litoral murciano se han hallado 
				unos 120 huesos y dientes correspondientes a ocho individuos de
				Homo sapiens neanderthalensis.  
				
				Esta especie 
				humana fósil habitaba Europa hasta hace 30.000 años, cuando fue 
				sustituida por el Homo Sapiens Sapiens, que 
				provenía de África ya con conformación moderna. Los 
				Neanderthales habían evolucionado en Europa, y entre sus 
				precursores estuvieron aquellos seres humanos extintos que hace 
				300.000 años dejaron sus restos en otra sima, la Sima de los 
				Huesos, en la cueva burgalesa de Atapuerca, y que han sido 
				designados como Homo heidelbergensis, es decir, los pre-Neanderthales.
				 
				
				Los 
				Neanderthales de la Sima de las Palomas del Cabezo Gordo 
				pertenecen al periodo del Pleistoceno Superior, de hace entre 
				150.000 y 300.000 años, y aparecen junto con los típicos 
				utensilios paleolíticos de sílex y muchos huesos quemados 
				procedentes de la caza.  
				
				El pasado 
				domingo 8 tuvo lugar una exitosa jornada de puertas abiertas con 
				la presencia de más de 500 personas, de distintos puntos de la 
				Región de Murcia, destacando el número de extranjeros que 
				acudieron a la cita anual mostrando gran interés en conocer en 
				primera persona la ardua labor de los excavadores. Los 
				visitantes conocieron los trabajos de excavación, subiendo hasta 
				la gruta y recibiendo las explicaciones de los expertos. 
				 
			
			 
				
				
				Miles de fósiles de neandertales en Barcelona.
				 
				
				Publicado 
			en 
			
				Paleo. Año 8. Numero 50. Noviembre de 2010.  
				
				La campaña 
				estival de excavación en el yacimiento neandertal del Abric 
				Romaní, situado en Capellades (Barcelona), ha permitido extraer 
				13.000 nuevos fósiles que confirman la importancia de uno de los 
				enclaves idóneos para conocer mejor la forma de vida de las 
				sociedades que habitaron el lugar, hace unos 55.000 años. 
				 
				
				La excavación, 
				dirigida por un equipo del Instituto Catalán de Paleoecología 
				Humana y Evolución Social (Iphes), ha permitido también poner al 
				descubierto una zona concreta más resguardada, que los 
				arqueólogos creen que sirvió exclusivamente como habitación, 
				para el descanso de los hombres prehistóricos. El arqueólogo, 
				antropólogo y paleontólogo Eudald Carbonell ha señalado que un 
				lugar tan protegido como el descubierto en el Abric Romaní 
				podría corresponder a una "zona de ocupación intensa" de los 
				neandertales, algo muy poco documentado hasta la fecha. 
				 
				
					
						
						  | 
						
						 
						El 
						yacimiento neandertal de Abric Romaní mantiene un grado 
						de conservación similar al de la ciudad italiana de 
						Pompeya, sepultada por la erupción del Vesubio en el 
						siglo I, gracias a la rápida acumulación de sedimentos, 
						según publicó en diciembre la revista científica 'Science'. 
						Durante el centenar de años desde su descubrimiento y 
						las dos décadas de trabajo que se han realizado, los 
						investigadores han constatado la existencia de 
						poblaciones de neandertales durante más de 20.000 años, 
						además de que éstos organizaban su espacio en función de 
						la distribución de sus hogueras, de las que se han 
						descubierto los restos de unas 200.   | 
					 
				 
				
				La presente 
				campaña de excavación, que finaliza esta semana, ha servido para 
				extraer numerosas piezas líticas en el mismo nivel 0 del 
				yacimiento, al mismo nivel que las áreas de habitación, lo que 
				según los expertos "obliga a redefinir la extensión" de cara al 
				próximo año. Los fósiles descubiertos suponen un "cambio 
				tecnológico importante", según el Iphes, respecto a campañas 
				anteriores, puesto que se ha hecho más generalizado el hallazgo 
				de herramientas talladas siguiendo la técnica Levallois --que 
				consiste en la extracción de muescas a partir del núcleo de la 
				piedra--.  
				
				Además, los 
				investigadores han señalado que el mayor número de estas 
				herramientas de sílex de pequeñas dimensiones se ha encontrado 
				dentro de los lares sin quemar, lo que evidenciaría que muchas 
				de las tallas se habrían producido en el interior de la misma 
				cueva. La campaña de excavación ha contado con la participación 
				de 67 personas, procedentes de distintas universidades de 
				España, Argelia, Italia, Francia y Estados Unidos.  
			
			 
				
				
				Homo ergaster cazaba y comía elefantes en el 
				Pleistoceno de Tanzania. 
				
				Publicado 
			en 
			
				Paleo. Año 8. Numero 50. Noviembre de 2010.  
				
				Hace 1,3 
				millones de años sucedió algo fundamental en la evolución 
				humana, un cambio que ayudaría a explicar por qué hoy hombres y 
				mujeres viven en ciudades y organizan mundiales de fútbol. Un 
				equipo de investigadores españoles acaba de desenterrar en la 
				garganta de Olduvai (Tanzania) un conjunto de fósiles que 
				demuestran que el Homo ergaster, el tatarabuelo 
				de todos los humanos, ya se alimentaba de elefantes hace 1,3 
				millones de años.  
				
				El hallazgo va 
				mucho más allá de revelar las costumbres gastronómicas de los 
				primeros humanos, como explica uno de los codirectores de las 
				excavaciones, el profesor de Prehistoria en la Universidad 
				Complutense de Madrid Manuel Domínguez-Rodrigo. "Teníamos 
				constancia de que los primeros humanos consumían animales de 
				hasta 300 kilogramos, pero alimentarse de elefantes, de varias 
				toneladas, implica un gran cambio", asegura. En algún momento, 
				los Homo ergaster, posiblemente descendientes del 
				primer humano, Homo habilis, "se juntaron", como 
				interpreta con cautela Domínguez-Rodrigo, a falta de análisis 
				exhaustivos que llegarán pronto. "De repente, parece que tenían 
				más bocas que alimentar. Habían formado grupos grandes, en lugar 
				de moverse en solitario o en pequeños grupos", señala el 
				científico. 
				
					
						
						  | 
						
						 
						Su 
						equipo, ahora integrado en el recién creado Instituto de 
						Evolución en África, acaba de finalizar su quinta 
						campaña de excavaciones en Olduvai, la cuna de la 
						humanidad. Han hallado fósiles de elefantes con marcas 
						de herramientas de piedra. Y también de sivaterios, 
						enormes parientes de las jirafas ya extintos, devorados 
						por los humanos. 
						
						"Sabemos quién hizo esto", 
						presume el profesor. Junto a los restos de animales han 
						aparecido dos fósiles de Homo ergaster: un 
						radio y un fémur.   | 
					 
				 
				
				Es la primera 
				vez que se desentierra el radio un hueso del antebrazo de un 
				ejemplar de esta especie, pero el hallazgo más importante podría 
				ser el hueso de la pierna, el fémur. La actual descripción 
				física de los Homo ergaster se apoya en 
				extrapolaciones a partir de un esqueleto descubierto en 1984 
				cerca del lago Turkana, en Kenia. El problema es que aquel 
				individuo, que murió hace 1,6 millones de años por una muela 
				picada, era un niño. Medía 1,60 metros y la comunidad científica 
				calculó entonces que habría crecido hasta 1,85 metros. El nuevo 
				fragmento de fémur, presentado ayer en la Universidad de Alcalá 
				de Henares, servirá para poner de una vez por todas una longitud 
				fiable a nuestro tatarabuelo. "Una de las prioridades 
				ahora es averiguar la talla del Homo ergaster,", 
				narra Enrique Baquedano, codirector de los trabajos en Olduvai.
				 
			
			 
				
				
				El precursor de HIV vivió en monos del 
				Pleistoceno. 
				
				Publicado 
			en 
			
				Paleo. Año 8. Numero 50. Noviembre de 2010. 
				
				Científicos 
				estadounidenses han descubierto que el virus de 
				inmunodeficiencia en simios (SIV), precursor del VIH en seres 
				humanos, tiene entre 32.000 y 75.000 años, y no unos cientos 
				como se pensaba hasta ahora, según una investigación publicada 
				hoy en la revista Science. 
				
				Este hallazgo 
				se debe a un estudio genético realizado sobre unas cepas únicas 
				del SIV encontradas en monos de Bioko, una isla de África que 
				quedó separada del continente después de la glaciación hace más 
				de 10.000 años. La investigación señala que la edad del SIV 
				podría incluso ser superior y cuestiona los estudios anteriores 
				de las secuencias de ADN del virus que establecía que tenía sólo 
				unos cientos de años. 
				
				Esto 
				significaría que el hombre ha estado expuesto muchas veces al 
				virus de los simios ya que durante toda la historia han cazado 
				monos arriesgándose a contagiarse de esta enfermedad que podrían 
				haber contraído a través de la sangre con un simple corte. 
				
					
						
						  | 
						
						 
						"El VIH 
						es impredecible porque, en general, todas las demás 
						especies de virus de inmunodeficiencia causan una 
						mortalidad mucho menor en las especies de acogida", dijo 
						Michael Worobey, profesor del departamento de biología 
						evolutiva de la Universidad de Arizona y que dirigió el 
						estudio junto con el virólogo Preston Marx de la 
						Universidad de Tulane, en Nueva Orleans, Luisiana. El 
						estudio también plantea una pregunta sobre el origen del 
						VIH, que los científicos creen que evolucionó a partir 
						de SIV.   | 
					 
				 
				
				El estudio 
				también plantea una pregunta sobre el origen del VIH, que los 
				científicos creen que evolucionó a partir de SIV. Si los seres 
				humanos han estado expuestos a monos infectados con SIV durante 
				miles de años, cabe preguntarse por qué la epidemia del VIH sólo 
				comienza en el siglo XX. "Es como encontrar una pieza fósil de 
				la evolución del virus", señaló el científico, que señaló que 
				con las pistas que está revelando esta pequeña isla "ahora 
				sabemos que los humanos estuvieron casi con toda seguridad 
				expuestos al SIV durante mucho tiempo, probablemente cientos de 
				miles de años ". 
				
				No será fácil 
				encontrar la respuesta de inmediato, agregó. "La reconstrucción 
				del pasado evolutivo mediante la comparación de los genes de 
				estos virus es como mirar hacia el océano", dijo Worobey, "se 
				puede ver un largo camino, pero no se sabe lo que está más allá 
				del horizonte". "En algún momento en el pasado, no sé lo que 
				pasó. Hay mucho mar por descubrir" para tratar de desentrañar 
				las relaciones entre estos patógenos. 
				
				Según Worobey, 
				el SIV se distribuyó en todo el continente africano antes de que 
				la isla de Bioko quedara separada del continente. "Cuando eso 
				ocurrió, los virus que estaban circulando en el momento quedaron 
				aislados de las poblaciones de virus en el continente africano", 
				dijo, y "algo pasó en el siglo 20 para cambiar este virus de 
				mono relativamente benigno en otro mucho más potente que podría 
				comenzar la epidemia".  
			
			 
				
				
				Los ancianos de Atapuerca eran cuidados por 
				individuos más jóvenes.
				 
				
				Publicado 
			en 
			
				Paleo. Año 8. Numero 51. Noviembre de 2010. 
				
				Un hombre mayor 
				que vivió en la Sierra de Atapuerca (Burgos) hace más de medio 
				millón de años, sufría unas graves lesiones de espalda que le 
				harían caminar encorvado y le impedirían desplazarse por los 
				intensos dolores, es decir, que no podría cazar, algo importante 
				para sobrevivir en aquella sociedad prehistórica. Así lo indican 
				los huesos fosilizados de aquel individuo prenenadertal 
				recuperados en el yacimiento de la Sima de los huesos. Los 
				científicos creen que son lesiones juveniles, del desarrollo, y 
				se preguntan si dependió su supervivencia hasta la avanzada edad 
				-para aquella gente- de 45 años o más gracias al altruismo de 
				sus congéneres, que le ayudarían o alimentarían. "Este hombre o 
				no se movía del sitio, o usaba un bastón, o recibía ayuda de 
				otros, si comía carne era porque otros se la daban y si se 
				desplazaba era porque otros le asistían", conjetura científico 
				Alejandro Bonmati. 
				
				La 
				investigación se basa en una pelvis fósil descubierta en la Sima 
				de los Huesos hace más de diez años y bautizada Elvis, 
				más cinco vértebras halladas fragmentadas en el yacimiento en 
				diferentes campañas y que ahora se han podido reconstruir y 
				asociar al mismo individuo por las peculiares patologías del 
				individuo. Los científicos, incluidos los tres codirectores de 
				Atapuerca (Juan Luis Arsuaga, Joseá María Bermúdez de Castro y 
				Eudald Carbonell) presentan su trabajo en la revista 
				Proceedings de la Academina Nacional de Ciencias (EE UU). 
				
					
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						Bonmati, 
						investigador del Centro de Evolución y Comportamiento 
						Humanos UCM-ISCIII, explica que a la vista de la pelvis 
						y las cinco vértebras se han podido determinar dos 
						patologías: una deformidad lumbar, desplazamiento de las 
						vértebras una respecto a otra, lo que genera un desgaste 
						anómalo de los discos intervertebrales, y artrosis 
						interespinosa (enfermedad de Baastrup). "Este individuo 
						tendría el centro de equilibrio desplazado, así que 
						estaría encorvado y sufriría unos dolores muy intensos", 
						añade el investigador. En cuanto a las causas de estas 
						lesiones, los investigadores no han encontrado en los 
						fósiles analizados rastros de fracturas, ni siquiera 
						antiguas y soldadas, y o hay rastros de traumas, "aunque 
						no se puede descartar", dice Bonmati.  | 
					 
				 
				
				 "Pensamos que 
				esos problemas en la espalda vertebral se originarían en un 
				defecto de desarrollo que se iría agravando con el paso de los 
				años". El investigador destaca, además, que el hombre tendría un 
				cuerpo voluminoso y que el tipo de vida de aquellos individuos 
				sería muy dura. 
				
				El hallazgo 
				abre la puerta a hipótesis y conjeturas sobre la vida social de 
				la población de Atapuerca de hace algo más de 500.000 años. Así, 
				Bonmati apunta que se van poco a poco acumulando indicios de la 
				complejidad del comportamiento del grupo de aquellos humanos, 
				incluida la ayuda entre ellos para sobrevivir. Con el estudio de 
				la pelvis Elvis, descubierta en 1994 y expuesta ahora en 
				el Museo de la Evolución Humana (Burgos) los científicos han 
				hecho nuevos análisis comparados tanto de huesos fósiles como de 
				humanos actuales y concluyen que las diferencias entre sexos de 
				aquellos preneanderales son similares a las de los hombres y 
				mujeres ahora, lo que permite sostener la hipótesis de que las 
				mujeres de aquella especie remota y extinta sufrirían también 
				partos difíciles. En la Sima de los huesos se han encontrado ya 
				miles de huesos preneandertales de al menos 28 individuos de 
				ambos sexos y todas las edades. 
			
			 
				
				
				Ventaja adaptativa. Una infancia más larga 
				favoreció a los humanos frente a los neandertales. 
				
				Publicado 
			en 
			
				Paleo 
				- Revista Argentina de Paleontología. Año 8. Numero 52. 
				Diciembre de 2010. 
				
				Un desarrollo 
				físico más lento pudo ayudar a los primeros humanos en su 
				competencia con los neandertales, según sugiere un estudio 
				dirigido por la Universidad de Harvard en Cambridge (Estados 
				Unidos) que se publica en la edición digital de la revista 'Proceedings 
				of the National Academy of Sciences' (PNAS). 
				
				Los 
				investigadores realizaron un sofisticado análisis de los dientes 
				de 11 neandertales y los fósiles de humanos primitivos que 
				muestra que los humanos modernos son más lentos en alcanzar la 
				madurez completa que los neandertales. El descubrimiento sugiere 
				que el desarrollo lento característico y la larga infancia son 
				recientes y únicos a los humanos modernos y podrían haber sido 
				una ventaja competitiva sobre los neandertales. Según explica 
				Tanya M. Smith, responsable del estudio, "los dientes son 
				increíbles registradores del tiempo, capturando cada día de 
				crecimiento de forma muy similar a como los anillos de los 
				árboles revelan el progreso anual. Incluso más impresionante es 
				el hecho de que nuestros primeros molares contengan un diminuto 
				'certificado de nacimiento' y descubrir que esta línea de 
				nacimiento permite a los científicos calcular de forma exacta la 
				edad a la que murió un menor". 
				
					
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						   | 
						
						 
						En 
						comparación incluso con los humanos más ancestrales, 
						otros primates tienen una gestación más corta, una 
						maduración en la infancia más rápida, se reproducen a 
						edades más tempranas y tienen una menor esperanza de 
						vida. Se desconoce con exactitud cuándo, entre los 6 y 7 
						millones de años desde que se produjo la separación 
						evolutiva de los primates no humanos, cambió el curso de 
						la vida. Los investigadores descubrieron que el 
						desarrollo de los dientes de los neandertales jóvenes, 
						una referencia del desarrollo global, era 
						significativamente más rápida que en la especie humana, 
						incluyendo a algunos de los grupos más primitivos de 
						humanos modernos que dejaron África hace entre 90.000 y 
						100.000 años. Esto indica que la ampliación de la 
						infancia ha sido un desarrollo relativamente reciente.  | 
					 
				 
				
				En el estudio 
				actual se han incluido restos de los niños neandertales más 
				famosos descubiertos hasta la fecha, incluyendo el primer fósil 
				de homínido hallado en Bélgica en el invierno de 1829-1830. Se 
				pensaba que este individuo, según comparaciones con los humanos 
				modernos, tenía entre cuatro y cinco años en el momento de su 
				muerte. Ahora los rayos X del sincrotrón europeo y los ritmos 
				biológicos del interior de los dientes han revelado que el niño 
				tenía sólo tres años de edad. Aunque contar las líneas dentales 
				no es un método nuevo, los autores del trabajo señalan que 
				hacerlo 'virtualmente' utilizando la tomografía 
				micro-informática del sincrotrón sí lo es. "Estos nuevos métodos 
				presentan una oportunidad única para evaluar los orígenes de una 
				condición fundamentalmente humana: el costoso aunque ventajoso 
				cambio de una estrategia de 'vive rápido y muere joven' a la de 
				'vive lento y hazte viejo' que ha ayudado a que los humanos sean 
				uno de los organismos con más éxito del planeta", apunta Smith. 
				
				La maduración 
				ampliada de los humanos podría haber facilitado un aprendizaje 
				adicional y una cognición compleja, dotando posiblemente a los 
				primeros 'Homo sapiens' de una ventaja sobre sus primos 
				neandertales. 
			
			 
				
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