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					 Importante: 
					Algunas de las imágenes que acompañan a los textos son 
					ilustrativas.   | 
				
			
					
					
					Los norteafricanos se hibridaron con los 
					neandertales.
			Publicado 
			en la Revista 
			Paleo. 
					Año 10. Numero 80. Diciembre de 2012.
			
			Un equipo de 
			investigadores con participación del Consejo Superior de 
			Investigaciones Científicas (España) ha constatado que las 
			poblaciones del norte de África muestran en sus genes la huella de 
			hibridación con los neandertales (Homo neanderthalensis). Hasta 
			ahora se pensaba que esta señal de mezcla entre esta especie 
			desaparecida hace entre 30.000 y 24.000 años y el Homo Sapiens podía 
			hallarse sólo en humanos no africanos.
			
			Los investigadores del CSIC, que publican sus resultados en la 
			revista PLOS ONE, han llevado a cabo un análisis genómico en siete 
			poblaciones del norte de África, desde Egipto hasta el Sáhara 
			Occidental. Tras estudiar 780.000 marcadores genéticos del genoma de 
			125 personas, han detectado un exceso de variantes compartidas con 
			los neandertales respecto a los genomas de africanos subsaharianos 
			que han usado como referencia.
			
				
					
					  | 
					
					 
					Para 
					delimitar el origen del componente neandertal, los 
					investigadores han aislado aquellas poblaciones con un 
					sustrato local más antiguo, anterior a hace 40.000 años, y 
					han constatado que estas son precisamente las que tienen más 
					señales de cruce con los neandertales.  
					
					“Los 
					resultados indican que los únicos humanos modernos sin 
					rastro genético de los neandertales son las poblaciones 
					africanas situadas al sur del Sáhara”, destaca el 
					investigador del CSIC Carles Lalueza-Fox, que trabaja en el 
					Instituto de Biología Evolutiva, un centro mixto del CSIC y 
					la Universidad Pompeu Fabra.  | 
				
			
			
			El trabajo sugiere, 
			por tanto, que las poblaciones norteafricanas, modeladas por una 
			compleja historia evolutiva marcada por diversos movimientos 
			migratorios, son el resultado de una migración de vuelta a África, 
			tras el contacto de los humanos modernos con los neandertales en 
			Oriente Próximo.
 
			
				
					| 
					 
					   | 
					
					 “Estos 
					resultados no significan que hubiera neandertales en el 
					continente africano, ya que las evidencias del registro 
					fósil norteafricano muestran poblaciones arcaicas, pero sin 
					rasgos neandertales”, aclara Lalueza-Fox. 
					Hace dos 
					años, un grupo de investigadores del Proyecto Genoma 
					Neandertal con participación del CSIC constató que las 
					poblaciones de Europa, Asia y Melanesia poseen casi un 2,5% 
					del genoma procedente de los neandertales.   | 
				
			
			El 
			hecho de que todas las poblaciones no africanas muestren este rastro 
			genético de hibridación ha permitido calcular que el encuentro entre 
			los antepasados de la especie humana y los neandertales tuvo lugar 
			en Oriente Próximo hace entre 40.000 y 80.000 años.
			
			Para el investigador del Instituto de Biología Evolutiva Federico 
			Sánchez Quinto, “el porcentaje exacto del genoma neandertal que 
			portan las diferentes poblaciones humanas, dentro y fuera de África, 
			podrá afinarse en el futuro con genomas completos 
			del norte de África y con un genoma neandertal con una mayor calidad 
			de secuencia”. (Fuente: CSIC)
			
				
					
					
					Paranthropus, el homínido que se extinguió 
					por ser solo vegetariano.
			Publicado 
			en la Revista 
			Paleo. 
					Año 10. Numero 79. Diciembre de 2012.
			
			Hace un millón de 
			años, mucho antes del surgimiento de Homo sapiens, que acabaría 
			colonizando el mundo, varias especies de homínidos compartían 
			África. Cada una de ellas tenía unas características que 
			determinarían su éxito o su fracaso, y entre esas características 
			son muy relevantes los hábitos alimenticios. Ahora, un grupo de 
			investigadores de Francia y Sudáfrica han utilizado el esmalte de 
			los dientes de tres especies de aquellos homínidos, Paranthropus, 
			Homo y Australopithecus, para conocer su dieta.
			
			De estos tres tipos 
			de primate, habitualmente se atribuye a los ancestros más cercanos a 
			los humanos actuales, los Homo, una dieta variada y a los 
			Paranthropus como exclusivamente vegetarianos. Esta especialización 
			se considera una de las causas que contribuyeron a la extinción de 
			esta última especie al limitar su capacidad de adaptación a los 
			cambios medioambientales que se produjeron hace un millón de años.
			
				
					
					  | 
					
					 
					Sin 
					embargo, los datos obtenidos por los investigadores a partir 
					de dientes encontrados en Sudáfrica confirman que los 
					Paranthropus comían solo plantas, pero parecen indicar que 
					también los Homo tenían una dieta poco variada, aunque en su 
					caso era carnívora, y por lo visto en los milenios 
					posteriores esta especialización no le dio malos resultados.
					 
					
					Por último, 
					los investigadores observaron que los Australopithecus 
					tenían una dieta mixta de carne y vegetales.  | 
				
			
			
			Sobre el éxito del 
			carnivoro Homo y el fracaso del vegetariano Paranthropus, Vincent 
			Balter, investigador de la Escuela Normal Superior de Lyon y autor 
			del estudio, explica que “la primera ventaja de comer carne es que 
			para el desarrollo del cerebro, que es el sello distintivo de la 
			evolución de los Homo, se requiere comida de gran calidad”. No 
			obstante, Balter cree que nuestros ancestros primero tuvieron una 
			dieta más especializada que se fue haciendo variada con el tiempo. 
			“El panorama es probablemente diferente hace 1,5 millones de años y 
			hace un millón de años. Los Homo se especializarían en principio en 
			comer carne, pero es probable que después también comiesen plantas”, 
			añade.
			
				
					
					  | 
					
					 
					Para llegar 
					a estas conclusiones, los autores del estudio midieron la 
					presencia de estroncio en el esmalte de los dientes. Una 
					mayor cantidad de este elemento indica una dieta vegetariana 
					y su ausencia apunta que el individuo al que pertenecía la 
					pieza dental era carnívoro. 
					
					Además 
					de conocer cómo eran las diferentes dietas de los homínidos, 
					los científicos querían comprobar si, como mantienen algunas 
					hipótesis, una dieta más estrecha implica también un hábitat 
					más limitado.   | 
				
			
			
			En este caso, el artículo indica que no es así para los Homo y los 
			Paranthropus, que pese a comer solo carne o solo vegetales, se 
			movían por áreas tan amplias como los Australopithecus con su 
			diversificada alimentación. Para Balter, la clave es que Homo y 
			Paranthropus ”vivieron juntos en el mismo lugar y en el mismo 
			momento porque su nicho era diferente. Al no depender de la misma 
			comida, no había competencia entre ellos”, dice.
			
				
					
					
					Purgatorius, el primer ancestro humano 
					parecía una pequeña ardilla.
			
			 Publicado 
			en la Revista 
			Paleo. 
					Año 10. Numero 79. Diciembre de 2012.
			
			Un grupo de 
			científicos han descubierto los huesos fosilizados de uno de los 
			primates más antiguos y primitivos, el Purgatorius, el cual pasaba 
			el tiempo comiendo fruta y trepando árboles.
			
			Los fósiles, descritos en la reunión 72° de la Sociedad de 
			Paleontología de Vertebrados en Raleigh, Carolina del Norte, son los 
			primeros huesos descubiertos que corresponden al cuerpo del animal, 
			lo cual entrega nueva pistas acerca de la forma y comportamiento de 
			la especie. Hasta ahora solo se habían encontrado los fósiles de sus 
			dientes.
			
			"Los huesos del tobillo muestran que tenía articulaciones similares 
			a las que tienen los primates de hoy que viven sobre árboles" señaló 
			el co-autor de la investigación, Stephen Chester, de la Universidad 
			de Yale. "Esta articulación permite que el pie rote en diferentes 
			direcciones para que se ajuste a los distintos ángulos presentes en 
			los árboles y ramas".
			
				
					
					  | 
					
					 
					Luego de 
					analizar los fósiles, los investigadores creen que los 
					huesos del tobillo del Purgatorius fue un elemento clave en 
					la evolución y sobrevivencia de los primeros primates. 
					"Estos nuevos fósiles apoyan la teoría que señala que los 
					primeros 10 millones de años de la evolución de los primates 
					ocurrió durante un período intenso de diversificación de 
					plantas. Estos animales trepaban por ramas para recolectar 
					frutas y otros productos de los árboles" señaló Bloch al 
					Discovery News.  | 
				
			
			
			De acuerdo a los 
			expertos, los fósiles descubiertos indican además que los primeros 
			primates no tenían tobillos largos como los primates de hoy. Chester 
			realizó el estudio junto a Jonathan Bloch, del Museo de Historia 
			Natural de Florida, y William Clemens, profesor de la Universidad de 
			California.
			
			Si bien hasta ahora existen muchas preguntas acerca del Purgatorius, 
			se espera que el fósil pueda entregar más detalles del animal y la 
			evolución de los primates. El Purgatorius vivió durante el 
			Paleoceno, poco después de la extinción de los dinosaurios no 
			aviarios. Se cree que este mamífero era pequeño y de color castaño. 
			Con 36 gramos de peso, su tamaño era similar a los actuales lémures 
			de Madagascar
			
			Este mamífero 
			además tenía muchos dientes, incluyendo molares muy bajos que 
			seguramente le permitían comer frutas. El fósil encontrado es el 
			ejemplar más antiguo conocido hasta ahora, y tiene una edad entre 65 
			a 66 millones de años. latercera.com
			
				
					
					
					El Homo antecessor se comía a niños de otros 
					grupos para defender el territorio.
			
			  Publicado 
			en la Revista 
			Paleo. 
					Año 10. Numero 77. Diciembre de 2012
			
			Desde hace años se sabe que el Homo antecessor, una especie homínida 
			que vivió hace unos 800.000 años en Atapuerca (Burgos), practicaba 
			el canibalismo, pero nunca ha quedado claro por qué lo hacía. Un 
			estudio publicado en el Journal Human Evolution sugiere que el 
			infanticidio y el canibalismo se practicaron por la defensa y 
			ampliación de un territorio rico en recursos, una conducta que se 
			observa ahora en los chimpancés.
			
			El Homo antecessor contemplaba en su dieta ejemplares de otros 
			homínidos, sobre todo individuos inmaduros a los que sometía a los 
			mismos procesos de carnicería que a los animales. Así se constata en 
			un nuevo estudio que aporta más hipótesis sobre el porqué del 
			canibalismo que practicaba este homínido en la sierra de Atapuerca 
			hace unos 800.000 años.
			
				
					
					  | 
					
					 
					Para 
					llegar a estas conclusiones, el equipo de investigación, 
					liderado por el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y 
					Evolución Social (IPHES), ha comparado el canibalismo 
					practicado por chimpancés, humanos modernos y casos 
					arqueológicos con las evidencias del nivel TD6 del 
					yacimiento de la Gran Dolina (Sierra de Atapuerca) para 
					"explorar las posibles causas que motivaron esta conducta en 
					el Pleistoceno inferior", indica Palmira Saladié, autora 
					principal del estudio e investigadora del IPHES. 
					Según el 
					trabajo, publicado recientemente en Journal Human Evolution, 
					no se observan diferencias en el tratamiento de la carne de 
					las carcasas o de los huesos de Homo antecessor con el de 
					otros animales.  | 
				
			
			
			Los investigadores 
			compararon las marcas de corte y fracturas de los huesos de estos 
			homínidos para el consumo del tuétano (sustancia blanca en el 
			interior de los huesos) con las localizadas en otros animales.
			
			"Las modificaciones encontradas en Homo antecessor y los huesos de 
			otros animales indican que el proceso de carnicería fue el mismo 
			sobre las diferentes especies y que los restos una vez consumidos se 
			descartaban sobre el suelo de hábitat de la misma manera", apunta 
			Saladié.
			
			"Esto sugiere, tal y como ya se publicó en 2010 en la revista 
			Current Anthropology, que los homininos que utilizaron Gran Dolina 
			como campamento cazaban y consumían individuos de otros grupos de 
			manera recurrente, incluyendo esta conducta en su sistema cultural", 
			añade la misma investigadora.
			
			Aunque hay un 
			número creciente de restos humanos con claras evidencias de 
			canibalismo en yacimientos prehistóricos de Europa, este tipo de 
			registro es aún escaso para extraer conclusiones generales. En el 
			caso de conjunto de TD6, la información es la siguiente: "En primer 
			lugar, los diferentes eventos de características similares se 
			llevaron a cabo sucesivamente, y segundo, el consumo de los restos 
			era para fines nutricionales. Ambas inferencias sugieren la 
			naturaleza funcional del canibalismo en este lugar", subraya la 
			experta.
			
			Por otro lado, el equipo observó que los homininos consumidos eran 
			sobre todo individuos inmaduros, entre los que se encuentran varios 
			niños, "lo que indica el consumo de individuos relacionados con un 
			menor riesgo para el agresor durante su captura".
			
			La 'caza' se podría haber producido en un intento de proteger el 
			territorio de grupos de vecinos o de nuevos grupos entrantes en la 
			misma zona. "En el momento del asalto, los atacados probablemente 
			pudieron ser pocos individuos, incluidos niños y adolescentes, 
			acompañados de machos y hembras adultos", señala la científica.
			
				
					
					  | 
					
					 
					La 
					distribución de edades de los homininos canibalizados no es 
					consistente con la que muestran otros casos de 
					exocanibalismo practicado por grupos de homininos o humanos. 
					En cambio, es similar a los perfiles de edad que se observan 
					en el canibalismo asociado con la agresión intergrupal en 
					los chimpancés. 
					"Utilizamos 
					una analogía con la conducta de estos primates para proponer 
					que los homininos de TD6 llevaban a cabo ataques de bajo 
					riesgo sobre miembros de otros grupos para defender el 
					acceso a los recursos dentro de los propios territorios y 
					tratar de ampliar estos espacios en detrimento de los grupos 
					vecinos", apunta Saladié.  | 
				
			
			
			Según los 
			investigadores, el canibalismo se realizó entre sociedades 
			productivas, estructuradas y jerárquicas, y con cargas simbólicas 
			muy complejas, que poseían mitos en los que el canibalismo se 
			incluía dentro de su concepción del mundo. "Esta complejidad 
			-explica Saladié- no se puede transferir directamente a las 
			sociedades cazadoras y recolectoras del Pleistoceno, para quienes la 
			práctica de esta costumbre puede haber sido impulsada por 
			circunstancias ecológicas, o por la combinación de ambas razones, 
			aunque no son fácilmente visibles en el registro arqueológico". 
			(Fuente: IPHES)
			
				
					
					
					Los hombres prehistóricos alteraban huesos 
					con los dientes sin utilizar herramientas.
			
			  Publicado 
			en la Revista 
			Paleo. 
					Año 10. Numero 77. Diciembre de 2012.
			
			Un equipo de 
			investigación español ha efectuado un estudio comparativo entre las 
			marcas de dientes observadas en huesos descubiertos en Atapuerca, 
			concretamente en los niveles TD6 (800.000 años de antigüedad) y TD10 
			de la Gran Dolina (350.000 años), y el MIR4 de la Cueva del Mirador 
			(4.000), con mordeduras humanas realizadas experimentalmente. El 
			trabajo está liderado por investigadores del  Institut Català de 
			Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES) y contó con la 
			participación del alumnado del Máster en Arqueología del Cuaternario 
			y Evolución Humana que se imparte en la Universitat Rovira i Virgili 
			de Tarragona.
			
			Entre las conclusiones del estudio destaca la gran capacidad de los 
			homininos para modificar los huesos sin necesidad de utilizar 
			herramientas líticas, y la gran similitud de las mordeduras 
			realizadas por humanos con las producidas por algunos carnívoros.
			
			"En los conjuntos 
			arqueológicos cuando han actuado varios agentes (carnívoros grandes, 
			pequeños, homininos) puede existir un volumen importante de marcas 
			de dientes de las que no se pueda discriminar quién las ha 
			producido. Sin embargo, los carnívoros tienen dientes secodontos 
			(con cúspides cónicas y puntiagudas) y los homininos bunodontos (con 
			múltiples coronas bajas y redondeadas)", explican los expertos.
			
				
					| 
					 
					   | 
					
					 
					Estas 
					diferencias morfológicas se trasladan a las marcas 
					producidas por los dientes, lo que ha posibilitado 
					establecer un modelo conformado por criterios morfológicos 
					para identificar las marcas de dientes (tooth marks) 
					humanos. 
					
					Tradicionalmente, éstas han sido atribuidas a una autoria no 
					humana, generalmente carnívoros, pero también a otros 
					animales omnívoros o roedores. “Sin embargo, trabajos 
					anteriores de tipo experimental y también de base 
					etnoarqueológica habían constatado que los humanos pueden 
					realizar numerosas modificaciones (tipos de mordeduras) que 
					quedan registradas sobre los huesos durante la masticación”, 
					explica Palmira Saladié. “En nuestro estudio experimental 
					–añade- hemos podido evidenciar que el rango de 
					modificaciones es más amplio de lo que se pensaba”.  | 
				
			
			
			Así se ha visto que 
			las mordeduras producidas por los sujetos sobre huesos de cerdos, 
			ovejas y conejos incluyen tipos conocidos en la terminología 
			tafonómica como furrowing (pérdidas de tejido), scooping-out 
			(vaciados), crenulated and saw-toothed edges (bordes crenulados y 
			aserrados), longitudinal crackers (fisuras longitudinales), crushing 
			(aplastamientos), peeling (fracturas por flexión) y tooth marks 
			(depresiones, improntas y surcos). Hasta ahora sólo se tenía 
			constancia de algunas de ellas, con lo que se amplía el repertorio y 
			se constata la gran capacidad de los homínidos para producir 
			modificaciones sin el uso de herramientas.
			
			El interés en la 
			identificación de marcas de dientes humanos se encuentra 
			principalmente en tres líneas de investigación: la observación de la 
			participación de los homínidos (con y sin tecnología) en la 
			formación de conjuntos óseos de animales; la identificación de 
			canibalismo (ya que la prueba más fiable para la inferencia de 
			consumo de los cuerpos es la presencia de mordeduras) y la 
			resolución de los posibles problemas que se pueden derivar de 
			inferir que hayan sido otros animales los que han producido las 
			señales en los huesos.
			
				
					| 
					 
					   | 
					
					 
					Las 
					morfologías y dimensiones de algunos tipos de mordeduras, 
					como las depresiones y los surcos, fueron estudiadas 
					mediante microscopía electrónica y tratadas 
					estadísticamente. Con el fin de obtener modelos que sirvan 
					de base interpretativa a la hora de estudiar materiales 
					arqueológicos, los experimentos se realizaron con sesiones 
					de consumo de carne cruda, cocida y asada por parte de 
					investigadores y del alumnado antes mencionado. Las 
					morfologías y dimensiones de algunos tipos de mordeduras, 
					como las depresiones y los surcos, fueron estudiadas 
					mediante microscopía electrónica y tratadas 
					estadísticamente.   | 
				
			
			
			Con el fin de 
			obtener modelos que sirvan de base interpretativa a la hora de 
			estudiar materiales arqueológicos, los experimentos se realizaron 
			con sesiones de consumo de carne cruda, cocida y asada por parte de 
			investigadores y del alumnado antes mencionado.
			
			“La combinación del 
			tipo de modificaciones y algunas de las características morfológicas 
			nos han permitido establecer analogías con mordeduras presentes en 
			distintos materiales arqueológicos de yacimientos Holocenos y 
			Pleistocenos de la Sierra de Atapuerca”, afirma Palmira Saladié.
			
			“En este trabajo hemos encontrado claros paralelos entre las 
			mordeduras humanas realizadas experimentalmente y otras localizadas 
			en los yacimientos antes mencionados. Gracias a ello se ha podido 
			establecer un patrón de las modificaciones efectuadas con la 
			dentición de los homininos sin el uso de herramientas”, asevera la 
			misma investigadora. (Fuente: IPHE)
			
				
					
					
					
					Hallan el primer ejemplo de fósil moderno en 
					Asia.
			
			 Publicado 
			en la Revista 
			Paleo. 
					Año 10. Numero 76. Diciembre de 2012.
			
			Un antiguo cráneo, 
			hallado en una cueva de las montañas Anamitas, al norte de Laos, es 
			el fósil del humano moderno más antiguo encontrado en el sudeste de 
			Asia, según ha publicado un equipo de investigadores en la revista «PNAS».
			
			Este descubrimiento 
			hace retroceder el reloj de la migración humana moderna en 20.000 
			años, e indica que los nómadas antiguos, fuera de África, 
			abandonaron la costa y habitaron diversos hábitats mucho antes de lo 
			que se pensaba anteriormente.
			
			Los científicos que 
			encontraron el cráneo en 2009, han sido los primeros en excavar en 
			busca de huesos antiguos en Laos desde principios de 1900, cuando un 
			equipo halló cráneos y esqueletos de varios seres humanos modernos 
			en otra cueva de las montañas Anamitas.
			
			Los fósiles 
			encontrados en 1900 tenían unos 16.000 años, por lo que eran mucho 
			más recientes que el cráneo recién descubierto, que tiene una edad 
			de entre 46.000 y 63.000 años.
			
			«Se trata de un 
			antiguo fósil humano particularmente moderno, y también 
			particularmente antiguo para esta región», afirma la autora 
			principal del trabajo, Laura Shackelford. La investigadora añade que 
			«existen otros fósiles de humanos modernos en China o en el sudeste 
			asiático insular que pueden ser de la misma edad, pero que no 
			muestran rasgos humanos modernos definitivos. Sin embargo, este 
			nuevo cráneo es muy antiguo, y aun así, muestra características 
			humanas modernas muy concluyentes».
			
				
					
					  | 
					
					 
					Los 
					investigadores no encontraron artefactos junto al cráneo, lo 
					que sugiere que la cueva no era un lugar de habitación o 
					entierro, y que es más probable que la persona muriese en el 
					exterior y el cuerpo acabase en la cueva en algún momento 
					posterior.  
					
					El hallazgo 
					revela que los primeros humanos modernos migrantes no solo 
					habitaron la costa y las islas del sudeste de Asia y 
					Australia, como algunos investigadores han sugerido, sino 
					que también viajaron hacia el norte, señala Shackelford.  | 
				
			
			
			Según los 
			científicos, este hallazgo apoya la teoría «Fuera de África» de los 
			orígenes de los humanos modernos, en lugar de un modelo multi-regionalista. 
			Teniendo en cuenta su edad, los fósiles en este entorno podrían ser 
			antepasados directos de los primeros emigrantes a Australia, pero 
			también es probable que el sudeste asiático continental fuese un 
			cruce de caminos hacia varias rutas migratorias.
			
			El descubrimiento 
			también refuerza los estudios genéticos que indican que los humanos 
			modernos ocuparon esta parte del mundo hace 60.000 años. La 
			investigadora afirma que «esta es la primera evidencia fósil que 
			apoya los datos genéticos».
			
			Los expertos 
			utilizaron técnicas de datación por radiocarbono y luminiscencia 
			para determinar la edad de las capas de tierra, encima, debajo y 
			alrededor de la calavera, que fue encontrada a unos dos metros y 
			medio por debajo de la superficie de la cueva.
			
				
					
					  | 
					
					 
					
					Posteriormente, se utilizó la datación por uranio-torio para 
					determinar la edad del cráneo, la cual fue determinada en 
					63.000 años de antigüedad. La investigadora Kira Westaway, 
					llevó a cabo los análisis de luminiscencia. Esta técnica 
					mide la energía retenida en partículas cristalinas en el 
					suelo, para determinar cuánto tiempo ha transcurrido desde 
					que el suelo fue expuesto por última al calor o la radiación 
					solar. Así, Westaway observó que la capa de tierra que 
					rodeaba el fósil había entrado en la cueva entre 46.000 y 
					51.000 años atrás. «Esas fechas son un poco más recientes 
					que la datación del fósil, lo cual es de esperar, ya que no 
					sabemos el tiempo que pasó el cuerpo fuera de la cueva», 
					explica Shackelford.  | 
				
			
			
			Los investigadores 
			concluyen que este nuevo fósil indica que la migración fuera de 
			África, hacia Asia oriental y sudoriental, se produjo a un ritmo 
			relativamente rápido, y que, una vez allí, los humanos modernos no 
			se limitaron a habitar lugares en los que habían vivido antes.
			
			Ahora, hay una 
			evidencia fósil para demostrar que los humanos modernos ocuparon 
			estos lugares mucho antes de lo que se pensaba.
			
				
					
					
					Hallazgo de un fósil muy completo de 
					Australopithecus sediba.
			
			 Publicado 
			en la Revista 
			Paleo. 
					Año 10. Numero 76. Diciembre de 2012.
			
			Se ha comunicado 
			oficialmente el hallazgo de una roca que contiene partes 
			significativas del esqueleto de un antiguo ancestro humano. Se cree 
			que el esqueleto corresponde a los restos mortales de un 
			Australopithecus sediba.
			
			El equipo de Lee Berger, del Instituto de Evolución Humana adscrito 
			a la Universidad del Witwatersrand en Johannesburgo, Sudáfrica, ha 
			descubierto fragmentos de una mandíbula y elementos importantes del 
			cuerpo, incluyendo lo que parece ser un fémur, así como costillas, 
			vértebras y otros componentes importantes de las extremidades, 
			algunos de los cuales nunca antes habían aparecido tan completos en 
			el registro fósil humano.
			
				
					
					  | 
					
					 
					Este 
					esqueleto hallado es casi con toda certeza el más completo 
					que se haya descubierto de un ancestro humano tan antiguo. 
					 
					Los restos fósiles son invisibles para un observador profano 
					o poco prevenido, y están incrustados en una roca de 
					aproximadamente un metro de diámetro. 
					 
					En realidad, esta roca fue descubierta hace casi tres años, 
					pero no recibió la atención que merecía durante su 
					permanencia en los laboratorios del citado instituto. La 
					situación cambió sólo recientemente.  | 
				
			
			
			El profesor Berger 
			y su esposa Jackie Smilg, radióloga en el Hospital Charlotte Maxeke, 
			que está llevando a cabo su doctorado en el escaneo mediante 
			tomografía computerizada de material fósil alojado dentro de materia 
			pétrea, escanearon la singular roca valiéndose de un avanzado 
			escáner de tomografía computerizada.
			
			A partir de aquí, ha sido posible conocer en todos sus detalles el 
			esqueleto y su naturaleza, revelándose gracias a ello la gran 
			importancia de este conjunto de piezas fósiles.
			
				
					
					
					Hallan en Kenia fósiles de desconocida 
					especie de homínido.
					Publicado 
			en la Revista 
			Paleo. 
					Año 10. Numero 75. Septiembre de 2012.
					
					Tenía un 
					cráneo grande y rostro plano y alargado y cohabitó hace dos 
					millones de años con Homo Habilis y Homo 
					Erectus.
					
					Hace cuatro 
					décadas fue descubierto, en Kenia, el fósil de un ancestro 
					del hombre, cuya inusual morfología generó un debate de 
					décadas entre los científicos. KNM-ER 1470, como se le 
					bautizó, era un cráneo (sin mandíbula inferior ni dientes) 
					que se caracterizaba por ser muy grande y revelar una cara 
					larga y plana. Algo muy distinto a todo lo descubierto hasta 
					entonces. ¿Se trataba de una especie desconocida o sólo de 
					variaciones sexuales o ambientales de otros homínidos?
					
					El hallazgo 
					de tres nuevos fósiles -al este del lago Turkana, en Kenia- 
					permiten concluir que 1470 es efectivamente una especie 
					distinta y que cohabitó el mundo con el Homo Habilis y 
					Erectus hace dos millones de años. El estudio, publicado en 
					Nature, analizó los fósiles de una cara, una mandíbula 
					inferior muy completa y la parte de una mandíbula inferior, 
					descubiertos entre 2007 y 2009 a unos 10 km de la ubicación 
					de 1470, y que tienen entre 1,78 millón y 1,95 millón de 
					años. “Estos fósiles confirman las características únicas de 
					la cara de 1470 y nos muestran cómo habrían sido sus dientes 
					y mandíbula inferior”, dice en Nature, Meave Leakey, co-líder 
					de la investigación del proyecto Koobi Fora y miembro del 
					Turkana Basin Institute de Nairobi (Kenia).
					
						
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							Los 
							científicos buscaron por años en las riberas del 
							Turkana otros fósiles que se parecieran a 1470. Pero 
							no tuvieron éxito, sino hasta 2007, cuando Robert 
							Moru encontró el fósil de una parte de una mandíbula 
							inferior que conservaba varios incisivos, bautizado 
							como KNM-ER 62003. A ese fósil se sumaría, en 2009, 
							el hallazgo de una mandíbula inferior (KNM-ER 
							60000), que es la más completa encontrada hasta 
							ahora en un homínido y que corresponde a un adulto. 
							Según explica Fred Spoor, paleontólogo del Instituto 
							Max Planck de Antropología Evolutiva, de Alemania, y 
							líder de los análisis científicos, la combinación de 
							estos dos fósiles con 1470 permiten dar una imagen 
							completa de su rostro y confirmar que se trata de 
							una especie distinta. “La morfología de los huesos 
							indica que estos individuos tendrían una cara 
							alargada y más plana y un paladar con forma de U, 
							que se diferencia del resto de los homínidos de su 
							época con forma de V”, dice Spoor.  | 
						
					
					
					El tercer 
					fósil, KNM-ER 62000, es un rostro casi completo muy similar 
					a 1470, descubierta en 2008 y que corresponde a un niño de 
					unos ocho años. Por eso, esta última tiene una arcada dental 
					distinta. Eso significa que Homo Habilis, 
					Homo Erectus y 1470 cohabitaron en el mismo 
					espacio, aunque se cree que lo más probable es que se 
					evitaran. 
					
					Los 
					expertos dicen que esto revela la diversidad de ancestros 
					humanos que vivieron durante el pleistoceno. “Como 
					resultado, ahora está claro que dos especies de Homo 
					vivieron junto al Homo erectus. Los nuevos 
					fósiles serán de gran ayuda para desentrañar cómo nuestra 
					rama de la evolución humana surgió por primera vez y 
					floreció casi dos millones de años atrás”, dijo Spoor.
			
				
					
						
						
						El genero Afrotarsius y un nuevo origen 
						asiático de los primates superiores.
						Publicado 
			en la Revista 
			Paleo. 
					Año 10. Numero 75. Septiembre de 2012
						
						Un equipo internacional de investigadores ha anunciado el hallazgo del
						Afrasia djijidae, un nuevo primate fósil 
						encontrado en Myanmar (Birmania) que brinda datos 
						reveladores sobre un paso crítico en la evolución de 
						antropoides del pasado.
						
						El 
						Afrasia, de 37 millones de años de antigüedad, se parece 
						mucho a otro antropoide antiguo, el Afrotarsius 
						libycus, descubierto recientemente en un 
						yacimiento paleontológico de edad similar en un sector 
						del desierto del Sahara en Libia. La gran similitud 
						entre el Afrasia y el Afrotarsius 
						indica que África fue colonizada por antropoides sólo un 
						poco antes de la época de la que datan los fósiles 
						encontrados de estos animales. Esta colonización de 
						África fue un paso fundamental en la evolución de 
						primates y humanos, porque sentó las bases para que 
						posteriormente evolucionaran allí monos antropomorfos 
						más avanzados, y finalmente los humanos.
						
							
								| 
								 
								   | 
								
								 
								
								Durante décadas, los científicos pensaron que la 
								evolución de los antropoides tenía sus raíces en 
								África. Sin embargo, hallazgos de fósiles más 
								recientes en China, Myanmar y otros países 
								asiáticos están haciendo cambiar de opinión con 
								rapidez a la comunidad científica sobre la 
								cuestión de dónde evolucionó originalmente este 
								grupo de ancestros distantes de los humanos. El 
								Afrasia es el último de una serie de hallazgos 
								fósiles que están trastocando el concepto de que 
								África fue el punto de partida de la evolución 
								de los primates antropoides.  | 
							
						
						
						Los 
						paleontólogos han estado divididos respecto a 
						exactamente cómo y cuándo viajaron de Asia hasta África 
						los antropoides asiáticos tempranos. El viaje no pudo 
						ser fácil, porque el Mar de Tethys, una versión más 
						extensa del Mediterráneo moderno, separaba a África de 
						Eurasia en aquel entonces.
						
						
						Aunque el descubrimiento del Afrasia y la 
						subsiguiente investigación realizada por el equipo del 
						paleontólogo Christopher Beard del Museo Carnegie de 
						Historia Natural, en Pittsburgh, Pensilvania, Estados 
						Unidos, no determinan la ruta exacta seguida por los 
						antropoides tempranos para llegar a África, sí sugieren 
						que el evento de colonización se produjo con suma 
						rapidez, sólo un poco antes de la época de la que datan 
						los primeros fósiles de antropoides presentes en el 
						registro fósil africano.
			
				
					 
					
						
						
						El Homo heidelbergensis era sólo un poco 
						más alto que el neandertal.
						
						   Publicado 
			en la Revista 
			Paleo. 
					Año 10. Numero 73. Julio de 2012.
						
						La 
						reconstrucción de 27 huesos completos de extremidades 
						humanas encontrados en Atapuerca (Burgos, España) ha 
						servido para determinar la estatura de varias especies 
						del Pleistoceno. Homo heilderbergensis, 
						como los neandertales, tenía una altura similar a la de 
						las actuales poblaciones mediterráneas.
						
						Junto a su enorme cantidad de fósiles, uno de los 
						aspectos importantes de la colección de la Sima de los 
						Huesos (SH) de Atapuerca, en Burgos, es el magnífico 
						estado de conservación que presentan, que ha hecho 
						posible la reconstrucción de 27 huesos completos de hace 
						500.000 años.
						
							
								
								  | 
								
								 
								
								“La increíble colección nos permite hacer 
								estimaciones de la estatura en especies como 
								Homo heidelbergensis –que habitó 
								Europa durante el Pleistoceno Medio y es 
								antepasado de los neandertales–, basándonos 
								exclusivamente en huesos largos completos, como 
								todos los del brazo y la pierna”, explica a SINC 
								José Miguel Carretero Díaz, investigador del 
								Laboratorio de Evolución Humana de la 
								Universidad de Burgos y autor principal del 
								estudio que publica el Journal of Human 
								Evolution. Además, al estar los huesos 
								completos, los investigadores han podido 
								atribuir cada uno a un sexo determinado para 
								calcular la estatura en algunos hombres y 
								mujeres.   | 
							
						
						
						“Las 
						estimaciones que habíamos hecho hasta ahora se basaban 
						en huesos incompletos, cuya longitud había que estimar, 
						y utilizábamos fórmulas basadas en una sola población de 
						referencia, que no sabíamos si era o no la más 
						adecuada”, señala el investigador.
						
						Dado que no conocían cuál sería la afinidad racial y 
						ecológica más adecuada para estos humanos, los 
						científicos utilizaron fórmulas multirraciales y 
						multisexuales para estimar la estatura con todos ellos 
						para reducir el margen de error y acercarse más a la 
						realidad. “Calculamos un promedio general para la 
						muestra y uno para cada sexo. Lo mismo se ha hecho con 
						los fósiles de neandertales y cromañones”, apunta 
						Carretero Díaz.
						
						Sus resultados indican que tanto los hombres como las 
						mujeres de la población de la Sima de los Huesos eran 
						sólo ligeramente más altos en promedio que los hombres y 
						mujeres neandertales. “Ni unos ni otros pueden 
						calificarse como humanos de baja estatura, sino que se 
						sitúan dentro de las categorías de individuos medianos y 
						supermedianos, aunque entre ellos haya también 
						individuos altos”, aseguran los expertos.
						
							
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								   | 
								
								 
								
								La estatura de estas dos especies se parece 
								mucho a la que presentan las poblaciones 
								actuales que viven en latitudes medias, como las 
								de Europa central y mediterránea. 
								 
								Los humanos que llegaron a Europa en el 
								Paleolítico superior, y que sustituyeron a las 
								poblaciones neandertales, son los ‘cromañones’ o 
								humanos anatómicamente modernos. Presentan una 
								estatura significativamente superior a la de las 
								otras especies humanas, con promedios más 
								elevados que caen dentro de la categoría de 
								individuos muy altos en los dos sexos.  | 
							
						
						
						Según 
						los investigadores, dejando al margen las especies de 
						biotipo pequeño como Homo habilis (Este de África), 
						Homo georgicus (Georgia) y Homo 
						floresiensis (Isla de Flores), todos los humanos 
						conocidos del Pleistoceno Inferior y Medio que habitaron 
						África (Homo ergaster, Homo 
						rhodesiensis), Asia (Homo erectus) 
						y Europa (Homo antecessor, Homo 
						heidelbergensis y Homo neanderthalensis) 
						parecen presentar durante la mayor parte de este período 
						también estaturas medianas y supermedianas, “aunque 
						entre todas ellas podamos encontrar siempre algún 
						individuo alto o muy alto”, señalan.
						
						En su opinión, esto quiere decir que la estatura del 
						género Homo ha permanecido más o menos estable en el 
						tiempo durante casi 2 millones de años, hasta la 
						aparición hace tan sólo 200.000 años en África “de una 
						especie rompedora en este sentido”, el Homo 
						sapiens, cuyos primeros representantes eran 
						significativamente más altos que los de cualquier otra 
						especie que hubiera existido hasta ese momento
 
					
					“La 
					explicación la encontramos en el cambio morfológico general 
					del biotipo corporal que protagonizó nuestra especie 
					respecto a las anteriores. El Homo sapiens 
					presenta un cuerpo más estrecho, huesos más ligeros, 
					estatura más elevada y piernas más largas”, añade el 
					investigador.
					
					Se han apuntado varias ventajas para que el biotipo del 
					sapiens fuera más adaptativo, entre ellas las de 
					carácter termorregulador, obstétrico y nutricional, pero a 
					juicio de los expertos, la mayor ventaja de este nuevo 
					cuerpo es de tipo energético.
					
					“Unas piernas más largas, una cadera más estrecha, una mayor 
					estatura y unos huesos más ligeros, además de significar un 
					menor peso corporal (menor masa muscular), favorecen una 
					zancada más larga, mayor velocidad y menor coste energético 
					para mover el cuerpo, caminar y correr”, indica Carretero 
					Díaz.
			
				
					
					
					Estudian si el Homo habilis fue victima de 
					ataques de cocodrilos.
					
					  Publicado 
			en la Revista 
			Paleo. 
					Año 10. Numero 73. Julio de 2012.
					
					Los caminos 
					para estudiar la evolución humana llevan a lugares 
					insospechados, como el recinto del parque zoológico Faunia 
					de Madrid. Un equipo de investigadores españoles ha 
					descubierto el papel de los cocodrilos ('Crocodylus 
					niloticus') en la historia de la Humanidad acudiendo 
					a alimentar a un grupo de estos saurios en el parque 
					zoológico.
					
					Los 
					científicos del Instituto de Evolución en África (IDEA) 
					buscaban demostrar, y así lo han conseguido, que los 
					ancestros humanos de hace dos millones y medio de años, los 
					'Homo habilis', se asentaron en lo que serían los 
					primeros campamentos de la especie, en la 
					Garganta de Olduvai (Tanzania) porque los cocodrilos no eran 
					una amenaza, como defienden paleontólogos de la Universidad 
					de Rutgers (EE.UU.)
					
						
							
							  | 
							
							 
							
							Los arcosaurios 
							son de los carnívoros más primitivos y, 
							además, han evolucionado poco en los últimos cuatro 
							millones de años. Los americanos han mantenido, en 
							algunos estudios, que los primeros 'Homo' eran 
							carroñeros que no llegaron a tener asentamientos 
							fijos en Olduvai (en concreto en un yacimiento 
							llamado FLK) porque la zona estaba infestada de 
							cocodrilos, que podían devorarles. Para probarlo, 
							mencionaban varios fósiles de 'habilis' que habrían 
							sido mordisqueados por estos saurios. Pero en el 
							IDEA no lo creen así y querían confirmar sus tesis. 
							Por ello, acudieron durante 
							semanas a alimentar con carne a los cocodrilos de 
							Faunia, recogiendo después los 
							restos que dejaban.  | 
						
					
					
					"Fue muy 
					interesante acercarse a estos animales, que siempre me han 
					atraído", comenta Enrique Baquedano, director del Museo 
					Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid, uno de los 
					autores del artículo publicado en 'Journal of Archaeological 
					Science'.
					
					Junto con 
					Manuel Domínguez-Rodrigo, profesor de Prehistoria de la 
					Universidad Complutense de Madrid y Charles Musiba, de la 
					Universidad de Colorado Denver, comprobaron después, por 
					microscopio, las marcas de los dientes que habían dejado y las 
					compararon con las que hay en los fósiles de Olduvai. 
					"Esta prueba experimental nos sirvió para comprobar que los 
					dos restos de 'Homo habilis' a los que se 
					referían análisis anteriores no fueron devorados por 
					cocodrilos. Estaban ya muertos cuando se los comieron", 
					señala Baquedano. En concreto, se refiere a los 
					fósiles de un pie izquierdo y una pierna, de hace 1,8 
					millones de años, en las que no hay las 
					marcas típicas de estos animales.
					
					La 
					experimentación se llevó a cabo en 2011 con ocho 
					cocodrilos del parque zoológico, a los que 
					les alimentaron con pedazos de vaca, potro, cabra, cerdo y 
					jabalí.
			
				
					
					
					Un homínido desconocido también era capaz de 
					caminar sobre dos piernas hace 3,4 millones de años.
					
					 Publicado 
			en la Revista 
			Paleo. 
					Año 10. Numero 71. Julio de 2012.
					
					El análisis 
					de un fósil descubierto recientemente en África Oriental 
					indica que el Australopithecus afarensis, un pariente 
					evolutivo antiguo de los humanos modernos, pudo no ser el 
					único homínido que caminaba hace unos 3,4 millones de años 
					por las llanuras y bosques de lo que hoy es la región de 
					Afar, en Etiopía.
					
					En la comunidad científica, ya se barajaba desde hace tiempo 
					la idea de que el Australopithecus afarensis, la especie a 
					la cual pertenece el famoso fósil conocido como "Lucy", no 
					fue el único homínido que vivió durante el Periodo Plioceno 
					Tardío en África. Los huesos de Lucy dieron pruebas de que 
					ella y quizás otros homínidos antiguos podían andar 
					erguidos, pero se ha debatido mucho sobre si la especie de 
					Lucy fue la única que vivió en aquel periodo particular de 
					tiempo.
					
						
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							   | 
							
							 
							
							Ahora, el equipo de Yohannes Haile-Selassie, jefe de 
							Antropología Física en el Museo de Historia Natural 
							de Cleveland, en Ohio, Estados Unidos, ha 
							determinado que los restos óseos de un pie 
							recientemente analizados en detalle pertenecieron a 
							un antiguo ancestro humano que no era el 
							Australopithecus afarensis ni otro homínido llamado 
							Kenyanthropus platyops, una criatura que algunos 
							paleoantropólogos sostienen que es un segundo 
							homínido que vivió en el mismo periodo en que lo 
							hizo el Australopithecus afarensis.  | 
						
					
					
					Los restos 
					óseos del nuevo espécimen denotan adaptaciones locomotoras 
					más similares a las del Ardipithecus ramidus, un homínido 
					anterior que data de hace 4,4 millones de años, el cual fue 
					descubierto entre 1992 y 1993 en la zona del valle de Awash, 
					Etiopía. Algunas de las proporciones óseas del pie del nuevo 
					espécimen se parecen más a las de humanos y gorilas que a 
					las de los chimpancés.
					
						
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							   | 
							
							 
							La 
							identificación y la denominación de la especie a la 
							que pertenece el pie estudiado tendrán que esperar 
							hasta que se encuentren más fósiles, como por 
							ejemplo piezas dentales y craneales.  
							
							Sin 
							embargo, los investigadores están seguros de que no 
							pertenece a la especie de Lucy, el Australopithecus 
							afarensis. Probablemente descienda de una especie 
							relacionada con el Ardipithecus ramidus.  | 
						
					
					
					En la 
					investigación también han trabajado Beverly Z. Saylor y 
					Bruce M. Latimer de la Universidad Case Western Reserve en 
					Cleveland, Ohio; Alan Deino del Centro de Geocronología de 
					Berkeley en California; Naomi E. Levin de la Universidad 
					Johns Hopkins en Baltimore, Maryland; y Mulugeta Alene, de 
					la Universidad de Addis Abeba en Etiopía.
			
				
					
						
						
						El Homo sapiens pudo provocar un 
						genocidio neandertal.
						Publicado 
			en la Revista 
			Paleo. 
					Año 10. Numero 70. Julio de 2012.
						
						El 
						mecanismo de la extinción de los neandertales es un tema 
						polémico de gran interés entre la comunidad científica. 
						Ahora, dos investigadores del Instituto Catalán de 
						Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), 
						Bienvenido Martínez-Navarro (paleontólogo) y Policarp 
						Hortalà (biólogo), aportan una nueva hipótesis, con 
						datos ecológicos y etológicos, según la cual los 
						Homo neanderthalensis habrían sido, muy 
						probablemente, víctimas de un genocidio provocado por 
						Homo sapiens.
						
						Los autores consideran que los neandertales habrían sido 
						una presa más en la cacería de los miembros de nuestra 
						especie, matando para consumir, o bien, para acabar con 
						la competencia. Desde un punto de vista más ecológico, 
						con los neandertales habría pasado lo mismo que con la 
						megafauna del Cuaternario (mamuts, rinocerontes lanudos, 
						megaterios sudamericanos, etc.), que desapareció por la 
						presión de los Homo sapiens. Así lo recoge 
						la prestigiosa revista Quaternary International en un 
						artículo reciente que firman Bienvenido Martínez-Navarro 
						y Policarp Hortalà del IPHES.
						
							
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								   | 
								
								 
								
								Para los autores, y desde el punto de vista de 
								la estrategia de competencia ecológica de los 
								consumidores de carne, "cualquier muerte del 
								competidor o su depredación, sea con el consumo 
								de la misma o no, tiene dos ventajas: primera, a 
								menos competidores, más presas disponibles, y 
								segunda, a más presas disponibles (incluyendo en 
								esta categoría otros consumidores de carne, como 
								los neandertales), menos competidores", explica 
								Hortolà. "Esta estrategia no es un 
								comportamiento humano distintivo, sino que está 
								generalizada entre los mamíferos carnívoros, 
								cuando dos especies se superponen", observa el 
								mismo investigador. "Somos una especie única, 
								pero de ninguna manera una especie separada del 
								mundo natural", complementa Martínez-Navarro.  | 
							
						
						
						La 
						competencia entre los humanos anatómicamente modernos y 
						los neandertales no ha sido demostrada. Sin embargo, "la 
						expansión geográfica del Homo sapiens -indica Bienvenido 
						Martínez-Navarro - parece haber conducido a una 
						rivalidad directa que llevó a la extinción neandertal".
						
						En este sentido, el registro paleontológico y los datos 
						cronométricos obtenidos en la Grotta del Cavallo (sur de 
						Italia) confirman una rápida dispersión de los humanos 
						modernos a través de Europa antes de la desaparición de
						Homo neanderthalensis. "Un ejemplo de 
						posible competencia por los recursos entre neandertales 
						y sapiens se encuentra en el área limitada que comprende 
						el abrigo neandertal de Mezzena Riparo i la Grotta di 
						Fumane proto-aurinyaciana (norte de Italia)", añade el 
						mencionado paleontólogo.
						
						En 
						el estudio se indica que muy posiblemente los 
						neandertales se extinguieron por las mismas causas que 
						la megafauna, ya que estas especies tienen una muy baja 
						tasa de reproducción y, sometidas a la presión 
						cinegética de un supercazador foráneo con tecnología 
						avanzada como era el Homo sapiens, se iban extinguiendo 
						gradualmente.
						
							
								| 
								 
								   | 
								
								 
								
								Además, hay que tener en cuenta que la tasa de 
								reproducción de Homo neanderthalensis 
								era muy baja, como en todas las especies de 
								homínidos y como en la megafauna. "Por eso, en 
								competencia con Homo sapiens, 
								estaba condenado al ocaso", subraya 
								Martínez-Navarro. Así, los neandertales fueron 
								parte de los grandes mamíferos potencialmente 
								perseguidos como presas para nuestra especie, 
								del mismo modo que, históricamente, aún lo son 
								los orangutanes, los gorilas y los chimpancés, 
								todos ellos miembros de nuestra propia familia 
								taxonómica.  | 
							
						
						
						 "Lo 
						más posible es que el mismo fenómeno sucediera cada vez 
						que una especie del género Homo tecnológicamente más 
						evolucionada se superpuso a otra tecnológicamente menos 
						avanzada, como el Homo erectus o el 
						Homo floresiensis", indica Hortolà.
 
					
					Ambos 
					admiten que aunque en la etapa actual de conocimiento del 
					registro arqueológico, el principal supuesto de esta 
					investigación sólo puede ser considerado como una hipótesis 
					de trabajo, "lo que da sentido a la explicación sugerida (el 
					genocidio neandertal debido a la matanza y depredación como 
					parte habitual de la estrategia de la competencia de los 
					sapiens) es consecuencia de nuestro secular comportamiento 
					como primate carnívoro territorial y social". (Fuente: IPHES)
			
				
					
						
						
						Pseudoloris cuestai. Han descubierto una 
						nueva especie de primate fósil.
						
						 Publicado 
			en la Revista 
			Paleo. 
					Año 10. Numero 68. Mayo de 2012.
						
						Una 
						nueva especie de primate ha sido encontrada en Soria y 
						bautizada como Pseudoloris cuestai. Sus restos fósiles 
						dentales, hasta 22 piezas en general muy completas, 
						pertenecen a la colección del Institut Català de 
						Paleontologia Miquel Crusafont (ICP), donde trabajan sus 
						descubridores.
						
						
						Pseudoloris cuestai habría sido un primate medio dentro 
						de su género y se diferencia claramente de los restos 
						encontrados en las cuencas pirenaicas como P. isabenae 
						de Capella (La Ribagorza aragonesa), P. parvulus de 
						Sossís (el Pallars Jussà catalán) o P. pyrenaicus de 
						Sant Jaume de Frontanyà (el Berguedà catalán).
						
						Estas 
						diferencias dan más fuerza a la teoría de que las faunas 
						de mamíferos de las cuencas occidentales de la Península 
						Ibérica eran muy endémicas, tal y como ya lo mostraba el 
						hallazgo de otras especies de perisodáctilos, 
						artiodáctilos, roedores y primates adapiformes como el 
						género Mazateronodon, descrito por los mismos 
						investigadores en el año 2010. 
						
							
								
								  | 
								
								 
								
								Las diferentes especies extintas de Pseudoloris 
								eran primates pequeños, de unos 40 gramos, y 
								tendrían un modo de vida similar a los actuales 
								gálagos: de vida nocturna y con una dieta que 
								incluiría insectos y otros pequeños animales. La 
								proporción de insectos en su dieta sería más 
								importante que en otros pequeños primates, como 
								los adapiformes. Pseudoloris tendría algunos 
								rasgos morfológicos muy parecidos a los actuales 
								tarsios. 
								
								Esta nueva especie del género Pseudoloris ha 
								sido bautizada en honor del paleontólogo Miquel 
								Ángel Cuesta Ruiz-Colmenares de la Universidad 
								de Salamanca, en reconocimiento a sus trabajos 
								en vertebrados del Eoceno en España. 
								  | 
							
						
						
						Los 
						primeros restos de Pseudoloris documentadas en la 
						Península Ibérica se deben a Miquel Crusafont, en 1967, 
						cuando identificó restos de Pseudoloris parvulus en 
						Sossís, y describió dos nuevas especies P. reguanti a 
						partir de restos fósiles de Sant Cugat de Gavadons y P. 
						isabenae de Capella.
						
						Los 
						tres investigadores que firman este artículo, Raef 
						Minwer-Barakat, Judit Marigó y Salvador Moyà, han 
						publicado en los últimos meses otros trabajos sobre 
						primates adapiformes y omomiformes, que representan las 
						formas más antiguas del orden de los primates y que 
						fueron abundantes y variadas en el hemisferio norte 
						durante todo el Eoceno.
						
						En 
						junio de 2010, estos investigadores publicaron en la 
						revista Journal of Human Evolution la descripción de 
						Mazateronodon endemicus, un nuevo género de primate 
						adapiforme, descrito a partir de restos recuperados en 
						el yacimiento de Mazaterón en Soria. En octubre del 
						mismo año se publicaba en la revista American Journal of 
						Physical Anthropology una nueva especie primate, 
						Pseudoloris pyrenaicus, esta vez a partir de los restos 
						fósiles recuperados en Sant Jaume de Frontanyà (Berguedà).
						
							
								
								  | 
								
								 
								
								Pocos meses más tarde, en abril de 2011 y otra 
								vez en el Journal of Human Evolution, se 
								publicaba la descripción del primate adapiforme 
								Anchomomys frontanyensis, a partir de la 
								dentición más completa de este género en el 
								mundo recuperada también en St. Jaume de 
								Frontanyà. 
								
								
								El yacimiento de Mazaterón se encuentra situado 
								a unos 40 kilómetros al sudeste de Soria 
								(Castilla y León), en la Cuenca de Almazán.
								  | 
							
						
						
						Su 
						secuencia fosilífera es la más antigua de esta cuenca, 
						de hace unos 40,5 millones de años. En este yacimiento 
						se han recuperado los restos de fauna más ricos de todo 
						el Eoceno continental de la Cuenca del Duero: se han 
						identificado hasta 27 vertebrados, que incluyen peces, 
						tortugas, cocodrilos, perisodáctilos, artiodáctilos, 
						primates y roedore
 
					
					Destacan 
					las tres formas de primates encontradas hasta ahora: 
					Mazateronodon endemicus, restos de un adapiforme mayor 
					asignado de manera tentativa a Adapis, y las 22 restos que 
					se presentan en este estudio y que han permitido describir 
					la nueva especie Pseudoloris cuestai.
			
				
					
					
					Los neandertales europeos estuvieron al filo 
					de la extinción antes de la llegada de los humanos modernos.
					
					 Publicado 
			en la Revista 
			Paleo. 
					Año 10. Numero 68. Mayo de 2012.
					
					Un estudio 
					genético publicado en la revista Molecular Biology and 
					Evolution pone de manifiesto que los neandertales 
					desaparecieron de la mayor parte del continente europeo hace 
					unos 50.000 años y que, posteriormente, un pequeño grupo 
					recolonizó Europa central y occidental, donde sobrevivieron 
					otros 10.000 años antes de que los humanos modernos entraran 
					en escena. El estudio ha sido llevado a cabo por 
					investigadores suecos y españoles en Uppsala, Estocolmo y 
					Madrid, en el marco de un proyecto internacional en el que 
					ha participado Juan Carlos Díez Fernández-Lomana, 
					responsable del Grupo de investigación Arqueología 
					Prehistórica de la Universidad de Burgos.
					
						
							| 
							 
							   | 
							
							 
							
							“El hecho de que los neandertales de Europa casi se 
							extinguieran para luego recuperarse, y que todo eso 
							sucediera mucho antes de que tuvieran contacto con 
							los humanos modernos, fue una completa sorpresa para 
							nosotros, ya que indica que los neandertales 
							pudieron ser más sensibles a los dramáticos cambios 
							climáticos que ocurrieron durante la última edad del 
							hielo de lo que se pensó previamente”, explica Love 
							Dalén, del Museo Sueco de Historia Natural en 
							Estocolmo.  | 
						
					
					
					Al realizar 
					los análisis de ADN sobre fósiles de neandertales 
					encontrados en el norte de España, entre ellos la mandíbula 
					de un adolescente neandertal hallada en la cueva burgalesa 
					de Valdegoba, los investigadores notaron que la variación 
					genética entre los neandertales europeos fue extremadamente 
					limitada durante los 10.000 años que precedieron a su 
					desaparición. Fósiles europeos y asiáticos más antiguos 
					muestran mayores niveles de variación genética, los mismos 
					que se encuentran en otras especies que han sido abundantes 
					durante mucho tiempo en un mismo territorio.
					
					“La 
					diversidad genética de los neandertales más antiguos y de 
					los asiáticos era tan alta como la de los humanos modernos 
					como especie, mientras que la variación de los últimos 
					neandertales europeos no alcanzaba a la de los humanos 
					modernos de Islandia”, asegura Anders Götherström, de la 
					Universidad de Uppsala. 
					
						
							| 
							 
							   | 
							
							 
							
							Los resultados presentados en el estudio se basan 
							exclusivamente en ADN muy degradado, por lo que los 
							análisis requirieron el uso de metodologías 
							avanzadas tanto de laboratorio como de procesamiento 
							de datos.  
							
							
							Debido a ello, el equipo de investigación involucró 
							a especialistas de varios países incluyendo 
							estadísticos de Dinamarca y Estados Unidos, expertos 
							en secuenciación moderna de ADN de Dinamarca, y 
							paleontólogos de España.  
							
							
							Sólo cuando todos los miembros del equipo 
							internacional revisaron sus hallazgos, tuvieron la 
							certeza de que los resultados revelaban una 
							importante y hasta entonces desconocida parte de la 
							historia de los neandertales.   | 
						
					
					
					“Este tipo 
					de estudios interdisciplinares es extremadamente valioso 
					para el avance de la investigación en evolución humana. El 
					ADN de humanos prehistóricos ha aportado hallazgos 
					inesperados en los últimos años. Es muy emocionante imaginar 
					qué nuevos descubrimientos se producirán en los próximos 
					años en este campo”, concluye Juan Luis Arsuaga, profesor de 
					Evolución Humana de la Universidad Complutense de Madrid y 
					co-director del proyecto Atapuerca. (Fuente: CGP/DICYT) 
			
				
					
					
					Nuevas investigaciones apoyan la teoría de 
					que el ‘Homo antecessor’ tuvo una relación directa con los 
					neandertales.
					Publicado 
			en la Revista 
			Paleo. 
					Año 10. Numero 68. Mayo de 2012.
					
					Aunque el 
					equipo científico no puede establecer si este húmero 
					corresponde a un hombre o a una mujer, dado que sus 
					dimensiones “no son concluyentes”, sí ha determinado que 
					muestra, al igual que el del niño, “signos inequívocos del 
					proceso de canibalismo que tuvo lugar en la cueva hace 
					900.000 años”. La investigación constata que el húmero del 
					adulto, correspondiente a un brazo izquierdo, fue quebrado 
					con un golpe para obtener la médula, lo que le produjo una 
					típica rotura en espiral de un hueso fresco. 
					
					“El impacto 
					y un trocito de hueso que quedó adherido a la diáfisis aún 
					se aprecian a simple vista”, asegura el investigador, quien 
					añade que las marcas de corte para extraer las masas 
					musculares “son numerosas y espectaculares”. Además, los dos 
					cóndilos de la epífisis distal, donde se insertan numerosos 
					músculos que permiten flexionar el brazo y los dedos, fueron 
					destrozados a golpes para separar esas masas musculares.
					
						
							
							  | 
							
							 
							A 
							pesar de los daños el equipo científico ha podido 
							analizar varios de los caracteres anatómicos de la 
							pieza, lo que ha permitido seguir explorando la 
							posición filogenética de Homo antecessor. “El húmero 
							RAFA pasará a la historia de la evolución humana con 
							todos los honores. El estudio de los rasgos 
							anatómicos de la epífisis distal de los húmeros es 
							sorprendente y nos dice que la especie Homo 
							antecessor está sin duda relacionada con los 
							homínidos de la Sima de los Huesos de Atapuerca y 
							con los neandertales. Estos caracteres anatómicos se 
							suman a otros rasgos encontrados en los dientes y en 
							el cráneo, que también aparecen en los 
							neandertales”, explica Bermúdez de Castro. 
							  | 
						
					
					
					Con todo 
					ello, los investigadores plantean que el Homo antecessor 
					tuvo una relación “directa” con los neandertales, como ya 
					propusieron en 1997. “Volveríamos así a considerar que la 
					especie de la Gran Dolina es el ancestro común de los 
					neandertales y de los humanos modernos, una hipótesis que 
					fue rechazada frontalmente por nuestros colegas. Sin 
					embargo, existen explicaciones alternativas”, subraya el 
					director del Cenieh. 
					
						
							
							  | 
							
							 
							
							Así, los supuestos rasgos neandertales de Homo 
							antecessor podrían, a su juicio, ser “caracteres 
							anatómicos que aparecieron hace tal vez un millón de 
							años en un homínido desconocido, muy posiblemente de 
							origen euroasiático”. “El homínido misterioso legó 
							estos caracteres a sus descendientes. Homo 
							antecessor, Homo heidelbergensis, Homo 
							neanderthalensis y quizá otras especies todavía por 
							descubrir, serían “hijas" de este padre común, 
							nacidas en momentos diferentes de la historia de la 
							evolución humana”.   | 
						
					
					
					De este 
					modo, “todas ellas serían especies hermanas, ligadas por un 
					parentesco común, que nos tocará averiguar en el futuro. El 
					nivel TD6 de Gran Dolina tiene muchas respuestas, tan sólo 
					queda esperar el feliz momento de volver a excavar en este 
					fascinante lugar de la Sierra de Atapuerca”, concluye. 
					(Fuente: CGP/DICYT)
			
				
					
						
						
						
						Encuentran fósil clave para entender el 
						origen del ser humano.
						
						
						 Publicado 
			en la Revista 
			Paleo. 
					Año 10. Numero 68. Mayo de 2012.
						
						Tras 70 
						años de misterio e infructuosas búsquedas, un nuevo 
						estudio histórico llevado a cabo por expertos de China y 
						Sudáfrica asegura que los restos perdidos del "Hombre de 
						Pekín", uno de nuestros más antiguos antepasados, se 
						encuentran enterrados en una zona sobre la que hay 
						actualmente un aparcamiento.
						
						Así lo afirma el profesor sudafricano Lee Berger, de la 
						Universidad de Witwatersrand, quien ayudado por dos 
						investigadores chinos del Instituto de Paleontología de 
						Pekín intenta acabar con uno de los grandes enigmas 
						arqueológicos del siglo XX, el paradero de unos fósiles 
						clave para entender el origen del ser humano.
						
						Éstos se extraviaron durante la Segunda Guerra Mundial, 
						en 1941, cuando el ejército estadounidense los intentaba 
						sacar de China para protegerlos de los invasores 
						japoneses, pero su pista se perdió en el puerto de 
						Qinhuangdao, en el fragor de la batalla, cual Arca 
						Perdida o Santo Grial en las películas de Indiana Jones.
						
							
								
								  | 
								
								 
								
								Tras más de siete décadas, los expertos de China 
								y Sudáfrica afirman que los restos del "Homo 
								Erectus Pekinensis" podrían hallarse en una zona 
								ahora densamente urbanizada de Qinhuangdao (el 
								puerto del norte de China donde la Gran Muralla 
								da al mar), donde en aquel entonces había una 
								base militar chino-estadounidense. 
								 
								El estudio, publicado este mes en el "South 
								African Journal of Science" y del que hoy se 
								hace eco el oficial "China Daily", basa esta 
								teoría en un marine estadounidense de esa época, 
								Richard Bowen, quien afirma haber visto los 
								famosos fósiles en 1947. 
								
								
								Bowen, que ahora tiene más de 80 años, estaba 
								destinado en la base durante la guerra civil 
								entre los nacionalistas del Kuomintang, a los 
								que apoyaba EEUU, y los comunistas liderados por 
								Mao Zedong, que rodearon la instalación con 
								250.000 soldados en su avance hacia Pekín.  | 
							
						
						
						En la 
						noche anterior a la captura de la base, Bowen recuerda 
						haber visto enterradas cajas con fósiles que ahora los 
						expertos relacionan con los restos del "Hombre de 
						Pekín":
						
						
						"Cavamos un montón de agujeros para colocar 
						ametralladoras, y en uno de ellos encontramos cajas 
						llenas de huesos. Era de noche y nos dio un poco de 
						miedo, así que rellenamos aquel agujero e hicimos 
						otro... Después fuimos evacuados a Tientsin (la actual 
						Tianjin) y luego a Estados Unidos", contó el ex marine a 
						los expertos.
						
						Éstos 
						creen más que probable que los huesos pertenezcan a los 
						preciados fósiles, ya que seis años antes estaban en 
						manos de militares también estadounidenses y en la misma 
						ciudad, entonces conocida en Occidente como Chinwangtao.
						
						Gracias a las precisas informaciones del marine, el 
						estudio ha determinado que el lugar más probable donde 
						se encuentran ahora enterradas esas cajas es un 
						aparcamiento de unos almacenes de la Compañía de 
						Exportación e Importación de Comida de Hebei, la 
						provincia vecina a Pekín donde se halla Qinhuangdao.
						
						Los restos del "Hombre de Pekín", pertenecientes a al 
						menos seis antepasados (dos de ellos adolescentes), 
						fueron hallados entre 1929 y 1937 por antropólogos 
						suecos, canadienses y austríacos en el yacimiento de 
						Zhoukoudian, al sur de Pekín, que desde 1987 está en la 
						lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
						
							
								
								  | 
								
								
									
									
									Estos restos de entre 300.000 y 500.000 años 
									de antigüedad, según algunos paleontólogos, 
									están emparentados con el "Hombre de Java" 
									(aunque hay corrientes científicas que no 
									reconocen a éste como un humano verdadero) y 
									podrían ser las primeras muestras de "Homo 
									Erectus" en el planeta y dar claves sobre la 
									expansión del hombre por la actual Asia.  
								
								
								Aunque los restos se perdieron, los científicos 
								continúan estudiándolos, usando fieles copias de 
								los fósiles realizadas en los años treinta, así 
								como nuevos hallazgos que se encontraron 
								posteriormente en ese lugar, ya en la época 
								comunista, aunque no tan completos. 
								 
								Los restos perdidos, estudiados sobre todo por 
								el canadiense Davidson Black, desaparecieron en 
								1941 precisamente en Qinhuangdao, cuando el 
								ejército de EEUU intentaba enviarlos por barco a 
								América para protegerlos de la invasión 
								japonesa, con el permiso expreso del Gobierno de 
								la República de China (Kuomintang)  | 
							
						
					 
					
					Hay teorías 
					para todos los gustos, desde la que asegura que los 
					japoneses los robaron y los tienen actualmente, hasta que 
					traficantes de fósiles, un importante mercado negro en el 
					mundo, esperan al mejor postor para sacarlos del olvido.
					
					Tanto el Gobierno de EEUU como el de China han lanzado 
					campañas de búsqueda durante décadas, e incluso ofrecieron 
					grandes recompensas a quien pudiera recuperar estos 
					importantes restos de nuestros antepasados.
					
					Aunque por ahora no han conseguido sus frutos, quizá pronto, 
					bajo un aparcamiento, se logre resolver el gran misterio.
			
				
					
					
					Robert Broom, un medico africano en busca del 
					origen de la humanidad.
					
					
					 Publicado 
			en la Revista 
			Paleo. 
					Año 10. Numero 67. Marzo de 2012.
					
					Por el Lic. 
					Mariano Magnussen Saffer. Director de Grupo Paleo y 
					Presidente de la Asociación de Amigos del Museo Municipal 
					Punta Hermengo.
					
					marianomagnussen@yahoo.com.ar 
					
					Fuente:
					
				Magnussen Saffer, 
					Mariano (2012). Robert 
					Broom, un medico africano en busca del origen de la 
					humanidad. Paleo, 
					Revista Argentina de Paleontología. Boletín Paleontológico. 
					Año 10. 66: 16-17.
					
					Robert 
					Broom, junto con Louis Leakey y Raymond Arthur Dart forma la 
					terna de paleoantropólogos pioneros en buscar los orígenes 
					del hombre en el continente africano, contra la opinión de 
					la comunidad científica de su tiempo. Broom centró su 
					actividad en Sudáfrica.
					
					El profesor 
					Robert Broom, nacido el 30 de noviembre de 1866 en Paisley, 
					Escocia.fue un médico y paleontólogo sudafricano. Se recibió 
					de médico en 1895 y rindió su doctorado en 1905 en la 
					Universidad de Glasgow. En 1893 se casó con Mary Baird 
					Baillie.
					
					Entre 1903 
					y 1910 fue profesor de Zoología y de Geología en el Victoria 
					College de Stellenbosch (Sudáfrica), y posteriormente se 
					convirtió en conservador de paleontología de los vertebrados 
					en el Museo Sudafricano de Ciudad del Cabo. Broom se dio a 
					conocer por primera vez por su estudio de los reptiles 
					mamiferoides. Después del descubrimiento de Raymond Dart del 
					niño de Taung, un australopiteco juvenil, el interés de 
					Broom en la Paleoantropología aumentó. 
					
						
							| 
							 
							   | 
							
							 
							La 
							carrera de Broom parecía acabada, y se estaba 
							hundiendo en la pobreza, cuando Dart escribió a Jan 
							Smuts para explicarle la situación. Smuts presionó 
							el gobierno sudafricano y consiguió obtener un 
							puesto para Broom, en 1934, como ayudante de 
							Paleontología del Museo del Transvaal en Pretoria. 
							Durante los años siguientes, hizo una serie de 
							descubrimientos espectaculares, incluyendo 
							fragmentos de seis homínidos en Sterkfontein, que 
							llamó Plesianthropus transvaalensis, 
							coloquialmente llamado Sra. Ples, pero que más 
							adelante fueron clasificados como adultos de 
							Australopithecus africanus .   | 
						
					
					
					También 
					hizo más descubrimientos en Kromdraai y Swartkrans. En 1937, 
					Broom hizo su descubrimiento más célebre, el de 
					Paranthropus robustus . Estos descubrimientos 
					contribuyeron a apoyar las afirmaciones de Dart sobre la 
					especie de Taung.
					
					El resto de 
					la carrera de Broom la dedicó a la exploración de estos 
					yacimientos y la interpretación de los numerosos restos de 
					homínidos primitivos que se encontraron. En 1946 propuso la 
					subfamilia de los australopitecinos. Continuó escribiendo 
					hasta sus últimos días. Poco antes de morir, acabó un 
					monográfico sobre los australopitecinos y remarcó a su 
					sobrino: Ahora ya está acabado... y yo también.
					
						
							| 
							 
							   | 
							
							 
							
							Sin dudas, su principal contribución al estudio del 
							origen de los humanos, lo logro en el año 1937, 
							cuando encontró el fósil de Paranthropus 
							robustus, un homínido fósil que vivió en Sudáfrica hace entre 2 y 1,2 
							millones de años, en las edades Gelasiense y 
							Calabriense (Pleistoceno inferior a medio). Fue la 
							primera especie descubierta del género 
							Paranthropus, aunque durante un tiempo se 
							consideró perteneciente al género 
							Australopithecus. 
							La 
							denominación de robustus se debe a que 
							los primeros hallazgos, en el sur de África, eran 
							restos de mandíbula de gran tamaño, lo que hizo 
							pensar que el resto del cuerpo seria enorme. 
							  | 
						
					
					
					Pero los 
					descubrimientos han rechazado esta teoría, y P. 
					robustus tenía una corpulencia similar a la de sus 
					antepasados Australopithecus. La especie 
					Paranthropus robustus sólo ha sido hallada en 
					Sudáfrica, y su especialización parece ser menor que la de 
					su primo el Paranthropus boisei, quizás porque 
					no vivió en medios tan secos como aquél.
					
					La vida del
					Paranthropus robustus se desarrolló en un 
					periodo 2 y 1,2 millones de años por lo que también pudo 
					convivir con otras especies de nuestro linaje.
					
					Robert 
					Broom falleció el 6 de abril de 1951.
					
					Bibliografía Sugerida:
					
					
					
					Broom, R. (1938). «The Pleistocene anthropoid apes of South 
					Africa» Nature 142:  pp. 377-379.
					
					
					
					Broom, R. (1950). «The genera and species of the South 
					African fossil ape men» . American Journal of Physical 
					Anthropology 8:  pp. 1-14.
					
					
					D. M. S. Watson, "Robert Broom. 1866-1951" Obituary 
					Notices of Fellows of the Royal Society, Vol. 8, No. 21 
					(Nov., 1952), pp. 36-70. 
					
					
					Johanson, Donald & Maitland Edey. Lucy: The Beginnings of 
					Humankind. 
					New York: Simon & Schuster, 1990 ISBN 0-671-25036-1 
					
					
					
					Mayr, E. (1963)  Animal 
					species and evolution. Cambridge, Massachusetts: Belknap 
					Press, Harvard Univ. 
					Press. pp. 797. 
			
				
					
					
					Hispanopithecus laietanus, detalles de su 
					extinción.
					
					
					 Publicado 
			en la Revista 
			Paleo. 
					Año 10. Numero 67. Marzo de 2012.
					
					Hace 10 
					millones de años vivía en Cataluña, Jordi. Era un hominoideo, 
					un primate sin cola, con la nariz con los orificios nasales 
					hacia abajo, no muy grande y con aspecto pues de mono.
					
					Jordi 
					era un Hispanopithecus laietanus, el 
					único ejemplar del que se tiene constancia. Ahora un equipo 
					de paleontógos del Instituto Catalán de Paleontología Miquel 
					Crusafont presentan las causas de la extinción de este 
					primate del pasado, de este primer catalán. Los publica la 
					revista Journal of Human Evolution.
					
					Jordi 
					fue descubierto en 1990 en el yacimiento de Can Llobateres, 
					en Sabadell, por un equipo liderado por Salvador Moyà, que 
					hoy es el director del ICP pero entonces investigador del 
					Instituto Paleontológico de Sabadell. Los paleontólogos 
					recuperaron parte de un cráneo y de un esqueleto de esta 
					especie. Y estos restos son los conocidos como Jordi.
					
						
							
							  | 
							
							 
					Ahora 
					sabemos, después de analizar los huesos que Jordi se movía y 
					tenía un tipo de vida parecida a la de los actuales 
					orangutanes, es decir, podía suspenderse de las ramas de los 
					árboles y desenvolverse en las alturas con agilidad y 
					también caminar por el suelo a cuatro patas.  
							
							Los 
					científicos, liderados por el paleobotánico Josep Marmi, han 
					reconstruido a partir de fósiles de plantas hallados el 
					ambiente que dominaba en la cuenca del valle del Penedés 
					cuando vivió Jordi.  | 
						
			
			
					Han 
					averiguado que predominaban dos paisajes, una zona abierta 
					pero llena de árboles, en su mayoría de hoja caduca y otra 
					zona, más típica subtropical, o sea, bosque húmedo y cercano 
					a alguna masa de agua, ya fuera el mar o algún lago o 
					pantano. En este último vivía Jordi. Abundaban las palmeras, 
					los ficus, los helechos y el carrizo.
					
					Allí 
					Jordi podía encontrar comida todo el año. Él comía vegetales 
					, hojas, hierbas, cortezas, frutos y probablemente de vez en 
					cuando picaba algún invertebrado. Todo iba bien y la comida 
					abundaba mientras este fue el paisaje. Pero llego un 
					momento, en el que el clima cambió, desapareció la parte 
					húmeda tropical y empezó a dominar el paisaje de árboles 
					caducifolios. Así el alimento del Jordi empezó a escasear y 
					lo condujo a la extinción.
			
				
					
						
						
						La desaparición local del elefante hizo 
						surgir a los humanos modernos en detrimento del Homo 
						erectus.
						
						 Publicado 
			en la Revista 
			Paleo. 
					Año 10. Numero 64. Marzo de 2012. 
					 
						
						Los 
						elefantes fueron durante mucho tiempo parte de la dieta 
						del Homo erectus. Pero la importancia de esta fuente 
						específica de alimento, en relación con la supervivencia 
						del Homo erectus y la evolución de los humanos modernos, 
						ha sido pasada por alto, hasta ahora.
						
						Los investigadores Ran Barkai, Miki Ben-Dor y Avi Gopher, 
						del Departamento de Arqueología y Estudios del Antiguo 
						Oriente Próximo, en la Universidad de Tel Aviv, 
						examinaron y analizaron datos publicados que describen 
						los huesos de animales asociados con el Homo erectus en 
						el yacimiento arqueológico acheuliano de Gesher Benot 
						Ya'aqov, ubicado en el norte de Israel.
						
							
								| 
								 
								   | 
								
								 
								
								Como resultado de su análisis, determinaron que 
								los huesos de elefante representaban tan sólo 
								entre un 2 y un 3 por ciento del total. Sin 
								embargo, este pequeño porcentaje es engañoso, 
								según los autores de la nueva revisión de datos.
								 
								
								
								Aunque el animal de seis toneladas puede estar 
								representado por sólo un pequeño porcentaje de 
								huesos en el citado yacimiento, realmente 
								proporcionó a sus cazadores humanos alrededor 
								del 60 por ciento de las calorías de origen 
								animal presentes en la dieta de esas personas.  | 
							
						
						
						El 
						elefante, un enorme paquete de carne que es 
						relativamente fácil de localizar y cazar, si un grupo 
						numeroso y bien coordinado de humanos le ataca, 
						desapareció de Oriente Medio hace 400.000 años. Este 
						acontecimiento debió producir una considerable merma en 
						los recursos nutricionales del Homo erectus.
						
							
								| 
								 
								   | 
								
								 
								
								El equipo del profesor Israel Hershkovitz, de la 
								facultad de medicina en la citada universidad, 
								relacionó esta evidencia dietética con otras 
								pistas culturales y anatómicas, llegando a la 
								conclusión de que los nuevos homínidos 
								recientemente descubiertos en la Cueva de Qesem 
								en Israel (que debían ser más ágiles y astutos 
								para satisfacer sus necesidades dietéticas con 
								presas más pequeñas y rápidas) se impusieron en 
								Oriente Medio, y acabaron por reemplazar al Homo 
								erectus.  | 
							
						
					 
					
					Los 
					hallazgos hechos en el nuevo estudio sugieren que la 
					desaparición de los elefantes en la región hace 400.000 años 
					fue la razón de que los seres humanos modernos aparecieran 
					en Oriente Medio y se impusieran aquí.