El
Parque del Museo. Un lugar para explorar.
El Museo de
Ciencias Naturales de Miramar, esta ubicado en el Bosque
del Vivero Dunicola Florentino Ameghino de 502 hectáreas,
de las cuales, aproximadamente 5 corresponde a esta
institución, con enormes y variadas plantas y árboles.
Allí cuando el visitante ingrese al predio, podrá
descubrir animales a escala natural, recreados para la
ilustración y educación publica. Además hay varias
sorpresas por encontrar.
Escultura
tamaño natural del Tigre Dientes de Sable (Felipeda
miramarensis). Por el paleoartista José Luís Gómez y
pintado por Mariano Magnussen. También se exhiben a su lado, las
únicas huellas fósiles de un dientes de sable en el
mundo, Felipeda
miramarensis, hallados en nuestra ciudad.
El tigre dientes de sable fue uno
de los grandes triunfos evolutivos de los mamíferos
depredadores. Smilodon significa “dientes de sable”,
característica que evidencia su acentuada
especialización en la cacería de presas grandes, como
los
megaterios y el mastodontes, enormes mamíferos hoy
desaparecidos. El Smilodon superaba el peso y tamaño que
el león actual; sin embargo, sus proporciones corporales
diferían de las de cualquier félido moderno. Las
extremidades posteriores del Smilodon populator eran más
cortas y robustas, su cuello proporcionalmente más
largo, y el lomo más corto. La extraordinaria
peligrosidad de este félido se debía al gran desarrollo
de la parte anterior de su cuerpo y al tamaño asombroso
de sus caninos superiores, que llegaban a sobresalir más
de quince centímetros. Todo su cuerpo tenía una
estructura poderosa y los músculos de los hombros y del
cuello estaban dispuestos de tal manera que su enorme
cabeza podía lanzarse hacia abajo con gran fuerza. Las
mandíbulas se abrían formando un ángulo de más de 120
grados, permitiendo que el par de los inmensos dientes
de sable que tenía en el maxilar superior se pudiera
clavar en sus víctimas. En la sala del Museo, se expone
un increíble esqueleto de Smilodon populator.
En
el Museo de Ciencias Naturales de Miramar, se encuentran
depositados restos originales de Tigres dientes de Sable,
como así también, la copia de un esqueleto en
exhibición, y las huellas únicas en el mundo.
Escultura
tamaño natural del Gliptodonte (Panochthus
tuberculatus). Por José Luís Gómez.
El
Panochthus
tuberculatus, su coraza en forma
de casco prusiano. Las placas que forman este formidable
caparazón son gruesas, presentando un relieve con
pequeñas figuras circulares y uniformes finamente
punteadas. La coraza de este género se caracteriza por
un marcado alargamiento de la región pélvica en
detrimento de la zona torácica, estando constituida la
ornamentación de cada placa por un gran número de
figuritas finamente puntuadas, Su tubo caudal que se
observa en la fotografía de abajo, tiene gran tamaño y
es muy chato a comparación de las otras especies, con
notables cicatrices donde tal vez, llevaría un grupo de
largas y punteabudas espinas corneas, la cual, se convertía en un arma muy
efectiva cuando era amenazado por los carnívoros de la época. Su
cráneo era corto pero muy robustos, acompañados de una increíbles y
grotescas mandíbulas. Sus patas eran gruesas y cortas. Su pelvis al
igual que gran parte de su columna se encontraba soldada a la coraza
dorsal. Los hallazgos de trozos de coraza de Panochthus
en toda la región son algo frecuente.
En el Museo de
Ciencias Naturales de Miramar; podemos observar distintos
restos de Gliptodonte, incluyendo a
Panochthus.
También hay un esqueleto muy completo de un
Glyptodon
y
Neosclerocaliptus.
Muchas otras están depositadas en las colecciones.
Escultura
de Tortuga Laúd
(Dermochelys
coriacea)
en el predio del Museo de Ciencias Naturales de Miramar.
Escultura realizada por
Daniel Williams,
pintada por Gustavo Encina, con la asistencia
de Laura Mohana y Mariano Magnussen.
Las tortugas
Laúd (Dermochelys coriacea) adultas, son
grandes animales, no particularmente vulnerables a los
depredadores. Los huevos y las crías recién nacidas, en
cambio, son las que corren más peligro de todas. Aves,
perros y otros depredadores oportunistas han sido vistos
excavando nidos y consumiendo huevos. Las crías son
también vulnerables en el trayecto desde el nido hasta
el mar. Una vez que entran en el agua se convierten en
presas de muchos nuevos depredadores, y muy pocas
sobreviven hasta la edad adulta. Es la mayor de todas
las tortugas vivientes, alcanzando una longitud de 2
metros y un peso de más de 600 kilos. Un individuo macho
llegó a pesar 916 kilos, aunque las tortugas de este
tamaño son raras. Se encuentra en todos los mares
tropicales o subtropicales y es la única especie dentro
de la familia Dermochelyidae.
En el Museo de Ciencias Naturales
de Miramar, se exhibe un esqueleto completo, recuperado
en las inmediaciones del paraje de Centinela del Mar a
unos 65 kilómetros al sur de la ciudad de Miramar, gracias
al aviso del señor Raúl Gaviria, en Junio de1996. Se
trataba de un ejemplar de 2,10 metros de largo y una
envergadura (de una punta de la aleta a otra) de 2,50
metros y un peso estimado en media tonelada.
Posteriormente Mariano Magnussen, naturalista y técnico de este
museo, preparo el esqueleto que se encuentra en
exhibición. En Abril de 2005, se recuperó gran parte de
un esqueleto de Tortuga Laúd en las playas del Vivero
del Bosque Florentino Ameghino de Miramar.
Escultura
de Calamar Gigante del atlantico, en el Parque del Museo. Escultura
realizada por
Daniel Williams,
pintada por Gustavo Encina, con la asistencia e Laura Mohana
y Mariano Magnussen.
El calamar
gigante del atlántico (Architeuthis dux), habita en todos
los océanos, a excepción de las zonas árticas y
tropicales, y son especialmente abundantes en las aguas
japonesas. Son muchos los enigmas que rodean a estos
moluscos, ya que, al nadar en las profundidades de los
mares, no se acercan a la superficie o a las costas, y
sus avistamientos son una verdadera rareza. De hecho,
cuando son capturados suelen encontrarse en mal estado,
moribundos o muertos. En 2004, investigadores del Museo
Nacional de Ciencias de Japón y la Asociación de
observadores de Ballenas de Ogasawara consiguieron por
primera vez imágenes de un calamar gigante en estado
vivo, y en 2012 Discovery Channel logró filmar a este
animal en su ambiente natural. El ejemplar más grande
hasta ahora conocido se corresponde con el cadáver de
una hembra varada en las costas de Nueva Zelanda en 1887
que medía casi 18 metros. Son animales con tentáculos
extremadamente largos que pueden llegar a medir seis
veces la longitud de su manto y, a diferencia de otros
calamares, estos no son retráctiles.
En el Museo de
Ciencias Naturales de Miramar; no tenemos ningún
ejemplar de Calamar Gigante original, pero en junio 2011,
apareció muerto un Cachalote
(Physeter
macrocephalus).
El Cachalote, es su depredador natural, y por lo general
tiene marcas o cicatrices de defensa del calamar
gigante. Pudimos registrar fotográficamente estas
marcas, las cuales son impresionantes.
Para buenos
observadores. La fauna en nuestro parque.
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Lechuza
de Campanario Común (Tyto alba). |
Chimango
(Polyborus milvago).
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Tero
Común (Vanellus chilensis). |
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Benteveo o Bienteveo (Pitangus sulphuratus).
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Hornero
Común (Fumarius rufus). |
Rana Arborícola o Rana de Zarzal
(Hyla pulchella). |
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Lagarto o Falsa
Culebra de Cristal
(Ophiodes vertebralis).
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Sapo Común o de Jardín (Rhinella
arenarum).
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Peludo o Quirquincho Pampeano
(Chaetophractus villosus). |
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Cuis Pampeano (Cavia
aperea pamparum). |
Murciélago Común o Moloso Común
(Tadarida
brasiliensis).
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Libélula
(Rhionaeschna bonariensis) |
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