En Mayo de 2016, el Museo Municipal Punta
Hermengo dio a conocer el hallazgo de paleoicnitas o huellas
fosilizadas de distintos animales prehistóricos que vivieron
hace 100 mil años antes del
presente. Lo que se destaca de estas huellas es la presencia por
primera vez de un gran tigre dientes de sable, únicas en el
mundo, el cual fue bautizado científicamente como Felipeda
miramarensis (2018). A continuación hacemos un repaso
sobre los estudios en el yacimiento..
La noticia en los medios del mundo.
Hallan las primeras huellas de un
gran tigre dientes de sable de 100 mil años de
antigüedad en Miramar.
El peculiar
hallazgo fue realizado en la localidad balnearia de Miramar,
Argentina por miembros del Museo local, quienes descubrieron un
yacimiento con huellas prehistóricas de 100 mil años de
antigüedad. Entre ellas, la de un gran tigre dientes de sable.
El hallazgo de
un nuevo yacimiento paleoicnologico fue dado a conocer por el
personal del Museo Municipal Punta Hermengo de la ciudad de
Miramar, a unos 450 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires,
sobre la costa atlántica.
El yacimiento
paleontológico rico en restos óseos de enormes criaturas
prehistóricas que alguna vez habitaron la región pampeana, ahora
sorprende al mundo científico al revelar un fabuloso yacimiento
paleoicnologico, es decir, un yacimiento con huellas o pisadas
de enormes y pequeños animales que habitaron esa zona durante el
Pleistoceno tardío, hace unos 100 mil años antes del presente.
El sitio fue bautizado
como “punta verde” y se encuentra ubicado dentro del
sitio paleontológico mundialmente conocido como “Punta
Hermengo”, estudiado desde principios del siglo XX por
el mismo sabio Florentino Ameghino y explorado por
numerosos científicos durante décadas, principalmente
del Museo Argentino de Ciencias Naturales de Buenos
Aires y Museo de La Plata, como así también en las
ultimas tres décadas por el Museo Municipal de Miramar,
dependiente de la Secretaria de Turismo y Cultura de la
Municipalidad de General Alvarado.
El hallazgo fue
presentado a la comunidad científica, técnicos y aficionados
durante las XXX Jornadas Argentinas de Paleontología de
Vertebrados en la ciudad de Buenos Aires, que reúne
especialistas de todo el mundo, como Brasil, Uruguay, Suiza,
Estados Unidos, Bolivia, Paraguay y China. Actualmente el
estudio se encuentra en proceso de edición para una importante
revista científica europea.
El
descubrimiento consiste en el hallazgo de huellas fosilizadas
(también conocidas como paleoicnitas) de al menos cuatro
especies, aunque no se descartan algunas sorpresas mas,
argumento Daniel Boh, coautor de la publicación y director del
museo miramarense.
Entre ellas,
encontramos huellas de Rheidae, un ave de gran tamaño y
corredora, que llegaba a una altura de 1,50 metros. También se
recuperaron icnitas de un enorme roedor Hidrochoeridae que
podrían llegar hasta 1,30 metros de largo y pesar 65 kg.
También se registraron
huellas con tres dedos, compatible con un
Macraucheniidae. En estos mismos sedimentos hemos
recuperado restos mandibulares de Macrauchenia
patagonica, a cuya especie se le atribuye esta
huella. Sus dimensiones eran semejantes al de los
camellos actuales, pero los orificios nasales y una gran
fosa elíptica señala la presencia de una trompa, algo
más larga que la del tapir actual, señalo Mariano
Magnussen, uno de los autores de la publicación.
El hallazgo mas
novedoso corresponde a cuatro huellas pertenecientes a dos
individuos de un tigre dientes de sable. Es la primera vez que
se encuentran huellas fósiles de esta increíble criatura. El
Smilodon superaba el peso y tamaño que el león actual; sin
embargo, sus proporciones corporales diferían de las de
cualquier félido moderno. Las extremidades posteriores del
Smilodon populator eran más cortas y robustas, su cuello
proporcionalmente más largo, y el lomo más corto. La
extraordinaria peligrosidad de este félido se debía al gran
desarrollo de la parte anterior de su cuerpo y al tamaño
asombroso de sus caninos superiores, que llegaban a sobresalir
más de quince centímetros.
Los autores
llegaron a la conclusión de que se trata de las huellas de un
Smilodon populator al cual bautizaron como “Smilodonichnum”,
luego de la comparación con otras huellas de especies
fósiles y vivientes de la familia Felidae, datos biométricos
entre otras. La huella de la pata anterior tiene un ancho de de
19,2 cm y un largo de 18 cm, señalaron las fuentes.
Las observaciones
geológicas para poder interpretar en que circunstancias
un grupo de animales dejaron sus huellas y como estas se
preservaron en ese ambiente, estuvo a cargo del Dr.
Cristian Favier Dubois de la Facultad de Ciencias
Sociales de la Universidad del Centro
de la Provincia de Buenos Aires.El investigador pudo
determinar que las huellas de aves y mamíferos aquí
recuperados fueron creadas en sedimentos que pertenecían
a las orillas de un antiguo pantano o de áreas
inundadas, de poca y pobre profundidad, alimentado por
un arroyo.
Las huellas
fueron descubiertas en pleno sector turístico costero de
Miramar, por lo cual motivo la recuperación de las mismas,
debido a que corrían peligro por la depredación y la erosión. El
material será debidamente registrado para complementar la Ley
25.743 y la ordenanza municipal 248/88 que reglamentan el
patrimonio paleontológico nacional y municipal.
En las tareas
de campo, se contó con la colaboración de
Francisco De
Cianni y al Lic.
Pablo Reggio de la APN por su aporte sobre la observación de los
rastros actuales de P. onca.
Imágenes de las huellas
encontradas y los animales que las crearon.
Aspecto paleoambiental
en donde los animales prehistóricos que dejaron sus
huellas en un antiguo pantano de Miramar, hace 100 mil
años. Por el paleoartista Daniel Boh.
Un perezoso gigante
acechado por un Smilodon populator, según Daniel
Boh.
Aspecto de
los extraños Macrauchenios, por el paleoartista Daniel
Boh.
Aspecto de un roedor
gigante, cuyas paleoicnitas fueron halladas. Ilustración de
Daniel Boh.
Recreación de
representantes fósiles de la familia Rheidae.
Ilustración de Daniel Boh.
Huella de la pata
anterior y posterior izquierda de un tigre dientes de
sable Felipeda miramarensis.
Huellas de las patas
anteriores de un tigre dientes de sable Felipeda
miramarensis.
Huellas de Aramayoichnus
rheae,
un ave de gran tamaño, representados actualmente por el
ñandú.
Cinco huellas de un ave
Rheidae junto a
dos huellas de un gran roedor Porcellusignum
conculcator.
Huella de Eumacrauchenichnus
patachonicus, una especie extinta con
forma de camélido y trompa.
Aquí se observan dos
huellas que aun están con sedimento de relleno. De
quienes serán?
El técnico en
paleontología Mariano Magnussen Saffer momentos previos
a las tareas de campo.
Huellas de "Felipeda
miramarensis", un tigre dientes de sable, asignable a Smilodon
populator.
El Museólogo Daniel
Boh, durante las tareas de rescate de las huellas
fósiles de Miramar.
Por debajo de las
huellas se hallaron filtraciones de minerales y hebras
vegetales.
Observación y estudio
de las primeras huellas en el mundo de un gran dientes
de sable.
Detalles biométricos
del primer par de huellas encontradas de "Felipeda
miramarensis.",
Porcellusignum
conculcator,
el carpincho prehistórico que dejo sus huellas en Miramar.
Junio,
2018.
Un grupo de investigadores identifico las huellas
prehistóricas encontradas tiempo atrás en Miramar. Eran de un gran
roedor emparentado con los carpinchos y tendrían entre 100 y 50 mil
años.
Recientemente, un equipo de investigadores dio a conocer la
identidad de la especie que dejo sus huellas junto a otras criaturas
prehistóricas en la localidad bonaerense de Miramar, una de las
localidades con mayor trascendencia en materia paleontológica a
nivel mundial.
Las
huellas fósiles de roedores en América del Sur son escasamente
conocidas por los paleontólogos, ya que para su preservación deben
darse ciertas características ambientales, como así también su
posterior visualización en los yacimientos paleontológicos.
<<<Las
huellas de un gran roedor, fueron identificadas
como Porcellusignum
conculcator.
Un grupo de investigadores compuesto por Cristian Oliva del
Centro de Registro del Patrimonio
Arqueológico y Paleontológico con sede en la ciudad de La
Plata,
Cristian Favier Dubois del área de Investigaciones
Arqueológicas y Paleontológicas del Cuaternario Pampeano,
Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional del
Centro de la Provincia de Buenos Aires en Olavarria y por
sus descubridores, Daniel Boh y Mariano Magnussen del Museo
Municipal de Ciencias Naturales Punta Hermengo de Miramar,dieron a conocer los estudios
preliminares sobre unas antiguas huellas fosilizadas, que
pertenecieron a un roedor de gran tamaño emparentado con el
actual carpincho, el roedor viviente más grande del planeta,
(Hydrochoerus
hydrochaeris),
que pueden crecer hasta 1,30 metros de largo y pesar 65
kilos, aunque en el pasado, existieron formas más
voluminosas.
La
presentación ante la comunidad científica de los nuevos materiales
fue realizada durante las VI Jornadas Arqueológicas y VII
Jornadas Paleontológicas Regionales, que se llevaron a cabo en la
ciudad de Miramar en el mes de abril de este año. La misma reunió a
destacados investigadores de nuestro país.
“Los
restos de carpinchos fósiles ya han sido encontrados en esta zona en
estratos de más de tres millones de años, principalmente mandíbulas
y cráneos, que se conservan en el Museo Municipal Punta Hermengo de
Miramar”, argumento Daniel Boh, titular de la institución.
<<<Aspecto
del roedor de gran tamaño identificado como Porcellusignum
conculcator.
Por su
parte, Mariano Magnussen del museo local comento, “las huellas de
este roedor no estaban solas, ya que pertenecen al yacimiento
paleontológico Punta Hermengo, mundialmente conocido por los
investigadores, donde además se recuperaron las primeras huellas
fósiles atribuibles a un gran tigre dientes de sable, también de Macrauchenia, un animal similar a un camello con trompa y
un ave de gran tamaño de la familia de los ñandúes.
Las huellas del roedor recuperadas e identificadas,
pertenecen a la icnoespecie Porcellusignum
conculcator, del cual solo se conocen un puñado de
hallazgos en América. Este material contribuye notablemente
al entendimiento de estas raras huellas, aportando
información sobre su forma de vida, ecología del pasado,
etc.
La
nticia
tuvo
gran
repercusion
en medios nacionales y extranjeros.
El primer "miramarensis".
Bautizan a la nueva icnoespecie de Tigre Dientes
de Sable como "Felipeda miramarensis".
Fue presentado recientemente a la comunidad
científica internacional “Felipeda miramarensis”,
un gran tigre dientes de sable conocido a partir de las huellas
fósiles recuperadas en la ciudad de Miramar, Argentina.
El increíble hallazgo paleontológico único en el
mundo, ocurrió en septiembre de 2015 y fue realizado por
personal del Museo Municipal Punta Hermengo de la ciudad
balnearia de Miramar, a unos 450 kilómetros de Buenos Aires.
Pero recién ahora se determinó que las huellas fósiles
atribuidas a un gran tigre dientes de sable que vivió durante el
Pleistoceno (edad geológica que abarca entre 2,5 millones de
años a 10 mil años antes del presente), son las primeras
atribuibles a este felino extinto, determino la fuente.
Un equipo interdisciplinario de investigadores,
compuesto por Federico L. Agnolin (Museo
Argentino de Ciencias Naturales, Fundación Azara, Universidad
Maimonides y Conicet), Nicolás R.
Chimento, Denise H. Campo, Francisco De Cianni (Museo
Argentino de Ciencias Naturales de Buenos Aires)
y sus descubridores, Mariano Magnussen y Daniel Boh (Museo
Municipal de Ciencias Naturales “Punta Hermengo” de Miramar,
dependiente de la Secretaria de Turismo y Cultura de la
Municipalidad de General Alvarado), publicaron un extenso
trabajo (en inglés) donde demostraron la importancia del
hallazgo, y comparándolo con otras especies prehistóricas y
vivientes. Finalmente la prestigiosa revista científica
canadiense llamada “Ichnos” especialista en la temática de
huellas o trazas fósiles, y por medio de una extensa evaluación,
se publicó el resultado que los autores esperaban hace algo más
un año.
Los
tigres dientes de sable, se encuentran representados en el
registro fósil de Argentina, a partir de restos óseos
atribuibles a Smilodon populator, el mayor
representante de este grupo de felinos extintos, que superaba
los 300 kilogramos de peso. Pero hasta la fecha nunca se había
encontrado huellas de esta magnífica criatura. Fue así, que muy
cerca del centro urbano y en pleno sector turístico, Mariano
Magnussen y posteriormente Daniel Boh, encontraron huellas de
este gran felino de unos 19 centímetros de diámetro cada una.
“La
nueva icnoespecie fue bautizada científicamente como
Felipeda miramarensis, en honor a la ciudad donde se las
encontró”, argumento Daniel Boh, y agrego “desde hace décadas
Miramar ha aportado a la ciencia con numerosos descubrimientos,
pero nunca se la había homenajeado de esta forma”.
Pero
Felipeda miramarensisno estaba solo. En esos
pantanos de hace 100 mil años atrás, otras criaturas también
dejaron sus huellas a las orillas de una laguna que ya no
existe, como aves de más de un metro de altura, roedores
gigantes y un extinto camello con larga trompa. Así mismo el
equipo local recupero en varias oportunidades restos óseos de
animales parecidos a hipopótamos (Toxodon) perezosos gigantes
(Megaterio, Lestodonte y Celidoterio), caballos extintos (Hippidium)
y todo un ecosistema primitivo con peces, insectos y hebras
vegetales entre otros, declaro Mariano Magnussen, del Museo de
Miramar.
La
zona donde se recuperó este magnífico material ya era conocida
mundialmente desde fines del siglo XIX. Fue el mismo sabio
Florentino Ameghino el que destacó su importancia allá por 1908.
Posteriormente el sitio fue estudiado por décadas por el Museo
de La Plata y el Museo de Buenos Aires, y actualmente por el
Museo Municipal Punta Hermengo.
Felipeda miramarensis,
fue un tigre dientes de sable (como el popular personaje “Diego”
de la película La Era de Hielo). Sin dudas, fue uno de los
grandes triunfos evolutivos de los mamíferos depredadores. La
extraordinaria peligrosidad de este félido se debía al gran
desarrollo de la parte anterior de su cuerpo y al tamaño
asombroso de sus caninos superiores, que llegaban a sobresalir
más de treinta centímetros. Todo su cuerpo tenía una estructura
poderosa y los músculos de los hombros y del cuello estaban
dispuestos de tal manera que su enorme cabeza podía lanzarse
hacia abajo con gran fuerza. “La diferencia en tamaño de las
huellas posteriores y anteriores de Felipeda miramarensis,
refleja la anatomía de esta bestia extinta.
Este
hallazgo y otras de gran importancia científica que se vienen
desarrollando desde los últimos años, movilizo a las autoridades
para concretar en un futuro próximo, un nuevo edificio para
albergar las colección y ampliar las exhibiciones del Museo de
Ciencias Naturales de Miramar, contando con la colaboración de
la Fundación Azara.
Video
sobre Felipeda miramarensis para los
medios de comunicación.
Preguntas y respuestas frecuentes
sobre las huellas.
A poca
distancia del centro turístico de la ciudad balnearia de Miramar
(Provincia de Buenos Aires, Republica Argentina), personal del
museo local dio a conocer un yacimiento paleoicnotologico (con
huellas de animales prehistóricos) única en su tipo, por su
asociación icnologica y la presencia de un gran depredador. A
continuación se contestan las preguntas frecuentes que se hacen
sobre este hallazgo, dando un mejor panorama a estudiantes e
interesados en general.
Que son las
paleoicnitas y cual es su importancia?
Se denomina
paleoicnita a cada huella producto de la pisada dejada por un
vertebrado en tiempos remotos. La disciplina que estudia las
icnitas se denomina Paleoicnología para el caso particular de
las huellas fosilizadas. Estudiando estas pistas, los
paleontólogos obtienen datos sobre los animales que las dejaron,
como su comportamiento, si eran bípedos o cuadrúpedos, su
constitución, manera de desplazarse, patologías entre otras.
Además las paleoicnitas nos muestran de cierta manera a un
animal prehistorio “vivo”, es decir, nos cuenta otros detalles
que los huesos no nos pueden mostrar, pues, los huesos
fosilizados nos ayuda conocer el animal ya muerto, mientras que
las huellas muestran una actividad en vida del animal. Se
conocen huellas de distintos animales prehistóricos, como
dinosaurios, reptiles, tortugas, mamíferos, aves e insectos.
Quienes
encontraron las huellas de Miramar y como?
Las huellas
fósiles (paleoicnitas) fueron halladas por los autores de su
presentación; Mariano Magnussen Saffer y Daniel Boh, del Museo Municipal Punta Hermengo, que vienen con
varios años de notables y mediáticos hallazgos paleontológicos
en la zona.
El hallazgo
comenzó en una tarde de “mates” en familia a pocos metros del
sector turístico costero luego de una serie de sudestadas en el
año 2015. En esa oportunidad con los sedimentos descubiertos, se
observo un par de huellas de gran tamaño morfológicamente
similares a la familia de los felinos.
En ese momento
se registro fotográficamente. Días posteriores se acercaron
preparados para una tarea de campo, se limpio la zona y se
encontraron huellas de otros animales que sustentaban el
hallazgo del sitio paleoicnologico, el primero para el Partido
de General Alvarado. Se realizaron
unas seis campañas paleontológicas para estudiar
el lugar, fotografiar y retirar el material. Los mismos fueron
retirados con las mismas técnicas paleontológicas que se
utilizan para restos óseos y llevados al museo para su
preservación.
Se planteo si
era necesario retirarlo del lugar, pero, como es una plataforma
de erosión continua, y por al estar en pleno sector turístico, su
preservación in situ tenia poco futuro. Además es necesario
tenerlas preservadas en el museo, no solo para que el publico
las observe, sino para que estén a disposición de investigadores
y científicos de todo el mundo, y poder asignar nuevos icnogeneros o icnoespecies con material depositado.
Que son los
Icnofosiles y las paleoicnitas?
Los icnofósiles
son estructuras etológicas fósiles individualmente
identificables que reflejan en mayor o menor grado la morfología
del organismo productor. Una pista puede estar formada por un
sólo elemento (por ejemplo, una madriguera o una pisada) o por
varios elementos físicamente separados pero en conexión
etológica. Los icnofósiles son objeto de estudio por parte de la
Paleoicnología. Presentan características propias que los hacen
identificables y permiten su clasificación como parataxones:
icnogéneros e icnoespecies, y de esta manera se los asigna a un
organismo en particular. Por ejemplo las huellas de un
Macrauchenia patagonica en paleoicnologia se lo clasifica
como Eumacrauchenichnus
patachonicus.
Es raro que se puedan relacionar de manera inequívoca y precisa
con el organismo que los originó, pero en general es posible
inferir al menos la categoría taxonómica superior a la que
pertenecía el organismo productor.
En que ambiente
se crearon las huellas de Miramar?
Para
comprender como las huellas fueron preservadas durante milenios,
se observaron y estudiaron la estructura sedimentaria que las
preservo, textura, color,
geometría y contenido fosilífero conocido previamente.
Las
observaciones geológicas para poder interpretar en que
circunstancias un grupo de animales dejaron sus huellas y como
estas se preservaron en ese ambiente, estuvo a cargo del Dr.
Cristian Favier Dubois de la
Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad
del Centro de la Provincia de Buenos Aires.
El investigador pudo determinar que las huellas de aves y mamíferos aquí
recuperados fueron creados en sedimentos que pertenecían a las
orillas de un antiguo pantano o de áreas inundadas, de poca y
pobre profundidad, alimentado por un arroyo por donde
caminaron animales dejando sus huellas, cuyo pantano seguramente
sufría modificaciones estaciónales en su espesor y extensión.
El mismo arrastraba material desde las sierras, pues se encontró
depósitos arenosos y sedimentarios, con presencia abundante de
fragmentos de cuarzo. Las
huellas observadas presentan en mayor o menor medida, un
enterramiento rápido con poca exposición a la intemperie.
Como se
preservaron las huellas durante miles de años?
Para que se
preserve algo tan frágil como una huella, deben darse una serie
de circunstancias poco frecuentes en el tiempo y con un orden
especifico.
Hace milenios,
algunos animales caminaban por el borde de esta zona pantanosa,
como una laguna alimentada por un arroyo y lluvias. En algunos
momentos el agua se retraía, dejando un suave y húmedo
sedimento, por el cual los animales que se desplazaron por esta
orilla dejaban sus huellas impresas en el barro.
El sedimento
comenzaba a secarse, preservando fielmente las huellas.
Posteriormente, el arroyo crecía inundando estas zonas bajas,
llevando sedimentos arcillosos con estructuras diferentes y
tapando paulatinamente a las huellas dejadas allí, haciéndolas
eternas al estar preservadas y no expuestas a las condiciones
ambiéntales, como el sol, la lluvia, nuevas inundaciones o al
pisoteo de otros animales.
Estas huellas
halladas en Miramar y tal vez muchas mas aun por descubrir
quedaron excepcionalmente preservadas entre “capas de barro” sin
sufrir grandes modificaciones, hasta que en un momento (en la
actualidad) la sutil erosión del agua del mar y la lluvia
retiraron grano por grano, capa por capa de sedimento,
trasportando
el “relleno” que en algún momento tapo la huella.
Al principio el
agua destapa y deja al descubierto las pisadas de animales que
alguna vez transitaron la región. Luego la misma mecánica de
limpieza natural se vuelve agresiva, dañando los contornos,
hasta eliminar la huella en forma total. Antes que sucediera
esto último, intervino el Museo de Miramar para recuperarlas y
preservarlas, retirándolas y llevándolas al laboratorio, para
ser procesadas y estudiadas.
Que antigüedad
tienen las huellas y que animales vivieron en esta época?
Los depositaos
sedimentarios donde han quedado las impresiones de las patas de
estos antiquísimos animales corresponden a la Edad Pleistoceno
superior hace unos 100 mil años
antes del presente, caracterizados por capas esencialmente
arcillosas, laminadas, con delgadas intercalaciones de arenas y
restos fósiles de roedores e improntas vegetales.
El Museo
Municipal Punta Hermengo de Miramar ha recuperado en los últimos
25 años un sin fin de materiales óseos correspondientes a las
criaturas prehistóricos que alguna vez habitaron estos pantanos.
Los fósiles recuperados corresponden a toxodontes,
macrauchenias, lestodontes, celidoterios, megaterios,
gliptodontes, hippidiones, mastodontes, ciervos, camélidos,
roedores entre otros.
Muchos de ellos
se pueden observar en la sala de paleontología del Museo de
Miramar y en su propia pagina web. También es justo mencionar
que esta área es explorada y estudiada desde fines del siglo XIX
por el Museo Argentino de Ciencias Naturales de Buenos Aires y
principalmente por el Museo de La Plata.
Quienes dejaron
sus huellas halladas en Miramar?
Los autores de
la presentación del hallazgo de las huellas halladas en Miramar,
comenzaron una serie de estudios comparativos, tomando
principalmente como guía estudios previos en distintas partes
del mundo y de Argentina, con la intención de presentarlas en
las XXX Jornadas Argentinas de Paleontología de Vertebrados y en
revistas científicas especializadas.
Se tomaron
medidas biométricas y se mapearon la ubicación de las huellas
para saber como se encontraron en su momento inicial. De esta
manera se las compara con especies vivientes o ya extintas. Asi podemos saber a que grupo animal pertenecían. El
poder determinar como fue el ambiente ayuda mucho a los
investigadores, y diferenciar si el organismo productor fue un
mamífero, un reptil, un ave etc.
Por ahora,
tenemos al menos cuatro icnotaxones identificados. Dos de ellos
aun viven en nuestra región.
Una de ellas,
es ave no voladora Rheidae (Aramayoichnus rheae),
caracterizadas por aves sudamericanas similares al
avestruz, emparentada con el genero Rheadel
Pleistoceno y el ñandú actual. En estos sedimentos se
recuperaron dos bloques sedimentarios, uno con dos huellas del
mismo individuo, y el otro con cinco huellas, posiblemente de
dos individuos. Estos animales miden entre 1,50 y 1,80 metros de
altura (la hembra es un poco más pequeña), la presencia de tres
dedos en cada pie coincide con las aquí halladas. Además su
comparación con formas vivientes demuestran gran similitud,
aunque en este caso parecen ejemplares más bien jóvenes que aun
no alcanzaron su máximo desarrollo. En la región pampeana se
registran restos óseos y cáscaras de huevos fósiles desde el
Plioceno, hace 3 millones de años.
Otra especie
registrada corresponde a un gran roedor semiacuatico de la
familia Hydrochoerinae (Porcellusignum conculcator), representante fósil de los carpinchos o
capibaras. Se recuperaron dos huellas de las patas anteriores
entremezcladas con las huellas del
Rheidae.Pueden crecer
hasta 1,30 metros de largo y llegar a pesar 65 kg. Presenta pies
ligeramente palmeados. En nuestra zona hemos rescatados varias
mandíbulas y huesos aislados de este grupo. Se conocen en
sedimentos Pliocenos, mas de 3 millones de años.
Luego tenemos
una gran huella algo erosionada, pero muestra claramente tres
dedos, compatible con un Macraucheniidae (Eumacrauchenichnus patachonicus). En estos mismos
sedimentos hemos recuperado restos mandibulares de
Macrauchenia patagonica, a cuya especie se le atribuye esta
huella. Sus dimensiones eran semejantes al de los camellos
actuales, pero los orificios nasales y una gran fosa elíptica
señala la presencia de una trompa, algo más larga que la del
tapir actual. Poseía largas patas y pies ungulados, provistos de
tres dígitos.
El hallazgo mas
novedoso del sitio paleoicnologico “Punta Verde” corresponde a
cuatro huellas pertenecientes a dos individuos de un tigre
dientes de sable. Es la primera vez que se encuentran huellas
fósiles de esta increíble criatura. El Smilodonsuperaba
el peso y tamaño que el león actual; sin embargo, sus
proporciones corporales diferían de las de cualquier félido
moderno. Las extremidades posteriores del Smilodon populatoreran más cortas y robustas, su cuello proporcionalmente más
largo, y el lomo más corto. La extraordinaria peligrosidad de
este félido se debía al gran desarrollo de la parte anterior de
su cuerpo y al tamaño asombroso de sus caninos superiores, que
llegaban a sobresalir más de quince centímetros. A este nueva
icnoespecie fue bautizada a partir de las huellas encontradas
como Felipeda miramarensis honrando la localidad
donde se las hallo y que aporto tanto al desarrollo de la
paleontología.
Que otros
sitios similares se conocen en el mundo?
Si bien los
sitios paleoicnologicos son poco frecuentes, se conocen muchos
de ellos en el mundo, pero solo un puñado de ellos demuestras
cierta compatibilidad con el hallado en Miramar.
Entre ellos
podemos citar una especie asignable a Machairodus del
Mioceno de Salinas de Añana, España y nombradas como Felipeda parvula,
diferenciándola de
Felipeda lynxi.
Mientras que en
el continente americano se conocen paleoicnitas del Neógeno y
Cuaternario. Se reportaron huellas de un genero asignable
morfológicamente a Panthera del Pleistoceno tardío de
algunas cavernas en los Estados Unidos, Pumaeichnum biancoi
del Pleistoceno de Pehuen-Co, Argentina, Pumaeichnum
milleridel Plioceno de Vallecito-Fish Creek Basin,
California, USA, Pumaeichnum stouti del Plioceno de
Arroyo Seco del Diablo, California y por ultimo, Mitsupesdugesii, asignable a Homotheriumdel Plio-Pleistoceno
de de San Juan de los Lagos, México.
Felipeda
parvula
asignable aMachairodus y Mitsupes dugesiiasignable Homotherium, ambos fueron tigres dientes de sable
emparentados con Smilodon populator y autor de las
huellas encontradas en Miramar. Estos fueron antecesores a la
versión del Pleistoceno tardío de América del Sur, pero de mucho
menor tamaño.
Como fue
Smilodon?
El tigre dientes de sable fue uno de
los grandes triunfos evolutivos de los mamíferos depredadores. Smilodonsignifica “dientes de sable”, característica que evidencia su
acentuada especialización en la cacería de presas grandes, como el megaterio y el mastodonte, enormes mamíferos hoy desaparecidos.
El primer hallazgo de un smilodonte en nuestro país fue realizado
por el naturalista Francisco Javier Muñiz en 1844, en la barranca del
Río Luján. En 1842 un paleontólogo danés, Peter Lund, halló fósiles en
unas cavernas del sur brasileño.
El
Smilodonsuperaba el peso y tamaño que el león
actual; sin embargo, sus proporciones corporales diferían de las de
cualquier félido moderno. Las extremidades posteriores del Smilodon
populator eran más cortas y robustas, su cuello proporcionalmente más
largo, y el lomo más corto. La extraordinaria peligrosidad de este félido
se debía al gran desarrollo de la parte anterior de su cuerpo y al tamaño
asombroso de sus caninos superiores, que llegaban a sobresalir más de
quince centímetros. A diferencia de la mayoría de los félidos, tenía
un rabo corto, como el lince o el gato montés actual. Todo su
cuerpo tenía una estructura poderosa y los músculos de los hombros y del
cuello estaban dispuestos de tal manera que su enorme cabeza podía
lanzarse hacia abajo con gran fuerza. Las mandíbulas se abrían formando
un ángulo de más de 120 grados, permitiendo que el par de los inmensos
dientes de sable que tenía en el maxilar superior se pudiera clavar en
sus víctimas.
Los dientes de sable eran ovales en sentido transversal, lo
que aseguraba una mínima resistencia cuando se hundían en su presa.
También estaban aserrados por el extremo posterior, permitiendo atravesar
la carne de la víctima con mayor facilidad. Así vivió desde hace un
millón de años, hasta que la llegada del hombre y la desaparición de las
grandes presas provocó a su vez la extinción del tigre dientes de sable
hace apenas unos 8000 años.
Los animales que vivieron en
los pantanos del Pleistoceno de Miramar.
En el Museo de Miramar se exhiben y se resguardan
en deposito una buena colección de fósiles hallados en los
paleopantanos donde aparecieron las huellas fósiles. Las
ilustraciones son del paleoartista Daniel Boh.
Sala de Paleontología
del Museo de Ciencias Naturales de Miramar.
Allí se exhiben una parte de los fósiles hallados en
estos "paleopantanos".
Mastodonte.
Macrauchenia
Megaterio
Celidoterio
Toxodonte
Hidrochoero
Lestodonte
Gliptodonte
Hippidion.
Lestodonte
y Smilodonte.
El dientes
de sable de la Era de Hielo?
Tal vez,
uno de los tigres dientes de sable mas populares de la
gran pantalla es “Diego” de la Era de Hielo. Este felino
que en la animación convive con una manada poco común,
fue un gran depredador hace miles de años en América,
desde el norte al sur, siendo Smilodon populator
la especie que desarrollo mayor tamaño y grandes caninos
que habito en Argentina, Brasil, Ecuador, Bolivia, Chile
y Uruguay, mientras Smilodon fatalistenia casi
la mitad de tamaño y habito en Venezuela, centro y
Norteamérica.
Las huellas de Miramar en la
Revista Científica Science.
First fossil footprints
of saber-toothed cats are bigger than Bengal tiger paws.
A famous fossil
trove in Argentina recently gave up a new treasure: the
first fossil footprints ever reported of the
saber-toothed cat Smilodon (above). The four
tracks, discovered last year,
are larger than those
of today’s Bengal tiger,
measuring—in one case—19.2 centimeters across. That’s
approximately the span of an adult human hand with
fingers spread wide. At the time the tracks were
made—about 50,000 years ago in the middle of Earth’s
most recent ice age—global sea levels were much lower
and the site, now a wave-washed portion of the coast
near Miramar, Argentina, would have been a few
kilometers from the sea, the researchers reported at the
30th Argentine Meeting of Vertebrate Paleontology last
month.
The ancient footprints were probably made
by S. populator, a species about 20%
heftier than today’s Bengal tiger and known to live only
in South America. (Its better-known relative, S.
fatalis, is the saber-toothed cat of La Brea Tar
Pits fame.) But because it’s so difficult to
definitively link fossils such as footprints to the
animals that made them, the newly discovered tracks will
get their own species name, in accordance with
longstanding scientific tradition. The team suggests
that the name should be Smilodonichnum miramarensis,
a Greek phrase that roughly but aptly translates as “Smilodon
footprint from Miramar.” Ver nota original en Science Magazine.
RESUMEN SOBRE
LAS HUELLAS FÓSILES DE MIRAMAR.
Actualizado en Agosto de 2018.
El peculiar hallazgo fue realizado en la
localidad balnearia de Miramar, Argentina por miembros
del Museo Municipal de Ciencias Naturales Punta Hermengo
de Miramar, quienes descubrieron un yacimiento con
huellas prehistóricas de 100 mil años de antigüedad.
Entre ellas, la de un gran tigre dientes de sable, las
primeras halladas en el mundo.
El yacimiento paleontológico, rico en
restos óseos de enormes criaturas prehistóricas que
alguna vez habitaron la región pampeana, ahora sorprende
al mundo científico al revelar un fabuloso yacimiento
paleoicnologico, es decir, un yacimiento con huellas o
pisadas de enormes y pequeños animales que habitaron esa
zona durante el Pleistoceno tardío, hace unos 100 mil
años antes del presente.
El sitio paleontológico mundialmente
conocido como “Punta Hermengo”, estudiado desde
principios del siglo XX por el mismo sabio Florentino
Ameghino y explorado por numerosos científicos durante
décadas, principalmente del Museo Argentino de Ciencias
Naturales de Buenos Aires y Museo de La Plata, como así
también en las últimas tres décadas por el Museo
Municipal de Miramar, se encuentra en plena zona
turísticas a pocos kilómetros del centro de la ciudad
bonaerense.
El descubrimiento consiste en el hallazgo
de huellas fosilizadas (también conocidas como
paleoicnitas) de al menos cuatro especies, entre ellas
Aramayoichnus rheae,
(un enorme ave Rheidae) asociadas a las
huellas de
Porcellusignum conculcator
(un roedor
Hidrochoeridae de gran tamaño), una
huella de
Eumacrauchenichnus patachonicus
(un extinto megamamifero con cuerpo de camello y trompa
como el tapir) y las huellas más destacadas y nombradas
recientemente,
Felipeda miramarensis
(pertenecientes a un gran Tigre dientes de Sable), ciya
icnoespecie homenajea a la ciudad de Miramar, lugar
donde se las hallo y localidad que brindo numerosos
hallazgos a la ciencia durante todo el siglo XX.
El sitio fue descubierto en Septiembre de
2015 por Mariano Magnussen Saffer, y estudiado
inicialmente junto a Daniel Boh, (ambos del Museo
Municipal Punta Hermengo de Miramar). Posteriormente se
incorporaron al equipo de estudio
Cristian Favier Dubois ( Facultad de
Ciencias Sociales de la
Universidad del Centro de la Provincia de
Buenos Aires) y
Cristian Oliva (Centro
de Registro del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico
de la Provincia de Buenos Aires). Por ultimo se sumaron
al equipo
Federico L. Agnolin (MACN, Fundación
Azara y Conicet), Nicolás R. Chimento (Museo Argentino
de Ciencias Naturales de Buenos Aires), Denise H. Campo
(Museo Argentino de Ciencias Naturales de Buenos Aires),
y Francisco De Cianni (Museo Argentino de Ciencias
Naturales de Buenos Aires).
Como citar la fuente;
Magnussen, M. y Boh, D. 2018. Las huellas fósiles de
Miramar. Una historia de 100 mil años. Museo Municipal
Punta Hermengo. Serie divulgativa. Segunda Edición.
Afiche
para descargar e imprimir en formato A3 - A4.
La noticia en varios
centenares de
medios de comunicación en todo el mundo.
El paleontólogo reconocido mundialmente,
Dr Fernando Novas del Museo Argentino de Ciencias
Naturales de Buenos Aires y
Francisco De
Cianni colaborador del Museo de Miramar
explicando el hallazgo a los medios
televisivos.
Tapa de
"Paleo Revista Argentina de Divulgación Paleontológica"
destacando las huellas de Miramar. Numero 148. Mayo
2016.Ver Aquí
Póster sobre las huellas de Smilodon
en su presentación durante las 30 Jornadas
Argentinas de Paleontología de Vertebrados 2016.
Videos de
las huellas encontradas en Miramar.
En el paraje conocido como Punta Hermengo de la
ciudad de Miramar, se hallaron huellas de Tigre
Dientes de Sable (Smilodon populator) de unos
100.000 años de antigüedad y únicas en el mundo
hasta el momento.