Hallazgo de un esqueleto de
|
Scelidotherium junto a su
cría. |
|
|
Por Daniel Boh y Mariano Magnussen |
Museo Municipal
"Punta Hermengo" de Miramar. |
Durante
el mes de Enero
de 2004
se realizo una excavación en la que se extrajeron
los restos fósiles de un
Perezoso gigante y su cría.
El descubrimiento fue realizado en la localidad de Mar del Sud, a
unos 17 kilómetros al sur de la ciudad turística de Miramar. El
hallazgo fue realizado por Jonathan Suárez y su padre Miguel que de
inmediato se comunicaron con el Museo Municipal “Punta Hermengo”
de Miramar.
Las tareas para recuperare los restos demandaron unas dos semanas de
arduo trabajo, en las que se lograron exhumar los restos fósiles de
dos esqueletos de Scelidotherium
leptocephalum, un gran mamífero de tres metros de largo y unas
tonelada de peso, que realizaba enormes cuevas que utilizaba para
refugiarse.
|
|
|
|
Limpiando el Abdomen
del ejemplar adulto. |
|
Mano de
Scelidotherium sobre su cría. |
|
|
|
Equipo del Museo
Punta Hermengo. |
|
Vista general del yacimiento. |
El mismo fue encontrado asociado a su cría que tiene
aproximadamente 1, 3 metros de largo y se la encontró debajo de la
cabeza de su madre. Es posible que la cueva que usaban se derrumbara
por alguna causa, dejándolos intactos en un abrazo de miles de años.
|
Articulo publicado
en el diario Hoy de La Plata. |
|
Este extraordinario hallazgo servirá para mejorar los conocimientos
sobre la antigua fauna bonaerense y el medio ambiente de aquellos
tiempos.
Participaron
en los trabajos de campo Jonathan Suárez, Juani Rodríguez, Axel
Petersen, Jorge Trusoni, Luciano Seneca, Cecilio Bajos, Eduardo Gamba,
Mariano Magnussen Saffer, Daniel Boh,
Director del Museo Municipal Punta Hermengo y miembros de la
Asociación de Amigos del Museo.
|
Destacamos la visita
del Paleontólogo Fernando Novas, quien noto la importancia del
presente descubrimiento.
Podes bajar "PaleoWeb - Boletín Paleontológico" donde se difundió el
presente hallazgo, con mucha información y su galería fotográfica,
en formato pdf (Zip). Ingresando
Aquí,
podes bajar el Boletín Paleontológico Nª 3 que contiene este
material.
Un perezoso gigante junto a su cría. Algunos
datos sobre su estudió.
Mariano Magnussen Saffer y Daniel Boh. Museo Municipal Punta
Hermengo de Miramar.
marianomagnussen@yahoo.com.ar
Recientemente, y por medio de un
trabajo científico, se dieron a conocer estudios realizados a un
ejemplar adulto y un juvenil de Scelidotherium leptopcephalum en
el interior de una paleocueva colapsada del Pleistoceno superior, en
la cual, se realizaron observaciones tafonomicas sobre ambos
individuos y el contexto en donde y como fue hallado.
El
material procede de la localidad balnearia de Mar del Sud, Partido
de General Alvarado, Provincia de Buenos Aires, Argentina, y
recuperado, restaurado, estudiado y depositado en el Museo Municipal
“Punta Hermengo” de la ciudad de Miramar.
|
La Tafonomía es la parte de la Paleontología
que estudia los procesos de fosilización y la formación de
los yacimientos de fósiles. Se puede ayudar de disciplinas
como la Ecología, la Geoquímica, la Sedimentología, etc.
Junto a la Paleobiología y la Biocronología, la Tafonomía es
una de las tres divisiones de la Paleontología. |
Los fósiles que podemos encontrar en
un estrato no tienen por qué provenir de organismos que vivieron
juntos, que compartieron el mismo ambiente e interactuaron, ni
siquiera ser de la misma edad geológica.
Los
estudios tafonómicos nos pueden permitir analizar la historia y
procedencia de los diferentes elementos de una asociación fósil,
para ello hay que tener en cuenta todos los parámetros observables
posibles, características de la matriz rocosa, rellenos,
alteraciones, encostramientos, abrasiones, erosiones,
mineralizaciones, deformación y rotura, posición y orientación,
disgregación de partes, selección de tamaños, colonización, etc.
Cuando en un mismo estrato se pueden distinguir agrupaciones de
fósiles que comparten algunos de estos factores en común se pueden
establecer «familias» tafonómicas con los restos que han compartido
una historia común, lo que indicaría una evolución tafonómica
compleja, y hay que estudiar, por tanto, cada agrupación
separadamente.
Como en otras disciplinas, lo complejo del análisis tafonómico,
exige un lenguaje específico, preciso, que exprese inequívocamete
los conceptos involucrados y necesarios para las interpretaciones
paleobiológicas, paleoecológicas, bioestratigráficas y
paleogeográficas. Por otra parte, los fósiles no son los organismos
que vivieron en el pasado, aunque fueran producidos directa o
indirectamente por ellos, y destacar esta obviedad es crucial para
evitar errores y falsas interpretaciones del registro fósil.
|
En las tareas de campo realizadas por el
museo miramarense, se recuperaron del espécimen adulto
prácticamente todo el esqueleto, pero carece de los miembros
traseros debido a la erosión, en cambio del juvenil se
encuentra completo. Este ultimo, se encontraba apoyado sobre
la cabeza del adulto.
<<<Cráneo de Adulto de
Scelidotherium. |
El
análisis del contexto sedimentario y los atributos tafonómicos
observados permitieron tener una amplia información del material
exhumado. Los datos aquí reunidos son congruentes con los
antecedentes disponibles, indicando la ocupación de grandes
madrigueras ha sido principalmente postulada como producto de la
actividad cavadora de los grandes Mylodontidae (perezosos gigantes
como Lestodon, Glosotherium y Scelidotherium).
De
tamaño menor y del grupo de los Xenarthros (perezosos) mencionados
anteriormente fueron los mamíferos mas comunes del paisaje del
Pleistoceno, ya que sus restos fósiles son muy abundantes en los
depósitos sedimentarios de este periodo. Tenía 1,7 metros de alto y
3,5 de largo. Su peso estimado es de una tonelada. El cráneo es
alargado, bajo y estrecho, con un rostro proyectado hacia adelante.
Su
alimentación consistía de vegetales que hallaba en áreas secas.
Investigadores del Museo de La Plata, habían realizado estudios
biomecánicos en los huesos de las patas delanteras
de Scelidotherium, concluyendo que estos extintos animales estaban
plenamente capacitados para emplear sus fornidos brazos para cavar.
La robustez de cada uno de sus huesos, así como las amplias manos en
forma de palas, son coherente con este comportamiento de
superexcavadores.
|
Recientemente se pudo saber por varios estos
enormes mamíferos cavaban madrigueras, las cuales realizaban
para refugiarse, o bien para invernar, ya que es posible que
tuvieran un metabolismo muy bajo, logrando una temperatura
constante de 15° c en su interior.
<<<Ejemplar juvenil de
Scelidotherium. |
Una
de ellas medía 40 metros de largo con un diámetro de 1,8 de donde se
rescataron numerosos moldes de las garras entre otras evidencias. El
autor encontró en Agosto de 2002 en el Pleistoceno de Miramar una
Paleocueva similar y de menor espectaculidad, la cual se encuentra
en estudio.
El
género Scelidotherium, básicamente diferenciable de Scelidodon por
la presencia de ciertos caracteres más derivados a nivel de los
miembros y cráneo, cuenta con al menos dos especies pleistocenas: S.
floweri y S. leptocephalum. Las especies de este género habitaron en
espacios abiertos, parcialmente arbolados, de climas templados.
|
Durante el Pleistoceno más tardío se lo encuentra también en
ambientes de altura, compatibles con condiciones ambientales
templado-frías, entre 2.000 y más de 3.000 m,
específicamente en las localidades de Las Juntas, Catamarca
y Lauricocha, Perú, aunque es importante mencionar que en
este último sitio existen evidencias que los restos fueron
llevados allí por el hombre. Geográficamente, se habría
distribuido en los territorios de Argentina, Perú, Uruguay y
Paraguay.
Otros materiales de Scelidotherium
depositados en el
Museo Municipal Punta Hermengo: Esqueleto encontrado en Centinela del Mar en 1995, restos parciales de un esqueleto de la colección
anterior al Museo, cinco cráneos y mandíbulas, icnitas de garras
en cuevas
entre otros restos aislados, como dientes, garras y huesos
largos.
<<<Esquema de la ubicación in situ de los
Scelidotherium. |
Bibliografía sugerida.
Imbellone, P. & Teruggi, M. 1988. Sedimentación crotovínica en
secuencias cuaternarias bonaerenses. II Reunión Argentina de
Sedimentología, Actas, p. 125-129.
Magnussen Saffer, Mariano (2008). Una cueva realizada por mamíferos
gigantes en el Pleistoceno de Miramar. Paleo, Boletín
Paleontológico. Año 6. Numero 29: 30-34
Magnussen
Saffer, Mariano (2014). Un perezoso gigante junto a su cría. Algunos
datos sobre su estudió. Paleo Revista Argentina de Paleontología.
Boletín Paleontológico. Año XII. 107: 19-22.
M. Magnussen Saffer, D. Boh y C. Estarli. (2014).
Asociación de un ejemplar juvenil y uno adulto de Scelidotherium
leptocephalum Owen, 1839 (Xenarthra, Mylodontidae, Scelidotheriinae
) en una paleocueva en el Pleistoceno del Partido de General
Alvarado. Aspectos Sistemáticos y Tafonomicos. XXVIII Jornadas
Argentinas de Paleontología de Vertebrados.
Zapala – Villa El Chocon, Neuquén. Mayo del 2014. Libro de Resumenes. ,
p 38.
Scillato-Yané, G.J.; Carlini, A.A.; Vizcaíno, S.F. & Ortiz
Jaureguizar, E. 1995. Los xenartros. In: Alberdi, M.T.; Leone, G. &
Tonni,E.P. (eds.) Evolución biológica y climática de la
región pampeana durante los últimos cinco millones de años,
Un ensayo de correlación con el Mediterráneo occidental. Museo
Nacional de Ciencias Naturales, Madrid, Monografías, 12:181–209.
Zárate, M.A.; Bargo, M.S.; Vizcaíno, S.F.; Dondas, A. & Scaglia, O.
1998. Estructuras biogénicas en el Cenozoico tardío de Mar del Plata
(Argentina) atribuibles a grandes mamíferos. Revista de la
Asociación Argentina de Sedimentología, 5:95-103.
Que es un Scelidoterio?
Nombre Cientifico; Scelidotherium
leptocephalum. Owen, 1840
|
|
|
De tamaño menor y del grupo de los
Xenarthros (perezosos) mencionados anteriormente fueron los mamíferos mas
comunes del paisaje Pleistocenico, ya que sus restos fósiles son muy
abundantes en los depósitos sedimentarios de este periodo.
Tenia 1,7 metros de alto y 3,5 de largo. Su peso
estimado es de una tonelada. El cráneo es alargado, bajo y
estrecho, con un rostro proyectado hacia adelante.
<<<Esqueleto de Scelidotherium. Museo de
Ciencias Naturales de Miramar. |
Su alimentación consistía de
vegetales que hallaba en áreas secas. Recientemente se pudo
saber por varios hallazgos, que estos enormes
mamíferos cavaban madrigueras, las cuales realizaban para
refugiarse, o bien para invernar, ya que es posible que
tuvieran un metabolismo muy bajo, logrando una temperatura
constante de 15° c en su interior. Una de ellas media 40
metros de largo con un diámetro de 1,8 de donde se
rescataron numerosos moldes de las garras entre otras
evidencias. Este animal de notables proporciones
desaparece del registro fosilífero hace unos 7 mil años atrás. Los
restos de Scelidotherium son tal vez, los fósiles de grandes mamíferos mas
comunes en la región pampeana. Hace unos años se extrajeron dos
esqueletos completos al sur de la localidad de Centinela del Mar en el
Partido de General Alvarado, otro de la localidad fosilífera de Camet
norte, Partido de Mar Chiquita y una hembra adulta abrazando su cría en la
localidad de Mar del Sud, preservado en el Museo Municipal Punta Hermengo.
el género Scelidotherium, básicamente diferenciable de
Scelidodon por la
presencia de ciertos caracteres más derivados a nivel de los miembros y
cráneo, cuenta con al menos dos especies pleistocenas: S. floweri y
S. leptocephalum. Las especies de este género habitaron en espacios
abiertos, parcialmente arbolados, de climas templados. Durante el
Pleistoceno más tardío se lo encuentra también en ambientes de altura,
compatibles con condiciones ambientales templado-frías, entre 2.000 y
más de 3.000 m, específicamente en las localidades de Las Juntas,
Catamarca y Lauricocha, Perú, aunque es importante mencionar que en este
último sitio existen evidencias que los restos fueron llevados allí por
el hombre. Geográficamente, se habría distribuido en los territorios de
Argentina, Perú, Uruguay y Paraguay.
Una paleocueva realizada por |
mamíferos gigantes del Pleistoceno |
en la ciudad
de Miramar. |
|
Por Mariano
Magnussen. Museo de Ciencias Naturales de Miramar.
marianomagnussen@yahoo.com.ar |
En las ciudades del litoral marítimo bonaerense, es uno de
los pocos lugares del mundo donde se pueden hallar
evidencias de antiguas cuevas realizadas por perezosos
gigantes, hace más medio millón de años antes del presente,
según el boletín paleontológico “Paleo”
donde se publicó la noticia.
Los afloramientos geológicos que se hallan en el litoral
marítimo bonaerense, en especial aquellos ubicados entre las
localidades fosilíferas de Camet y Punta Hermengo,
correspondientes a las ciudades de Mar del Plata y Miramar,
son muy ricos en restos fósiles e icnofosiles (restos de
hormigueros, termiteros, moldes de coleópteros, nidos de
abejas, tuberías de anélidos, huellas de grandes animales
entre otros), siendo objeto de estudios desde la primera
década del siglo XX, por investigadores muy importantes,
entre lo que podemos citar a Florentino y Carlos Ameghino,
Lucas Kraglievich, Osvaldo Reig y más recientemente por
Marcelo Zarate, Eduardo Tonni entre otros.
Otros icnofosiles más comunes lo conforman las madrigueras o
paleocuevas realizadas por distintos micromamiferos, como
los roedores octodontidos (Actenomys) del
Plioceno tardío, y otras de mayor tamaño atribuidas a
dasipodidos (Eutatus, Pampatherium y
Propraopus) que frecuentaban las llanuras pampeanas
durante el Pleistoceno. Otros animales que han aprovechado
estos refugios luego que su propietario lo haya abandonado,
como hacen las aves Estrigiformes, que en algunas ocasiones
los investigadores hallan en el interior de las madrigueras
algunas regurgitaciones o bolos alimenticios, logrando
rescatar centenares de pequeños restos fósiles de distintos
micromamiferos de un mismo ambiente.
|
Perezosos gigantes saliendo de su Madriguera.
Por Daniel Boh. |
|
Las Paleocuevas que
se destacan, afloran en un 97% rellenas por sedimentos secundarios u
hospedantes, que ingresaron paulatinamente a su interior, o
rápidamente luego de alguna inundación o derrumbe de terreno. Este
sedimento que ingreso, puede ser rápidamente visualizado por los
investigadores, ya que por lo general se observa un contraste
colorimetritos entre el interno y aquellos que los rodean, o bien,
por superposición sedimentaria con caracteres complejos o una
erosión diferencial. |
Algunos paleosuelos contienen gran densidad de antiguas
madrigueras, a lo largo de varios metros. Estas han sufrido
arduos estudios por los investigadores de la Facultad de
Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La
Plata.
En estas paleocuevas, en raras ocasiones hemos podido hallar
restos fósiles de distintos microvertebrados, como por
ejemplo, un grupo de cuevas halladas en la zona del Vivero
Dunicola de Miramar, donde se rescató partes esqueletarías
de un ejemplar adulto y cuatro crías de Lagostumus
maximus, representante fósil de las actuales
vizcachas, o en otro caso, donde se extrajo restos
sustanciales de dos ejemplares de un Cyanasua
argentina, un mamífero emparentado con los actuales
Coatíes, pero sin representantes vivientes.
Solo en raras ocasiones se han preservado algunas cuevas sin
rellenar, conservando su estructura interna. Esto pudo
ocurrir cuando la entrada quedaba tapada por hierbas, o solo
ingresaba material sin llegar a cubrir toda su larga
extensión, logrando una especie de “tapón”.
No fue hasta 1992 que se publicara en la prestigiosa revista
Ameghiniana de la Asociación Paleontológica Argentina, un
trabajo sobre la estructura interna de una paleocueva
atribuida a algún género de Dasipodido de gran tamaño
(probablemente Pampatherium). Se
caracterizaron por ser descubiertas dentro del casco
urbano, alejados de los barrancos marítimos donde por lo
general son más evidentes los restos fósiles y en donde se
puede establecer sus antigüedades según los estudios previos
de la estratigrafía y demás.
|
En estas
cuevas se pudieron rescatar algunos moldes de yeso
correspondientes a icnitas, en donde se evidencia en las
paredes y techo de la antigua madriguera numerosas marcas
realizadas con las falanges ungueales (base de la garra),
acompañadas cada una por 3 o 5 marcas verticales paralelas,
lo que recuerda fácilmente la morfología biomecánica de
Dasipodidos ya extinguidos, y en algunos casos los
vivientes.
<<<Paleocueva de Miramar, conexión
de la Paleomadriguera con la superficie en forma
casi vertical. |
Esto concuerda además con las medidas transversales, que
poseen un alto promedio de 0,76 metros por un ancho promedio
de 0,93 metros, caracterizadas por una serie de galerías de
longitud variable e interconectada entre sí.
El autor de estas cuevas fue una especie de mulita gigante,
llamada Pampatherium, que llegaba a pesar unos
250 kilogramos, o tal vez al género Eutatus,
que demuestra semejanzas con el actual Tatu carreta, el
cual, se encuentra en peligro de extinción.
Por lo general se tratan de estructuras cerradas y
discordantes con relación a la estratigrafía hospedante en
las inmediaciones. Presentan una estructura semicircular o
casi elíptica con diámetros que varían según su recorrido,
que pueden ir desde 0,75 y 1,90 metros, según lo que
logramos establecer, atribuidos a distintos grupos de
mamíferos.
Los rellenos sedimentarios están usualmente compuestos por
arenas muy finas y limos, ya sea estratificado o macizo, que
alternan con niveles de arcillas laminadas. Las estructuras,
interpretadas como cuevas y galerías, se hallan excavadas en
sustratos pelíticos o arenosos finos, ya sea de planicies de
inundación de zonas pantanosas o interfluvios. La
distribución estratigráfica de los presentes icnofosiles se
distribuye desde el Plioceno hasta el Pleistoceno más
reciente.
|
Los
principales criterios de reconocimiento a las antiguas
estructuras subterráneas se basan por lo general por sus
relaciones estratigráficas, dimensiones contornos cerrados.
Los rellenos sedimentarios en las estructuras y su contenido
fosilífero en ciertas ocasiones, permiten recaudar
información amplia y variada para emplearla en una relación
contextual con especies vivientes.
<<<Paleocueva
de Miramar, detalle de la cámara final parcialmente
rellena. Allí se recuperaron icnitas(marcas de
garras en el sedimento). |
Como mencionamos anteriormente, las estructuras pertenecen
por lo general al orden Xenarthra - Cingulata, especialmente
a armadillos extinguidos y sin parentesco alguno con las
formas vivientes, lo que dificulta las comparaciones.
Lo sorprendente de estos nuevos hallazgos, demuestran
estructuras de diámetro más desmedidos al tamaño corporal y
masa estimada a armadillos gigantes de la familias
Pampatheriidae y Dasypodidae.
Estas características que confundieron a los investigadores
por más de un siglo, fueron aclaradas por análisis
anatómicos, alométricos y biomecánicos efectuados en
distintos ejemplares depositados en los Museos nacionales,
cuyos especímenes correspondían a Milodontidos del
Pleistoceno, que agrupan a los géneros Scelidotherium,
Glossotherium y Lestodon, sugieren al
momento, que estos megamamiferos pudieron realizar enormes
galerías por motivos de refugio
En los túneles estudiados y sin relleno que aparecen en la
región, se han podido rescatar numerosas marcas y moldes
negativos realizados en yeso y cemento instantáneo, que se
adaptan a las características anatómicas y morfológicas de
los dos dedos más desarrollados que presentan el género
Scelidotherium y Glossotherium, ya
que los restantes se encuentran atrofiados, lo que no pasa
con las otras especies vinculadas al estudio. En detalles
generales, podemos decir que las paleocuevas corresponden a
estos gigantes mamíferos Terciarios y Cuaternarios
desaparecidos.
|
Paleocueva de
Miramar. En este esquema se dimensiona el recorrido
y tamaño total de la Paleocueva o Crotovina
realizada por un perezoso gigante y documentada por
el Museo de Miramar. Hallazgo del autor. |
En 1998 mientras se construía en la ciudad de
Mar del Plata la Cuarta Cloaca Máxima, constituida por un
túnel de 2,5 metros ancho y un recorrido de 5 kilómetros de
largo, permitió a los investigadores, estudiar la estructura
geológica del casco urbano, a diferencia de otros estudios
en la región que corresponden mayormente a la estratigrafía
de los afloramientos geológicos de litoral marítimo
bonaerense.
Durante la excavación, además de rescatar
restos óseos en estado fósil, se encontraron cuatro grandes
paleocuevas de 2 metros de ancho y parcialmente rellenas;
también se observaron cuevas más pequeñas. Las cuevas
grandes de longitudes mayores a 6 metros fueron asignadas a
la actividad de milodóntidos (Milontidae, Mammalia); que
para entonces eran desconocidas, en cambio las pequeñas
fueron supuestamente excavadas por gliptodóntidos.
Después de estos hallazgos totalmente
novedosos, aparecieron varios más. Uno de ellos y que
sorprendió a los investigadores fue una paleocueva de 1,8
metros de diámetro y 40 metros de largo, con centenares de
icnitas en el techo y laterales de la misma.
El hallazgo de una gran paleocueva e icnitas en Miramar.
Una enorme
madriguera realizada por mamíferos gigantes hace más de
medio millón de años, fue presentada públicamente por los
miembros de la Asociación de Amigos del Museo Municipal
Punta Hermengo de la ciudad balnearia de la provincia de
Buenos Aires en el reconocido boletín paleontológico “Paleo”.
|
<<< Mano de Scelidotherium
de la colección del Museo de Miramar. Concuerda
con la biomecánica del animal que excavo las enormes
madrigueras.
|
|
Esta enorme
madriguera o refugio, es conocida paleontologicamente como
“paleocueva”. Por lo general siempre los investigadores
encontraban pequeñas estructuras rellenas de sedimento
atribuidas a roedores o armadillos prehistóricos. En esta
ocasión, la sorpresa fue grande como el mismo
descubrimiento. Se encontraron con una estructura
biogenética que no fue cubierta totalmente por sedimento, y
que no sufrió mayores modificaciones a lo largo de cientos
de milenios.
|
Mariano Magnussen Saffer, por entonces miembro de la
Asociación de Amigos del museo miramarense, fue quien noto
la existencia y origen de esta enorme madriguera que algún
tiempo albergo animales que pesaban más de una tonelada y
media, tres metros de largo y dieta vegetariana. De
inmediato se comenzaron los primeros estudios.
"Debido a la antigüedad de los estratos de la zona que se
hallan al norte de Miramar, la cueva pertenece al
Pleistoceno, un edad geológica que se inició hace unos dos
millones de años y terminó hace diez mil años atrás, e
inferimos de esta manera, que la cueva pertenecería a
Scelidotherium, pues, las marcas de garras en techos
y paredes de la misma reflejan su biomecánica y anatomía
morfológica.
Lo trascendental de esta paleocueva, es que se pudo ingresar
a una de las cámaras principales, cuyo túnel tiene un
diámetro de 1,90 metros, con secciones parcialmente
cubiertas de sedimentos secundarios, con finas láminas de
barro solidificado depositadas en sucesivas inundaciones, a
lo largo de varios milenios.
A solo unos metros, se halla otra galería que se comunicaba
a la superficie, y que solo quedo tapado por sedimento en su
ingreso, preservando el interior en su forma original. Los
investigadores pudieron caminar de pie por esta corta
galería, parcialmente erosionada, que se extiende por unos
10 metros y con un diámetro de 1,7 metros. Lo sorprendente
fue la observación de las marcas de garras en los laterales
y techos de ambas bifurcaciones, de las cuales se
recuperaron varios moldes.
Los investigadores locales suponen que, por las medidas que
posee la cueva y las características marcas de excavación,
la madriguera fue realizado por un Milodontino, posiblemente
del género Scelidotherium s.p, un extinto
perezoso prehistórico de gran tamaño, y común en el registro
fosilífero de la región pampeana, con el propósito de
refugio, cuidado de ejemplares juveniles o mantener el
control sobre la temperatura y humedad de sus cuerpos.
|
El hallazgo podría aportar nuevos datos sobre las
condiciones climáticas en el momento en que fue construida
la madriguera, y también los datos anatómicos del animal que
la excavó. Es otra manera de conocer cómo vivían estos
animales, cuya información no puede ser recuperada de sus
grandes huesos.
<<< Molde negativo de Icnita (marcas de las
garras) recuperada en las paredes y techos de la paleocueva,
concuerda con la biomecánica de Scelidotherium.
|
Un hecho
curioso y ligeramente relacionado, fue el descubrimiento de
otra paleocueva en 2004 (pero sin estructura interna), cuyo
techo había colapsado. De su interior el personal del museo
miramarense recupero un esqueleto de 3 metros de largo de
Scelidotherium leptocephalum, seguramente de una hembra
adulta, abrazando su pequeña cría. Parte de este material se
halla en exhibición.
Bibliografía sugerida:
Fariña RA, Vizcaíno SF. 1996. Hábitos
locomotores del armadillo pleistoceno Propraopus grandis (Mammalia,
Dasypodidae): una comparación con formas actuales. Actas del
VI Congreso Argentino de Paleontología y Bioestratigrafía:
123-127.
Fidalgo, F.; Tonni, E.P. 1983. Geología y
Paleontología de los sedimentos encauzados del Pleistoceno
tardío y Holoceno en Punta Hermengo y Arroyo Las Brusquitas
(Partido de General Alvarado y General Pueyrredón, Provincia
de Buenos Aires). Ameghiniana, Vol. 20, Nos. 3-4, p.
281-296.
Florentino Ameghino 1908. Las formaciones
sedimentarias de la región litoral de Mar del Plata y
Chapadmalal. Museo de Historia Natural de Buenos Aires. 7
(3): 343 – 428.
Frenguelli, J. 1921. Los terrenos de la costa
atlántica en los alrededores de Miramar (Prov . Buenos
Aires) y sus correlaciones. Academia Nacional de Ciencias de
Córdoba. 24:325 – 485.
Kraglievich, J. 1952. Perfil geológico de
Miramar y Chapadmalal, Provincia de Buenos Aires. Revista
del Museo de Ciencias y Tradicional de Mar del Plata, 1
(1):8-37.
M. T. Alberdi, G. Leona y E. P. Tonni
(editores). Evolución biológica y climática de la región
pampeana durante los últimos cinco millones de años. Un
ensayo de correlación con el Mediterráneo occidental.
Madrid, Museo Nacional de Ciencias de Madrid, Consejo
Superior de Investigaciones Científicas, 1995, Monografías
Magnussen Saffer, Mariano. La Megafauna
Extinguida del Partido de General Alvarado. (2005). Boletín
de divulgación Cientifica Técnica. Museo Municipal de
Ciencias Naturales Punta Hermengo de Miramar, Prov. Buenos
Aires, Argentina.
Mariano Magnussen Saffer. 2003. Gigantes
desaparecidos de la Región Pampeana. Edición independiente
de Paleontología de Argentina.
Marcelo A. Zarate, María Susana Bargo, Sergio
F. VIizcaino, Alejandro Dondas y Orlando Scaglia. (1998).
Estructuras biogénicas en el Cenozoico tardío de Mar del
Plata (Argentina) atribuibles a grandes mamíferos. Volumen 5
(1998). N° 2: 95-103.
Pascual, R., Ortega Hinojosa, E., Gondar, E.
y Tonni, E. 1965. Las edades del Cenozoico mamalífero de la
Argentina, con especial atención a aquellas del territorio
bonaerense.
Anales de la Comisión de Investigaciones
Científicas 6: 165-193.
Quintana, Carlos Adrian. 1992. Estructura interna de
una paleocueva, posiblemente de un Dasypodidae (Mammalia,
Edentata) en el Pleistoceno de Mar del Plata (provincia de
Buenos Aires, Argentina). Ameghiniana., 29 (1);87-91.
Tauber, A.A. y Mazzoni, A.F. 2003. Trazas de
insectos xilófagos de la Formación Salicas (Mioceno tardío)
de la provincia de Catamarca, Argentina. Ameghiniana ,
Suplemento Resúmenes 40: 94R.
Tonni, E.P.; Fidalgo, F. 1982. Geología y
Paleontología de los sedimentos del Pleistoceno en el Área
de Punta Hermengo (Miramar, Prov. de Buenos Aires, República
Argentina): Aspectos Paleoclimáticos. Ameghiniana, Vol. 19,
Nos. 1-2, p. 79-108.
Tonni, E.P.; Fidalgo, F. 1982. Geología y
Paleontología de los sedimentos del Pleistoceno en el Área
de Punta Hermengo (Miramar, Prov. de Buenos Aires, República
Argentina): Aspectos Paleoclimáticos. Ameghiniana, Vol. 19,
Nos. 1-2, p. 79-108. |
|