Fósiles del Oligoceno de Argentina: Fosiles del Periodo Oligoceno. PaleoArgentina Web.
 
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Fósiles del Oligoceno de Argentina:

 

Se encuentra representado en la Republica Argentina solo por dos edades y comprenden de 35 a 24 millones de años antes del presente.

Sedimentos de Puerto Madryn.

La edad "Tinguiririquense", cuyos sedimentos fueron depositados entre un lapso intermedio del Eoceno y el Oligoceno, comprenden de una antigüedad de 36 a 31,5 millones de años. La segunda edad es "Deseadense", en el cual desaparecieron una cantidad considerable de mamíferos típicos de la región patagonica, la cual pudo ser causada por el notable descenso del nivel marítimo, calculados en unos 130 metros aproximadamente. Para entonces el clima era templado, incluso en las tierras mas australes del continente. La presencia de numerosos troncos silificados e improntas de vegetales ponen en manifiesto la presencia de grandes bosques sub-tropicales. Esta edad comprende entre los 29 y 24,5 millones de años. Aparte de los afloramientos de patagonia, se observan otros menos espectaculares en las Provincias de Mendoza y Corrientes. A comienzos del Oligoceno las condiciones climáticas se determinaron ostensiblemente. El clima era templado y de vegetación estaba constituida por sabanas arboladas y gramíneas. A mediados de este periodo los Andes centrales se elevaron formando verdadero cordón montañoso con gran actividad volcánica. Simultáneamente se produce un brusco descenso en el nivel del mar, lo que debió exponer gran parte de la plataforma continental. A raíz de esto comienza a desarrollarse una leve deriva entre Tierra del
Fuego y la Península Antártica que lleva la apertura del Pasaje de Drake. A fines del Oligoceno el clima vuelve hacer cálido, y las aguas oceánicas profundas y superficiales vuelven a calentarse. Las condiciones en el continente eran benignas y las floras estaban representadas por bosques, sabanas arboladas y extensos pastizales. La plataforma continental estaba cubierta por un mar relativamente somero y de aguas templadas. <<< Principales sitios fosilíferos de Argentina.
 

Presbyornis pervetus. Wetmore, 1926.

Presbyornis  Presbyornis  Presbyornis Presbyornis  Presbyornis  Presbyornis Presbyornis  Presbyornis  Presbyornis Presbyornis  

            

 

Ave, Presbyornithidae. Es un género extinto de aves anseriformes. Contiene dos especies unánimamente aceptadas, el conocido P. pervetus y el más desconocido P. isoni. El P. pervetus tenía un tamaño similar al de una oca, pero con las patas más largas; el P. isoni, conocido a partir de unos pocos huesos, era más grande, superando el tamaño del cisne. El Presbyornis es uno de los anseriformes más primitivos. A causa de su cuello y sus patas alargadas, al principio se pensaba que se trataba de un flamenco, pero más adelante fue clasificado dentro de los anseriformes cuando se descubrió la anatomía del cráneo y del pico, muy similar a la de los patos. Más tarde, se pensó que representaba una transición entre los anseriformes y los charadriidae, pero se le considera parte de un grupo extinto de anseriformes, los Presbyornithidae, relacionados con los patos y las ocas. Según los hallazgos fósiles, se cree que el Presbyornis vivía en colonias alrededor de lagos poco profundos. Utilizaba su gran pico para filtrar los alimentos del agua, que solían ser pequeños animales y plantas, como los patos actuales.


Andrewsornis abbotti.  Patterson, 1941.

 

Cráneo recreado a partir de los restos encontrados en la Quebrada Fiera, inmediaciones de Malargüe. Museo de la ciudad de Mendoza.   Aspecto de la gigantesca ave hallada en el Oligoceno de la Provincia de Mendoza. (*)

Ave, Phorusrhacidae. Vivió en Oligoceno medio y superior de Argentina. Tenia 1,70 metros de altura. Reconocido como un Phorusrhacidae es un clado extinto de aves cariamiformes conocidas también como aves del terror, porque sus especies más grandes eran depredadores en las diversas regiones que habitaron. Eran aves de gran tamaño, carnívoras y no voladoras; fueron los depredadores dominantes en América del Sur durante el Cenozoico, entre 62 y 2,5 millones de años. Sus alas habían evolucionado para utilizarlas como brazos para voltear una presa en movimiento. Eran corredores rápidos. Sus parientes más cercanos hoy en día son las chuñas de la familia Cariamidae. Restos de esta ave fueron exhumados en el Oligoceno de Quebrada Fiera, inmediaciones de Malargüe, provincia de Mendoza.


Physornis fortis. Ameghino, 1895.

 

Imagen ilustrativa de Paraphysornis brasiliensis, emparentado directamente con Physornis fortis del Oligoceno de Argentina. Esqueleto montado en el MEF.   Aspecto en vida de Physornis fortis. (*)

Ave, Phorusrhacidae. Fue una especie extinta de aves gigantes no voladoras depredadores de la familia Phorusrhacidae o "aves del terror", dentro de la subfamilia Brontornithinae, que vivían en Argentina. Vivió entre los 28 a 23 millones de años, durante el Oligoceno. Sus restos fósiles proceden de la provincia de Santa Cruz.


Anthropornis nordenskjoeldi.  Wiman, 1905.

Anthropornis Anthropornis Anthropornis Anthropornis Anthropornis Anthropornis Anthropornis Anthropornis Anthropornis
Restos fósiles del pingüino Anthropornis nordenskjoldi hallados en Tierra del Fuego. (*) Humero de Anthropornis sp. Museo de La Plata. Aspecto del primitivo pingüino Anthropornis nordenskjoldi del Oligoceno del sur Patagonico. (*)

Ave. Los pingüinos actuales constituyen un grupo muy particular de aves no voladoras, adaptadas para la natación y buceo, preferentemente en aguas frías y templadas. Su distribución geográfica se restringe al hemisferio sur en varias regiones entre la Antártida y las islas Galápagos. De manera semejante a su distribución actual, los hallazgos de pingüinos fósiles también están restringidos al hemisferio sur, y en particular el conocimiento paleontológico de este grupo de aves está basado en material fósil registrado en Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica, Antártida y Argentina. Los pingüinos fósiles más antiguos, aproximadamente entre 50 y 40 millones de años, se conocían para Nueva Zelanda y Antártida. Algunos de ellos fueron verdaderos gigantes y alcanzaron una talla entre 1,6 y 1,80 m, como el Anthropornis nordenskjoeldi, una especie fósil hallada en la isla Marambio (Seymour), Antártida, por la célebre expedición de Otto Nordenskjöld en 1903, en la cual también participó el argentino José M. Sobral. En la actualidad la isla Marambio, situada en el extremo norte de la península Antártica, se encuentra separada del continente americano por el pasaje de Drake, y aproximadamente a unos 1.200 km de distancia de Tierra del Fuego. Sin embargo, hace unos 40 millones de años, edad del material fósil fueguino, el pasaje de Drake no existía y la península Antártica estaba físicamente conectada al extremo austral de América del Sur. El hallazgo en Tierra del Fuego de pingüinos fósiles de edad semejante a la del material de la isla Marambio en Antártida es consistente con esta antigua geografía y apoya otras evidencias climáticas del pasado, por ejemplares el marcado incremento en la abundancia de polen de Nothofagus y las señales isotópicas en conchillas marinas, que indican el comienzo de una larga y continua tendencia de enfriamiento de las aguas oceánicas australes hacia los 40 millones de años. A pesar de la asociación popular de los pingüinos con las frías regiones polares, existen especies de estos pájaros que viven también más cerca del ecuador. Los más primitivos, por tanto, debieron haberse desarrollado en climas más cálidos, para adaptarse lentamente a sus hábitats cuando éstos se helaron.


Parastrapotherium martiale. Ameghino 1901.

 

Rama mandibular y pieza tipo de Parastrapotherium, colectada por Ameghino y exhibida en el MACN.

 

 Reconstrucción del posible aspecto (*)

Mamífero Astrapoterio. Es uno de los elementos faunístico más característicos de la Edad Mamífero Deseadense (Oligoceno tardío) de Patagonia. Parastrapotherium reveló que este género sólo presenta un premolar inferior más que Astrapotherium, el cual es muy semejante a este ultimo. Los astrapoterios, constituyen un orden reducido pero bien representado de herbívoros de cuerpo bajo, que sobrevivieron desde fines del Paleoceno hasta mediados del Mioceno. Algunos de ellos eran tan grandes como los rinocerontes y tenían colmillos y una trompa pequeña. Era herbívoro, alimentándose principalmente de raíces, las cuales encontraba a orillas de los paleopantanos donde pasaban la mayor parte de su vida. Poseía un par de caninos bien desarrollados y una pequeña trompa. Parastrapotherium holmbergi y Parastrapotherium ephebicum.


Thoatherium minusculum.  Ameghino, 1887.

Thoatherium Thoatherium Thoatherium Thoatherium Thoatherium Thoatherium Thoatherium Thoatherium Thoatherium

Cráneo completo del extraño Thoatherium minusculum del Oligoceno y Plioceno. Al lado, extremidad semejante a los equinos actuales. (*)

Reconstrucción del Thoatherium. (*)

Mamífero Litopterno. Su nombre significa bestia feroz, y fue descrito por Florentino Ameghino en 1887, a partir de restos fósiles procedentes del Oligoceno y Mioceno de Patagonia. Es otro ejemplo de evolución paralela, es decir, la evolución de animales similares de antepasados diferentes, es la de los Lipotermos de América del Sur y los caballos. Mientras que las formas primitivas de equinos como Pliohippus se convertían en caballos modernos en América del Norte, el Thoatherium en un notoungulado mucho mejor en varios aspectos.. Como los caballos, el Thoatherium tenia una sola pezuña en cada pata, pero no hay una sobrecaña que aun mostraba Hyracotherium. El Thoatherium tenia las patas, el cuerpo, y la cabeza de un caballo.


Cramauchenia normalis. Ameghino, 1902.

 

Cramauchenia insolita en el Field Museum of Natural History.   Aspecto de Cramauchenia. Por John Conrad Hansen

Mamífero Litopterno. Es un género extinto de mamífero herbívoro, miembro del orden de los litopternos, que vivió en América del Sur entre el Oligoceno superior y el Mioceno inferior. Cramauchenia fue nombrado por Florentino Ameghino. Su nombre no tiene traducción literal; de hecho, es un anagrama del mejor conocido género Macrauchenia. El género fue conocido inicialmente de la Formación Sarmiento en la provincia de Chubut, en Argentina, siendo más tarde descubierto en la Formación Chichinales en la provincia de Río Negro y la Formación Cerro Bandera en Neuquén, también en Argentina, en sedimentos asignados a la edad-mamífero sudamericana Colhuehuapense (Mioceno inferior). En 1981 Soria hizo de C. insolita un sinónimo menor de C. normalis. En 2010 se describió un C. normalis encontrado en Cabeza Blanca (Chubut, Argentina) en la Formación Sarmiento, en sedimentos asignados a la edad-mamífero sudamericana Deseadense (Oligoceno superior).


Archaeohyrax patagonicus. Ameghino 1897.

 

Cráneo y mandíbula de Archaeohyrax patagonicus, hallado en Chubut. Colección del Museo Argentino de Ciencias Naturales de Buenos Aires.

 

Posible aspecto de Archaeohyrax patagonicus (*)

Mamífero Notoungulado. Pertenecen a la familia de los Archaeohyracidae, eran animales pequeños poco diversificados en un principio. Se les ha considerado en una posición basal dentro del orden de los notoungulados y con todas las características de los ungulados primitivos. Pasaron de tener el aspecto y ocupar el nicho ecológico de los damanes. A pesar que solo se suelen encontrar cráneos de las diversas especies, estudiándolos y estudiando donde se han hallado, se supone que solían vivir en grupos y se comunicaban con sus congéneres mediante diversos gritos. Su oído estaba muy desarrollado. Se alimentaban de distintos vegetales dependiendo del tipo de especie.


Gualta cuyana. Cerdeño, E y Vera Nardoni, Bárbara, 2014.

 

Maxilar in situ de Gualta cuyana. Imagen del Conicet Mendoza. Aspecto de Gualta cuyana, según el paleoartista Jorge Blanco.

Mamífero Notoungulado. Fue un enorme mamífero perteneciente al orden Notoungulata del Oligoceno de la Quebrada Fiera en Malargüe, Mendoza. De este animal del Oligoceno tardío se han recuperado numerosos restos, entre ellos, el humero, articulaciones, varias vértebras, cráneo y mandíbula, lo que permite una reconstrucción vida.  Los leontínidos eran animales con una estructura corporal poderosa y es posible que algunos tuviesen cuernos como los rinocerontes. Habitaron en Sudamérica, ocupando los nichos ecológicos de paquidermos y otros herbívoros. Eran cuadrúpedos. La familia se identifica por poseer incisivos parecidos a los de los cánidos. El resto de la dentadura suele ser braquiodonte. El estudio comparativo permite diferencias morfológicas con respecto a otros taxones del deseadense. Géneros relacionados; Scarrittia, Leontinia, Ancylocoelus, Anayatherium y Elmerriggsia.


Leontinia gaudryi. Ameghino, 1895.

Leontinia Leontinia Leontinia Leontinia Leontinia Leontinia Leontinia Leontinia Leontinia Leontinia Leontinia

 
Cráneo de Leontinia gaudryi en el  Amherst Museum of Natural History.   Aspecto de Leontinia gaudryi fsegun W.B. Scott's, 1913.

Mamífero Notoungulado. Florentino Ameghino fue quien, al describir el género en 1895, le puso ese nombre en honor a su esposa parisina Leontina Poirier. Es un género extinto de leontínido, familia de notoungulados. Sus fósiles se han hallado en la formación Deseado en Argentina, y son de los más abundantes restos de cualquier animal encontrados allí. El género data de finales del período Oligoceno. En Leontinia, los primeros dientes incisivos de la mandíbula superior eran pequeños dientes recortados, mientras los segundos eran más alargados y formaban colmillos caniniformes. En la mandíbula inferior el tercer incisivo se desarrolló como colmillo, no así el segundo. Variaciones en la longitud de los incisivos han sido usados para distinguir a las distintas especies del género unas de otras y podrían ser evidencia de dimorfismo sexual entre los individuos de estas especies. De hecho, se ha sugerido que las distintas especies asignadas sobre la base de las proporciones dentales podrían estar realmente representando las variaciones de género entre los miembros de una única especie. Los huesos nasales están muy elevados desde la cavidad nasal y sugieren que este animal puede haber poseído una especie de cuerno similar al del rinoceronte Diceratherium.


Scarrittia canquelensis. Simpson, 1934

Scarrittia canquelensis Scarrittia canquelensis Scarrittia canquelensis Scarrittia canquelensis Scarrittia canquelensis Scarrittia

Esqueleto Scarrittia (*)

Craneo de Scarrittia. Foto Conicet

Aspecto de Scarrittia canquelensis (*)

Mamífero Notoungulado. Scarrittia es el único miembro de los leontínidos que conocemos a través de un esqueleto en buen estado de conservación. Durante su vida, es probable que se pareciera mucho a un rinoceronte de movimientos lentos y pies planos. Scarrittia era un animal bastante pesado, de cuerpo y cuello largos, patas robustas, pies con tres dedos ungulados y un rabo muy corto. La tibia y el peroné estaban fundidos parcialmente por la parte superior, por lo cual las patas no podían girar hacia los lados. La cara era bastante corta y las mandíbulas presentaban una dentadura completa, formada por 44 piezas con coronas bajas y bastante poco especializadas. Era herbívoro y tenia 2 metros de longitud. Vivió durante el Oligoceno de Patagonia.


Pachyrukhos mayonoi.  Ameghino, 1885

Esqueleto de Pachyrukhos mayonoi. (*)

Cráneo de Pachyrukhos mayoni.  (*)

Recreación de Pachyrukhos. (*)

Mamífero Notoungulado. Fue un pequeño mamífero común en la patagonia a finales del Oligoceno y principios del Mioceno, es decir, hace 25 millones de años atrás. Presenta morfología similar a los roedores y media unos 30 centímetros de largo. Tenia una cola muy corta y extremidades delanteras cortas a comparación de las traseras. Su cráneo era ancho y tosco por la nuca y se achicaba hacia los nasales. Poseía mandíbulas fuertes, las cuales estaban adaptadas para vegetales muy duros. Bulas timpánicas bien desarrolladas, lo que podría señalar orejas finas y largas. Cuencas oculares algo grades señalando hábitos crepusculares o nocturnos.


Pyrotherium romeroi.   Ameghino, 1889.
Pyrotherium Pyrotherium Pyrotherium   Pyrotherium Pyrotherium Pyrotherium

Cráneo de Pyrotherium en el MEF.

Mandíbula. Foto Conicet.

Reconstrucción de Pyrotherium romeroi. (*)

Mamífero Pyrotheria. Tenía unos 3 metros de largo y pesaría 600 kilkogramos. Su nombre significa "Bestia de fuego" ya que los primeros restos hallados por Florentino Ameghino en 1889, provenían de depósitos sedimentarios de origen volcánicos. Algunos mamíferos fósiles de Sudamérica eran extraños, pues, evolucionaron aislados del resto de los continentes. Pyrotherium se veía como un elefante primitivo en algunos aspectos, pero poseía características propias muy llamativas. Tenía patas muy fuertes para soportar el enorme peso de su cuerpo. Su cabeza estaba dotada de una trompa y sus mandíbulas estaban acompañadas por seis colmillos, no como los elefantes modernos o como algunas formas fósiles. Eran cortos y en forma de cincel, los cuales eran utilizados para excavar la tierra en busca de raíces y bulbos. Los esqueletos se conocen imperfectamente, las especies más comunes halladas muestran un cuerpo alargado y bajo. Algunas características recuerdan al grupo de grandes herbívoros primitivos, los xenungulados del Paleoceno, con los que se supone que están emparentados. Sin embargo, el estudio completo del tarso de Pyrotherium no apoya esta relación. No se observaron las características más derivadas del mismo en otros mamíferos examinados, exceptuando al Arsinoitherium del Paleógeno de África. Sus restos, hallados en Sudamérica (Brasil, Argentina y Perú).


Nesodon conspurcatus.  Ameghino, 1887.
     

Vista inferior del cráneo in-situ. (*)

Cráneo completo de Nesodon en el MEF.

Aspecto del extinto Nesodon. (*)

Mamífero Notoungulado. Es un género extinto de mamíferos notoungulados de la familia Toxodontidae que vivieron en el Oligoceno - Mioceno medio. El aislamiento de América del Sur permitió la evolución separada de estos grupos de mamíferos, muchos de los cuales se diversi­ficaron en nichos ecológicos que, en otras partes del mundo, ocuparon otros grupos. El Nesodon se parecía a los rinocerontes y los hipopótamos. La relación entre ellos se confirma tanto por la distribución de las cúspides de los dientes como por los huesos del oído, que son exclusivos de este orden de mamíferos. Nesodon se tenía el cuerpo robusto y grande. Nesodon, en el continente sudamericano. Alcanzaba un tamaño relativamente grande, pesando más de 600 kilogramos y alcanzaba 1.5 metros de altura a los hombros. El aspecto de estos animales era impresionante. Su cuerpo era parecido al de un bisonte, con la espalda arqueada y dotada de grupa.  Las pezuñas eran pequeñas y la cabeza de gran tamaño, casi desproporcionada con el resto del cuerpo. Nesondon medía aproximadamente 2 metros, siendo un herbívoro que probablemente viviera en las praderas sudamericanas.  Se alimentaba de vegetales en zonas áridas. Es una de las especies más características del Oligoceno de Patagonia Argentina.


Anatrachytherus soriai.

Anatrachytherus Anatrachytherus Anatrachytherus Anatrachytherus Anatrachytherus Anatrachytherus Anatrachytherus

Ilustraciones mandibulares y reconstrucción de Anatrachytherus soriai, del Oligoceno de Patagonia. (*)

Mamífero Notoungulado. Los Trachytheriinae son notoungulados mesotéridos de tamaño mediano, similar al de un cordero, con un peso estimado de aproximadamente 60 kg. Se consideran herbívoros pacedores por la gran altura de sus molariformes y la espesa capa de cemento que cubre los mismos. La distribución cronológica de los Trachytheriinae es Edad divisaderense-Edad deseadense. Ameghino en 1897, describió e ilustró una mandíbula con la dentadura completa, proveniente de Cabeza Blanca, Provincia de Chubut, Argentina, y la asignó a Trachytherus spegazzinianu = Anatrachytherus soriai, la única especie de Trachytheriinae reconocida para el Deseadense de Patagonia. La localidad del hallazgo, Cabeza Blanca, está situada en la Provincia de Chubut y fue descubierta por Carlos Ameghino en 1896. La mayoría de las especies de mamíferos deseadenses descritas por Florentino Ameghino en 1897, como así también las que publicó en 1901 y 1902, provienen de esta localidad. Los sedimentos portadores han sido referidos a la Formación Sarmiento. Representantes de la subfamilia Trachytheriinae son conocidos en Argentina y en Bolivia. En Argentina, la familia está mejor representada en el Deseadense de Patagonia. Sin embargo, hay registros extrapatagónicos en las provincias de Mendoza y Corrientes como el traquiterino de la Formación Divisadero Largo en Mendoza, Trachytherus mendocensi.


Trachytherus spegazzinianus. Ameghino, 1889.

Cráneo de un Trachytherus s.p (ilustrativo) del Museo de Historia Natural de Lima. Oligoceno de Perú.

El técnico Mariano Magnussen Saffer, junto a restos de Trachytherus spegazzinianus, recreados a partir de un cráneo del oligoceno de Patagonia. Museo Municipal de Miramar.

Aspecto de Trachytherus s.p. (*)

Mamífero Notoungulado. El género Trachytherus tiene un valor crono y bioestratigráfico muy importante. Se trata de otro genero de los ungulados nativos sudamericanos o Notoungulata, es decir herbívoros con pezuñas nativos (a diferencia del ganado actual que también tienen sus pezuñas). El notoungulado mesoterio Trachytherus según todos los indicios era un animal con pezuñas muy diferente. Tenía dientes de crecimiento permanente parecidos a los que presentan los roedores. Adicionalmente  Su distribución parece circunscribirse solamente al Oligoceno tardío y su distribución estratigráfica se restringe a la parte superior del «miembro Puesto Almendra» de la «formación Sarmiento» en la cuenca del golfo de San Jorge, provincia del Chubut, y a los «estratos de Salla», en la cuenca de Salla-Luribay, Bolivia. En Patagonia, Pyrotherium romeroi tiene la misma distribución estratigráfica que la de Trachytherus spegazzinianus. Se ha recomendado también a esta especie para caracterizar la fauna del Oligoceno asignada a la «edad deseadense» en la Patagonia y Bolivia, al contar con un completo registro estratigráfico. Su paracrón comprende desde 27,6 millones de años en Pico Truncado, Argentina, hasta 24,8 millones de años en Salla, Bolivia. Era un animal de mediado tamaño. Usaban sonidos para comunicarse entre ellos, posiblemente para emparejarse y advertir del peligro. Eran primariamente herbívoros y se desplazaban según su hábitat, en busca de hojas, raíces, flores, cortezas, frutos, etc.; también comían insectos y pequeños animales. A partir de una copia del cráneo descripto por Ameghino, el técnico en paleontología Mariano Magnussen Saffer, recreo parte del esqueleto para una exhibición educativa en el Museo Municipal Punta Hermengo de Miramar.


Rhynchippus equinus. Ameghino, 1897.

Rhynchippus equinus Rhynchippus equinus Rhynchippus equinus Rhynchippus equinus Rhynchippus equinus

                      

 

Mamífero Notoungulado. Es un género extinto de mamíferos notoungulados de la familia Notohippidae, que vivió a principios del periodo del Oligoceno en el continente sudamericano. Sus fósiles se han hallado en en Argentina y Chile. Representa un ejemplo clásico de la convergencia de los ungulados sudamericanos con otros grupos no relacionados del resto del mundo, en este caso, con el caballo. Era muy similar al antepasado de los caballos Hyracotherium del período Eoceno. Era un pequeño herbívoro del tamaño de un zorro (un metro de longitud), era ya más parecido a los caballos actuales que el propio Hyracotherium, tenía tres dedos en las patas delanteras, en vez de los cuatro del hiracoterio, y tres en las traseras, protegidos por pezuñas, siendo el central más largo.  Su esqueleto, con el cuerpo grueso y los dedos en forma de garra, no se parecía demasiado al del caballo, pero los dientes eran similares a los de un animal que se alimenta de hierba, como el caballo o el rinoceronte. Los caninos no formaban colmillos, como en la mayoría de los demás toxodontos, sino que tenían el mismo tamaño y la misma forma que los incisivos. Eran altos e ideales para cortar plantas. Las muelas eran grandes y llevaban esmalte enrollado para moler la vegetación dura; además, estaban recubiertas de cemento. A pesar de que alguna vez se creyó que eran los antepasados de los caballos auténticos, las similitudes, que residen fundamentalmente en la forma del cráneo y en los incisivos para cortar plantas, son consecuencia de la evolución convergente. En lo esencial, presenta todas las características de los notoungulados.


Mendozahippus fierensis.  Cerdeño y Vera, 2010.
 

              

Cráneo de Mendozahippus, tomado de morphobank.

Posible aspecto de Mendozahippus (*)

Mamífero Notoungulado. Es un extinto género de notoungulado que existía en Mendoza , Argentina , durante el Oligoceno tardío. Los fósiles se conocen desde el sitio de la Quebrada Fiera del Agua de la Formación Piedra e incluye una completa cráneo y dos asociados metatarsianos , dos maxilares fragmentos y cinco dientes superiores aisladas. Los notohípidos (Notohippidae, griego "caballos meridionales") son una familia extinta de mamíferos placentarios del orden Notoungulata, perteneciente al superorden Meridiungulata, que habitaron en Sudamérica. Fueron unos cuadrúpedos herbívoros con caracteres que indican un cambio de hábitat del bosque a las praderas. Las patas fueron alargándose y la dentadura muestra que se alimentaban cada vez con mayor frecuencia de pasto que de follaje. Los fósiles de los notohípidos están datados desde el Eoceno hasta el Oligoceno. Aunque estudio fósiles de distintas familias de ungulados nativos de diferentes zonas geográficas y edades geológicas, mi investigación actual se centra en una asociación faunística del sur de Mendoza, de la localidad conocida como Quebrada Fiera, correspondiente al Oligoceno tardío, es decir de hace unos 25 millones de años. En esa época, la cordillera de los Andes no se había elevado y el clima era diferente. Entre los restos encontrados de estos mamíferos herbívoros que tienen nombres muy raros, se incluyen, entre otros, los hegetoterios tan pequeños como conejos; notohípidos, con aspecto de un caballito del tamaño de un perro grande; leontínidos, que doblan en tamaño a los anteriores; piroterios, con el aspecto y la talla de un elefante mediano; y homalodoterios, quizá los más parecidos a mis conocidos rinocerontes. A ellos les acompañaban depredadores como marsupiales carnívoros y grandes aves corredoras, los fororracos. Toda esta fauna no tiene relación directa con los animales que conocemos hoy y su estudio nos permite establecer relaciones de parentesco con otros de su grupo encontrados en áreas como Patagonia y Bolivia, detectar cambios evolutivos y delimitar su expansión geográfica.


Santiagorothia chiliensis. Hitz et al. 2000.

 

Cráneo de Santiagorothia chiliensis (*).   Aspecto en vida de Santiagorothia chiliensis (*).

Mamífero Notoungulado. Se trata de los restos fósiles de un mamífero ungulado, notoungulado, interatheríido, herbívoro, que vivió hace entre 33,9 y 28,4 millones de años, en el Período Oligoceno Temprano. Fue hallado en la provincia de Río Negro, y descrito por Hitz en 2.000. En el orden Notoungulata, los interatéridos fueron animales en su mayoría de pequeño y mediano tamaño que ocuparon el hábitat de animales actuales como las liebres  o las vizcachas.  La mayoría de los interaterios eran mamíferos bastante pequeños, parecidos a los roedores. Fueron un grupo longevo, con representantes fósiles desde  fines del Paleoceno hasta fines del Mioceno. La familia Interatheriidae es uno de los grupos de mamíferos mejor representados en la fauna de la Formación Santa Cruz.  Otro género bien conocido es Interatherium, del cual el resto fósil más abundante pertenece a Interatherium robustum.


Cladosictis lustratus.  Ameghino, 1887.

Cladosictis Cladosictis Cladosictis Cladosictis Cladosictis Cladosictis Cladosictis Cladosictis Cladosictis Cladosictis

 
Cráneo del primitivo depredador marsupial sudamericano Cladosictis lustratus, hallado en Santa Cruz. (*)   Cladosictis lustratus, un astuto y pequeño marsupial del Oligoceno de la Patagonia Argentina. (*)

Mamífero Marsupial. Fue un carnívoro marsupial con aspecto de coipo (falsa nutria) por su forma y pequeño tamaño, con un cuerpo largo y extremidades relativamente cortas, con un tamaño de la cabeza a la cola de 80 centímetros. La hembra daba a luz a pequeños embriones, los cuales terminaban su desarrollo en una bolsa materna externa. Se alimentaba de peces, ranas, reptiles y mamíferos pequeños. Los dientes comprendían de incisivos en la parte anterior, para sujetar las presas. Los caninos puntiagudos para matar y molares y premolares carniceros. La formula dentaria de este extraño marsupial hace acordar a las de los mamíferos placentarios.


Proborhyaena gigantea.  Ameghino, 1897.
  proborhyaena proborhyaena proborhyaena proborhyae

Esqueleto de borienido, en el MEF. Cráneo exhibido in-situ en el parque paleontológico Bryn Gwyn. (*) Reconstrucción en vida. Tomado de Prehistoric Fauna.

Mamífero Marsupial. Era parecido a un oso, con las patas planas. Fue un marsupial carnívoro del orden Sparassodonta del tamaño de un lobo, de 1,5 a 2 metros de longitud. Como muchos metaterios, probablemente las hembras poseían una bolsa para llevar a las crías en desarrollo. Los borhiénidos tenían fuertes y potentes mandíbulas, capaces de triturar huesos. Eran depredadores muy importantes durante el Oligoceno de la patagonia Argentina, los cuales se alimentaba de mamíferos notoungulados y armadillos. Las patas cortas señalan que no era un animal corredor, pero seguro que asechaba a sus victimas en los antiguos bosques que existían hace 30 millones de años en los actuales desiertos de la provincia de Chubut. Originalmente, la familia Borhyaenidae fue uno de los grupos más extensos entre los esparasodontes, incluyendo a todas las especies que no fueron incluidas originalmente en Thylacosmilidae. Sin embargo, en años recientes, otros grupos de esparasodontes han sido elevados al rango de familia y esto junto al descubrimiento de que los borhiénidos están más cercanamente relacionados con los proborhiénidos y los tilacosmílidos que a otros esparasodontes, la familia ha sido reducida a seis especies en tres géneros


Palaeothentes pressiforatus.  Ameghino 1887.

 

Cráneo y mandíbula de Palaeothentes lemoinei, del  Mioceno de Santa Cruz. (*).

 

Aspecto del pequeño Palaeothentes. (*).

Mamífero Marsupial. Mamífero marsupial con características similares a las musarañas, endémicas de América del sur, que incluye a géneros vivientes como Caenolestes, Lestoros y Rhyncholestes, caracterizados por su pequeño tamaño y su dieta insectívora - frutícola. Conocidos desde Eoceno temprano. Este pequeño animal, no más grande que un ratón, tenía una especialización particular en los dientes, similar a los roedores. El Palaeothentes pertenece a la superfamilia de Caenolestidae, mamíferos arcaicos marsupiales que sobrevivieron con pocas especies hasta la actualidad. Entre las especies más conocidas del género, podemos citar a Palaeothentes pascuali. Probablemente Palaeothentes era un excelente escalador.


Kramadolops maximus. Goin et al. 2010.

 

Fósil de  Kramadolops maximus. (*).

 

Aspecto de Kramadolops maximus. Ilustracion de  Gabriel Lío.

Mamífero Marsupial. Los polidolópidos eran marsupiales herbívoros (frugívoros, insectívoros y los más grandes, también folívoros). De estos marsupiales se conocen principalmente restos de dientes, mandíbulas y maxilares y se estima que el tamaño pudo variar de acuerdo a la especie entre los 70 g y los 3,5 kg. Los polidolópidos se conocen del sur de América del Sur (en Chile y la Patagonia Argentina) y de la Península Antártica. Los polidolópidos antárticos fueron registrados en la Isla Marambio en niveles de una edad aproximada de 45 Millones de años. Si bien hoy parece impensable que un marsupial (y cualquier mamífero terrestre) sobreviviera en este continente, en la época en la que vivieron los polidolópidos, había grandes bosques similares a los bosques andino patagónicos, y aun compatibles con climas más cálidos en tiempos más antiguos.  Más aun, durante gran parte del Mesozoico América del Sur, Antártida y Oceanía estuvieron unidos y es por eso que muchos grupos de plantas y animales hoy están compartidos en estos continentes en la actualidad (o en el registro fósil). En particular, hacia fines del Cretácico y comienzos del Paleógeno (hace unos 66 Millones de años) el sur de América del Sur y la Antártida estuvieron unidos por lo que los polidolópidos pudieron haber evolucionado en esta gran masa continental sin tener mayores barreras que las aislaran. Por eso hoy los registros de la Antártida nos muestran restos de estos grupos (junto con otros grupos de mamíferos). Incluso es posible que este grupo de marsupiales esté más relacionado con los marsupiales australianos que con las comadrejas actuales. Los polidolópidos desaparecieron del registro a comienzo del Oligoceno, hace unos 30 Millones de años, probablemente debido al deterioro del clima, con una disminución tanto de la temperatura como la humedad, particularmente en la región patagónica donde ellos fueron registrados.


Tremacebus harringtoni.  Rusconi, 1933.

Tremacebus Tremacebus Tremacebus Tremacebus Tremacebus Tremacebus Tremacebus Tremacebus Tremacebus Tremacebus

Cráneo de Tremacebus, un primate primitivo procedente del Oligoceno. (*)

Cráneo de Tremacebus harringtoni. (*)

Aspecto posible del primate de la desaparecida selva patagonica. (*)

Mamífero Primate. Fue un primitivo primate (monos) aloctono, cuyos ingreso al continente fue hace 38 millones de años según la evidencia fósil reunida hasta el momento. A diferencia de los monos del Viejo Mundo, los monos del Nuevo Mundo no parecen haberse dado a la vida en las praderas y siguieron siendo animales de selva. Una gran diferencia entre ambos, es que los primeros no poseen cola, mientras que los sudamericanos poseen unas vértebras caudales extensas y adaptadas como un quinto miembro para poder trepar. Tremacebus harringtoni, es un representante del periodo Oligoceno tardío (23,5 millones de años) en la Patagonia Argentina, y se parecía a un mono Buho moderno. Otros pequeños simios del territorio argentino son Homunculus patagonicus y Killikaike blakei, entre otros. Los primates mas primitivos por ahora en América del sur es Branisella, del oligoceno temprano (33,7 millones de años) de Bolivia. Mientras que dos parientes del actual mono araña, el Protopithecus y el Caipora, vivieron en Brasil durante el Pleistoceno. Era omnívoro y tenia una variada dieta.  Este género fue descrito originalmente por el paleontólogo Hershkovitz en el año 1974. La única especie en que está basado fue descrita originalmente por el paleontólogo Carlos Rusconi en el año 1933. Se incluye en la familia de los aótidos (Aotidae), exclusiva del Neotrópico, que comprende un solo género viviente, con un total de 11 especies, siendo los únicos monos nocturnos. Carlos Rusconi recibió la muestra en el año 1932 enviada por Harrington Thomas, quien lo recogiera junto con otros restos fósiles de mamíferos de la «edad Colhuehuapense», a unos 12 km al suroeste del cerro Sacanana, en el centro-norte de la provincia del Chubut, en el centro de la Patagonia argentina.


Dolichocebus gaimanensis. Bordas 1942 

 

Cráneo de Dolichocebus gaimanensis, de la colección del MACN. Tomado del Twitter MACN.VP   Posible aspecto de Dolichocebus gaimanensis. (*)

Mamífero Primate. Es un primate platirrino que pertenece al Oligoceno tardío y Mioceno temprano. Vivió en la Patagonia argentina, cuando esta tenía una exuberante selva, a diferencia de lo que vemos en la actualidad. Pesaba de 2 a 3 kilogramos, como el actual género Cebus. Fósiles muy completos proceden del acantilado sur del Valle Bajo del río Chubut, cerca de Gaiman y en Sacanana. Dolichocebus se conoce por el tipo de cráneo encerrado en una concreción, numerosos dientes aislados, partes de dos mandíbulas y un astrágalo. Seguramente tenía  una cola prensil que enrollan alrededor de las ramas para ayudarse en el movimiento en los árboles. Debió, adaptándose a varios tipos de bosques y consumiendo muchos tipos de comidas, que incluyen frutas, diferentes vegetales, invertebrados y pequeños vertebrados. Los platirrinos o monos del Nuevo Mundo se diferencian de los del Viejo Mundo, entre otras características, por las fosas nasales, que están más separadas y dirigidas hacia adelante en lugar de hacia abajo. Debido a lo pobre de su registro fósil, las relaciones de parentesco de los monos sudamericanos con otros grupos de primates y entre sí son las menos conocidas dentro del orden de los primates. La mayor parte de los platirrinos fósiles son conocidos solamente por dientes y mandíbulas aisladas. De unos pocos se conocen cráneos, los que generalmente carecen de dientes, están deformados o mal preservados.


Octodontotherium grandae. Ameghino, 1894.

Fragmento mandibular atribuido a Octodontotherium s.p del Oligoceno de Chubut. Museo de La Plata.

Posible aspecto de Octodontotherium. Imagen ilustrativa del paleoartista Daniel Boh.

Mamífero Xenarthro. Es un género extinto de perezoso terrestre de la familia mylodontidae, endémica de América del Sur durante el Oligoceno-Mioceno, poco común de hallar para estas edades. Vivió entre 29 a 21 millones de años antes del presente, existente por aproximadamente 8 millones de años. Era uno de los mas grandes edentados para su época, con una talla similar al del genero Lestodon que vivió durante el Pleistoceno. Provisto de grandes y gruesos huesos por lo poco que sabemos de este genero. Su alimentación era herbívora. El material asignado a Octodontotherium, colectado en distintas campañas  por E. Riggs a principios del siglo XX y depositados en los museos de historia natural en Chicago, París, La Plata y Buenos Aires, permitió el estudio de numerosos elementos, como la tibia, el astrágalo, mandíbulas y un cráneo bien conservado. La distribución de fósiles es exclusivo de las provincias de Chubut y Santa Cruz, Argentina. Otras especie relacionada; Orophodon hapaloides Ameghino, 1894.


Deseadognathus riggsi. Carlini y Scillato-Yané, 2004.

 

Ramas mandibulares de Deseadognathus riggsi del Oligoceno de la Provincia de Santa Cruz.  

Posible aspecto del Megalonychidae Deseadognathus (*).

Mamífero Xenarthro. Es un género extinto de perezoso terrestre Megalonychidae del Oligoceno de Patagonia,. Pudo haberse parecido a un típico perezoso terrestre megaloníquido, aunque era mucho menor, con una cola alargada y un torso ancho, así como miembros ágiles y largas garras. Los dientes caniniformes de Deseadognathus riggsi eran grandes y triangulares, y su cráneo era profundo y tenía una gran cresta sagital la cual en conjunto con la mandíbula ancha probablemente permitía un fuerte esfuerzo realizado por los músculos masticatorios, como otros representantes de este grupo. Seguramente fue  un animal solitario, nocturno y arborícola, que habita en la selva secundaria y desarrollada en los bosques extintos de la Patagonia. El nombre perezoso significa lento, pero los movimientos lentos de este animal son en realidad una adaptación para sobrevivir con una dieta de baja energía basada en hojas. Estos perezosos tienen la mitad de la velocidad del metabolismo de un mamífero del mismo tamaño. Los perezosos tienen una vista y oído muy pobre por lo que la mayoría del tiempo se basan en tocar y oler para conseguir alimento. Sus restos proceden de la localidad de Puerto Deseado, provincia de Santa Cruz.


Pseudhapalops observationis. Ameghino, 1891.
 

Esqueleto casi completo de Pseudhapalops s.p, exhibido en el Museo de La Plata. Oligoceno-Mioceno temprano de Santa Cruz. Copia de cráneo y mandíbula de Pseudhapalops s.p, en el Museo Municipal Punta Hermengo de Miramar. Oligoceno-Mioceno temprano de Santa Cruz. Aspecto en vida de Pseudhapalops s.p, cuando la Patagonia era una selva tropical. (*)

Mamífero Xenarthro. A finales del Oligoceno, hace 24 millones de años, los Xenarthros estaban bien representados y adaptados en América del sur, el cual, en el Mioceno se encontraba geográficamente bien distribuido por la actual patagonia Argentina. Pseudhapalops era de tamaño chico, media hasta un metro de largo, a diferencia de sus gigantescos parientes del Pleistoceno que superaban los cuatro metros de altura. Tenia garras muy desarrolladas y curvas (una característica común entre los mamíferos edentados) seguro debe haberse visto desplazarse sobre sus nudillos anteriores. Es muy probable que pasara la mayor parte de su tiempo en las copas de los árboles, sujetándose de sus garras y alimentándose de frutos suculentos en los tupidos bosques sub tropicales del Oligoceno. Como todos los edentados, Pseudhapalops tenia pocos dientes y sin esmalte. Sus mandíbulas solo tenían cuatro pares de dientes. Si bien hoy en día la Patagonia Argentina es un gran desierto, durante el Oligoceno y Mioceno estaba constituida por grandes y extensas selvas, evidenciado por la diversidad faunistica y botánica recuperada. Otras especies relacionadas; Eucholoeops ingens y Pelecyodon s.p.


Peltephilus pumilus. Ameghino, 1904.
Peltephilus Peltephilus Peltephilus Peltephilus Peltephilus Peltephilus Peltephilus Peltephilus Peltephiluhilus

 

 

Cráneo y mandíbula de Peltephilus. MACN. Reconstrucción en vivo . (*).

Mamífero Xenarthros. Fue un "Dasipodido" (peludos y mulitas). Tenia una coraza formada por placas óseas, las cuales avían evolucionado de placas térmicas, formando un caparazón recubierto de cornea y con bandas móviles, lo que le brindaba movimientos rápidos. Peltephilus, poseía en en el hocico un par de cuernos largos, que en vida se encontraban recubiertos por piel y tejido corneo, lo que facilitaba su utilización en momentos de defenderse de sus depredadores. Algunos científicos sostienen que este animalito que tenia unos 60 centímetros de largo, tal vez poseía otro par de pequeños cuernos córneos en el hocico. Con respecto a otros "edentados", Peltephilus tenia unos dientes gruesos y largos, muy parecidos a caninos, lo que podría indicar que era un animal carnívoro o carroñero.


Clypeotherium magnum.  ScillatoYané, 1977.

 

Coraza de Clypeotherium magnum. del Oligoceno de Chubut, Argentina. Museo de La Plata.

 

Posible aspecto de Clypeotherium magnum.

Mamífero Xenarthros. Este enorme armadillo comparable con los que vivieron durante el Pleistoceno, pertenece a la familia extinta Glyptodontidae de mamíferos placentarios del orden Cingulata, emparentados con los actuales armadillos extintos y actuales. Originarios de Sudamérica, se diferenciaron en el Eoceno Superior. Tenían un cráneo y un caparazón formado por muchas piezas pequeñas fusionadas y, en ocasiones, una cola cubierta. Muestran una notable convergencia con las tortugas y algunos dinosaurios (anquilosauros). Tenían una adaptación a la dieta herbívora y conversión de sus bandas acorazadas del dorso en una suerte de único caparazón defensivo. Perteneció a la subfamilia de los Glyptatelinae, gliptodontes primitivos conocidos en el Oligoceno de Argentina, que aparentemente pudieron sobrevivir de manera relictual en el norte de Sudamérica en el Neógeno. Su coraza tiene un grosor de 4 centímetros, y por el margen de esta, estaba constituidas por placas puntiagudas.


Palaeopeltis inornatus. Ameghino 1894.

 

Placas u osteodermos de Palaeopeltis inornatus (*).  

Posible aspecto de Palaeopeltis inornatus (*).

Mamífero Xenarthros. Es un género extinto de gliptodontes, grandes mamíferos xenartros emparentados con los modernos armadillos con los que se incluyen en el orden Cingulata, caracterizados por la presencia de corazas óseas a lo largo de sus cuerpos, que vivieron en Sudamérica y Norteamérica. Los gliptodontes sin embargo, formaban una familia diferenciada, ya que carecían de varias bandas móviles como sus parientes actuales, siendo éstas fusionadas en un caparazón más o menos rígido de pocas o ninguna banda en el dorso, además de presentar adaptaciones para la dieta herbívora como el acortamiento del cráneo, con la aparición de espinas en el hueso malar para ayudar a sostener un músculo masetero de mayor tamaño y el desarrollo de molares altos especializados en la masticación de materia vegetal. Esta nueva clasificación mostró que la subfamilia Glyptodontinae probablemente no evolucionó a partir de los gliptodontes de las subfamilias Propalaehoplophorinae o Hoplophorinae en el sur del continente durante el Plioceno, sino que más bien apareció en el norte de Sudamérica a mediados del Mioceno y luego avanzó hacia al sur aprovechando los cambios climáticos que favorecieron los ambientes de sabanas y que serían característicos poco después, cuando se produjo el Gran Intercambio Biótico Americano. Los Palaeopeltidae fueron por primera vez descritos por Ameghino (1894) a través de osteodermos provenientes de sedimentos donde también se hallaron los restos de Pyrotherium, los cuales corresponden a la “Edad Mamífero Deseadense” en la Patagonia Argentina.  También se encontraron restos de Palaeopeltis inornatus para la Formación Fray Bentos (Oligoceno tardío), Uruguay.


Chubutolithes gaimanensis. Bown & Ratcliffe 1988.

 

Nidos o icnofosil de Chubutolithes gaimanensis procedentes de Gaiman. El aspecto en vida, seguramente fue semejante a las avispas de barro actuales.

Insecto, Hymenoptera. Se trata de una avispa fósil, conocida principalmente por la presencia de nidos (icnofosil) en la formación Sarmiento, en la localidad de Gaiman, Provincia de Chubut, durante el Eoceno y Oligoceno de la Patagonia. Los sedimentos tienen grandes espesores de ceniza volcánica aplanada que formaban una vasta llanura con poco relieve y se cruzaron esporádicamente por los lechos de los ríos. Este paisaje, similar a la sabana africana, fue habitado por diferentes mamíferos y reptiles hoy extintos. Es posible observar en la formación, abundantes madrigueras de invertebrados. Encontramos la formación de varios paleosuelos, con las raíces, nódulos de carbonato y nidos de Chubutolithes gaimanensis. Esos son los fósiles de nido de avispas de tierra que habitaban la zona hace 39 millones de años. Los nidos muestran diferentes capas de barro utilizadas para construir las paredes del mismo.


Argyrocetus patagonicus. Lydekker, 1894.

 

Cráneo y mandíbula del Oligoceno tardío - Mioceno temprano de Chubut. Museo de la Plata.   Aspecto de un integrante de la familia Eurhinodelphinidae (*).

Mamífero Cetáceo.  Los delfines de la familia extinta Eurhinodelphinidae son odontocetos que vivieron del Oligoceno hasta el Mioceno. Argyrocetus patagonicus, es el miembro mas primitivo de esta familia de cetáceos. Los miembros de familia poseían una prolongación de la mandíbula superior con apariencia similar a un pez espada. De alimentación carnívora y oportunista. La historia evolutiva de los cetáceos estuvo marcada por al menos tres radiaciones adaptativas. La segunda radiación (Oligoceno-Mioceno Temprano) marcó la aparición de los Neoceti (Odontoceti y Mysticeti), y estuvo principalmente influenciada por la apertura del Océano Austral y cambios en el ecosistema oceánico y su productividad. Algunos de estos materiales mas modernos, provienen del Oligoceno Tardio - Mioceno Temprano en la Formación Gaiman y con una antigüedad de 20 millones de años antes del presente.


Basilosauridae.

Mamífero Arqueoceto. El fósil de una ballena que vivió hace 49 millones de años fue hallado por científicos del CONICET y del Instituto Antártico en la isla Marambio, cerca del mar de Weddell, informó este martes la Dirección Nacional del Antártico, que presentó el espécimen único. El ejemplar de "Arqueoceto Antártico", encontrado al noreste de la Península Antártica, es el fósil más antiguo de ballena primitiva en todo el mundo, y el primero localizado en la Antártida Argentina. Cincuenta millones de años atrás “tampoco estaba la comunicación del Pacífico y el Atlántico”, por donde pasa la helada corriente circumpolar antártica.  Este "arqueoceto" antártico pertenece al grupo Basilosauridae, del que se originaron todos los cetáceos actuales. Las "ballenas semiacuáticas" -que son los Protocetidae, con cuatro patas desarrolladas- se registran en la región Indo-Pakistán hace 53 millones de años; en tanto, el "arqueoceto" antártico tiene 49 millones de años y es acuático totalmente. Esto indica que experimentaron una evolución mucho más rápida de lo que se pensaba y también se distribuyeron rápidamente en los mares australes.  Durante la misma campaña de verano en la Antártida Argentina, en febrero pasado, otro grupo de paleontólogos de vertebrados, que hizo trabajos de campo en Caleta Santa Marta, en la isla James Ross, extrajo restos de un dinosaurio sauropodomorfa que se caracteriza por presentar un largo cuello y una pequeña cabeza. Los trabajos de campo en la isla Ross fueron hechos por Juan José Moly -Museo de La Plata-, Ariana Carabajal -CONICET y Museo Carmen Funes, Plaza Huincul- e Ignacio Cerda -CONICET e INIBIOMA, Neuquén-. Los dos equipos trabajaron desde un campamento y se exploraron diferentes unidades de la formación La Meseta, particularmente en dos que están datadas en 49 y 34 millones de años respectivamente.


Saurodelphis argentinus.  Burmeister,1871.

 

 

Mandíbula en el Museo de La Plata. Mioceno de Paraná.

Aspecto de un Delfín de Rió. (*)

Mamífero Cetáceo.  Es un Odontoceto, es decir, se trata de un Cetáceo con dientes como el Cachalote y el Delfín, encontrados en sedimentos de origen marino depositados durante el Oligoceno inferior de Patagonia. El mismo comprende de un cráneo muy pequeño y rostro extremadamente delgado y alargado, el cual guarda un parecido muy particular con el Delfín del Ganges, de la costa India. Presenta ramas mandibulares soldadas en casi todo su largor, formando un hueso largo y angosto. El origen de los Cetáceos es un misterio, ya que aparecen súbitamente en la base del terciario sin mucha evidencia fósil de sus antecesores, aunque en los últimos años se han hallado en distintas partes del mundo, restos de Ballenas y Delfines con rastros de patas traseras, las cuales, evidencian un antecesor continental y de hábitos carniceros. En el examen de su aparato dentario, muestra numerosos dientes simples y cónicos, como los reptiles y su cráneo demuestra cierto parecido a estos animales. Sufrieron la modificación de sus miembros anteriores, pasando de fuertes brazos a aletas especializadas para grandes impulsos y la adaptación de todos los órganos para el medio acuático.


Ribodon limbatus.  Ameghino, 1883.

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Esqueletos de Riboron limbatus y reconstrucción en vivo del sirenido fósil de Patagonia y Paraná, Argentina. (*)

Mamífero Sirenido. El material que hace referencia Ameghino, corresponde al Piso Mesopotámico de la formación Patagónica recogidos en las barrancas del Paraná por el Profesor Pedro Scalabrini. Los sirénidos, o vacas marinas, son el único grupo de mamíferos que se han convertido en herbívoros acuáticos completamente adaptados. En la actualidad, están representados por tres especies de manatíes (Trichechus) y una sola especie de dugongos (Dugong dugon). Todos tienen cuerpos bulbosos, miembros anteriores modificados en forma de aletas, carecen de extremidades posteriores y tienen una cola aplanada en sentido horizontal, como la dé la ballena, que utilizan para impulsarse a través del agua a un ritmo mesurado. Los sirénidos se conocen desde el comienzo del Eoceno en Hungría. Su evolución es misteriosa, pero muchos paleontólogos creen que es posible que compartan un antepasado con los elefantes. Durante todo el Eoceno, el clima fue bastante templado y en las aguas tropicales y poco profundas del Mediterráneo y el Caribe abundaban los prados vastos cubiertos de hierbas marinas, el principal alimento de los sirénidos marinos. Se trata de un vertebrado excepcionalmente llamativo, representante de los Sirenios o Lamantines. Por su aparato dentario se acercan al de los Notoungulados, pero su estructura esqueletaría es muy distinta a cualquier otro mamífero conocido. Se conocen restos fósiles en el Eoceno de Europa y África. Sus orígenes aun son un enigma. En la Argentina se han encontrado un genero extinguido hallado en sedimentos del Oligoceno medio - Mioceno. Lleva el nombre de Ribodon y su mayor parecido es con el genero viviente Manatus, el cual vive en las desembocaduras de ríos de África occidental y América oriental, y en la costa marítima oriental en Sudamérica. Los Lamantiles no se alejan de la zona litoral. La presencia de los mismos en las opuestas orillas del atlántico, indica claramente que pasaron de África a Sudamérica emigrando a lo lardo de la costa desaparecida, por sobre la cual pasaron los mamíferos terrestres, por el puente Oligoceno.


Carcharodon megalodon. Agassiz, 1843.

Diente de Carcharodon megalodon.  (*)

Mandíbula de Megalodon recreada a tamaño natural en el Museo Paleontológico de Bariloche.

 Reconstrucción en vivo  (*)

Pez Selaceo. Se trata de un enorme tiburón prehistórico que habito en los antiguos mares del territorio Argentina y distintas partes del mundo. Poseían un esqueleto cartilaginoso, el cual rara vez se preserva, pudiendo agregar que los hallazgos de este tipo de estructura se pueden contar con los dedos de las manos. La única parte del esqueleto que podemos hallar perfectamente preservado, son los dientes con esmalte, los cuales varían desde 2 a 15 centímetros. Su raro esqueleto se distinguen claramente del gran número de especies de peces teleósteos (óseos) por su esqueleto cartilaginoso. Los tiburones son peces versátiles y tienen sentidos muy agudos; muchas de sus especies son capaces de cazar y devorar a casi cualquier otro animal marino, tanto en mares profundos como en mares poco profundos. Estos dos rasgos explican su larga historia evolutiva; muchas de las especies de tiburones de nuestros días son muy similares a especies que nadaban en los mares del cretácico, hace más de 100 millones de años. Su alimentación estaba constituida por grandes reptiles marinos de la época, peces y mamíferos marinos primitivos. Un sitio muy conocido en nuestro país donde se han hallado restos dentarios de la especie, es Cerro Gualicho en la Provincia de Rió Negro.


Archeogeryon fuegianus.  d'Orbigny, 1842.

 
Archaeogeryon peruviensis Archaeogeryon peruviensis Archaeogeryon peruviensis Archaeogeryon peruviensis

Archaeogeryon peruviensis, Oligoceno superior y Mioceno de la Provincia de Santa Cruz, Argentina. (*) El segundo ejemplar Archeogeryon fuegianus se exhibe en el Museo Paleontológico Egidio Feruglio de Trelew (MEF):

Invertebrado Crustáceo. Se trata una especie de cangrejo marino muy abundante en el registro fosilífero, aunque generalmente solo se hallan pequeños fragmentos, y rara vez formas completas. Estos vivían en los antiguos mares que se hallaban sobre los actuales sedimentos de Patagonia.  Poseen un cuerpo similar a las especies vivientes, formado por reducción del abdomen y el ensanchamiento y aumento de tamaño de la parte anterior (delantera) del cuerpo. El abdomen sirve como bolsa de cría para los huevos, que en el hembra es mas notorio por su tamaño. El cuerpo está más o menos cubierto por un caparazón quitinoso, con una cubierta cerúlea. El cuerpo segmentado del cangrejo tiene varios pares de apéndices, de los cuales cinco suelen servir para la locomoción y dos hacen las veces de antenas sensoriales. Las patas delanteras estaban equipadas con pinzas que le servían para alimentarse, defenderse y realizar exhibiciones rituales de apareamiento. Los cangrejos son capaces de tolerar cambios en su medio ambiente, los que les permite prosperar en hábitats muy hostiles, por ello se lo considera junto a los artrópodos como formas exitosas y primitivas.  Sus hábitos alimentarios son variados. Algunos fósiles de Archeogeryon fuegianus fueron hallados muy completos recientemente en los afloramientos geológicos del Oligoceno de Península de Valdes en la Provincia de Chubut, como así también en sedimentos de Caleta Oliva en la Provincia de Santa Cruz.


Otros Vertebrados del Oligoceno Argentino: Mamíferos:  Proadianthus,  Argyrohippus, Cochilius,  Ameghinotherium, Diochotichus, y Proedrium. Peces: Myliobatis sp., Isurus sp., Lamna sp., Odontaspis sp., Hemipristis sp., Galeocerdo sp.,Carcharodón sp.

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Shockey, B.J. 1997. Toxodontia of Salla, Bolivia (Late Oligocene): Taxonomy, systematics, and functional morphology. Ph.D. Dissertation (Unpublished), University of Florida, p. 1-277.

 

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