Biografia de Rosendo Pascual, Rodolfo Hauthal y Francisco Pascasio "Perito" Moreno. PaleoArgentina.
 
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Francisco Pascasio "Perito" Moreno.

Explorador, Científico y Pionero de la Patagonia.

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Fragmento del articulo publicado originalmente: Magnussen Saffer, Mariano. (2008). Francisco Pascasio Moreno. Explorador. Científico y Pionero en la Patagonia. Año 6 numero 31: 20 - 25.

Francisco Pascasio Moreno, nació el 31 de mayo de 1852 en la Capital Federal. Sus padres fueron Francisco Facundo Moreno y Juana Thwaites quienes lo bautizaron el 29 de octubre. Su hermana mayor recibió el nombre de Juana y sus tres hermanos menores fueron llamados Josué, Eduardo y Maruja. Su padre tuvo una enorme influencia sobre él al enseñarle las letras y su amor a la naturaleza, cosa que definiría el rumbo de su vida.

Su patriotismo nace en sus primeros años de vida. Estuvo muy enfermo durante la guerra del Paraguay y veía a su madre, que junto con parientes y amigas, hacían "hilas", y vendas para los heridos, oyendo además los comentarios sobre las familias enlutadas y los actos heroicos realizados por nuestras tropas. Todo esto, fue trabajando en su mente, alimentada después por los motivos de guerra, que leía con avidez y su mayor emoción, fue el ver pasar por la calle Florida, al son de marchas militares, los restos del sexto de línea, frente a los curiosos que los miraban con indiferencia. Fue tal el impacto que esto causó en él que toma la resolución de servir a su patria a la medida de sus fuerzas.

En 1863 ingresó al colegio San José de los Padres Bayoneses donde estuvo pupilo tres años. Durante el tiempo que estuvo internado no se destacó como alumno estudioso. Continuó sus estudios en el colegio Catedral del Norte. Entró allí debido a la amistad que su padre mantenía con Sarmiento. Como el colegio no enseñaba Ciencias Naturales, Francisco Facundo Moreno, su padre, lo llevaba al río y a Palermo a juntar elementos, los cuales serían los primeros objetos de su propio museo. Su padre les regala a los tres hermanos el mirador de su casa en agosto de 1866 para allí instalar el primer museo.

El 27 de Diciembre de 1867 muere la madre, Juana Thwaites, víctima de cólera, enfermedad que padecía hacía bastante tiempo y se había agudizado en los últimos dos meses.

En el año 1868 sus hermanos se desvinculan del museo familiar, quedando éste a su cargo. Los distintos objetos que allí se exhibían, algunos de gran importancia geológica, fueron repartidos equitativamente. En el mismo año fueron recibidas las primeras donaciones por parte de Mariquita Sánchez de Thomson.

Ya en 1870 la familia se muda a la quinta de parque Patricios. Allí pudieron gozar de mayores comodidades y Francisco Pascasio realizar sus estudios en mayor tranquilidad. En ese mismo año escucha hablar por primera vez de Luis Piedrabuena y se ve totalmente anonadado por la emblemática precisión y certeza de su labor en la materia.

Llegando a 1871 comienza la expansión de la amenaza de la fiebre amarilla. Se mudan a la estancia de León Gándara, esposo de Francisca, la hermana de Francisco Facundo Moreno. Ese mismo año Francisco Pascasio Moreno realiza las primeras exploraciones entre los lagos Chascomús y Vitel. Los peones le habían hablado sobre osamentos llamados "Luces Malas", lo que lo llevó a conjeturar que esas fosforescencias podrían indicar un yacimiento fosilífero. Allí dedican dos días a la clasificación de todos los huesos.

En 1872 ingresa a la compañía de seguros "La Estrella" (que había sido fundado por su padre) pero se da cuenta de que no era su verdadera vocación. Su padre lo entiende y lo apoya en su profundo y esencial discernimiento regalándole un edificio de 200 m2 para su propio museo (fundado a los veinte años de edad).

En 1874 se embarca en el "Bergatín Rosales" de la Armada a Santa Cruz con el objetivo de explorar las tierras donde se habían establecido los chilenos. El barco llega hasta la desembocadura del río Santa Cruz.

Junto con Carlos Bergatín y el guardiamarina Carlos María Moyano, se internan en Santa Cruz y Río Negro, donde encuentran una tribu aborigen que mantenía viejas costumbres de un tiempo remoto, con vestigios de una vida anterior a la llegada del hombre blanco. Moreno hizo acopio de una gran cantidad de objetos de habitantes primitivos.

En diciembre llega a su fin la expedición luego de 5 meses. Vuelven a Buenos Aires debido a una revolución que al llegar ya había sido sofocada.

Viaja a Entre Ríos para comparar la formación terciaria de las barrancas del Paraná con la de las Patagonia. Francisco Pascasio Moreno no sólo intenta explorar la Patagonia sino, también, integrarla al país que está ajeno a su existencia

Ya en el año 1875 luego de una arduo trabajo logra persuadir a la Sociedad Científica Argentina para que le dé el dinero necesario para su nueva expedición a la Patagonia. Su objetivo era cruzar los Andes por el Nahuel Huapi y llegar a Chile en un camino inverso al de Guillermo Cox. Buscaba un paso entre el Nahuel huapi y Valdivia para unir el Atlántico con el Pacífico. Para hacerlo debía encontrar al Cacique Saihueque quien era el dueño del paso a Chile. En el recorrido bordeó el río Limay, pasó por las barrancas de Chacón Geyú, cruzó el Cumlelfen, en la Pampa rosada y la región Manzanageyú o País de las Manzanas.

 <<<Morenocetus. Un cetáceo mioceno que homenajea de Francisco Pascasio Moreno.

Al llegar a la Collón Curá y Neumuco, envió un mensaje al cacique quien lo invitó a su territorio. Francisco Pascasio Moreno es recibido por un coro de mujerers y se presenta frente a Sayhueque, quien demuestra ser muy sabio. El joven explorador no sólo traspuso una frontera geográfica sino también la de una cultura inexplorada. Moreno gozó de la hospitalidad de Sayhueque, quien se consideraba señor de la tierra y cacique principal de toda la Patagonia.  Se presenta al consejo de los viejos jefes para explicar los motivos por los que deseaba ir a Chile. Aduce que sólo de sea conocer lo que hay allí pero los caciques pensaban que Francisco Pascasio tenía la intención de ocupar su territorio. Tenían arraigada la idea de que todo cristiano engañaba y mataba a todos los que los ayudaban.

En un momento de la discusión, Yanyarique, el cacique de las nueve mujeres, lo acusó de mentiroso y lo desafió a que midieran sus fuerzas. Francisco Pascasio dejó de lado el temor y se enfrentó al cacique, quien no pudo arrancar del caballo al joven explorador.

Aunque realizó grandes esfuerzos le negaron pasar a Chile por el camino de la cordillera. No obstante, Moreno no desistió en su empeño de explorar el territorio. Era necesario, en sus palabras "Conocer esos territorios hasta sus últimos rincones y convencer con pruebas irrecusables a los incrédulos y a los apáticos, del gran factor que para nuestra grandeza sería la Patagonia apreciada en su justo valor". Es por ello que se hizo amigo del cacique Ñancochenque, quien lo invitó a sus toldos. Recorrió los bosques de Pehuen y descubrió la fitarroya patagonica.

Luego Moreno retornó a Caleufú a los toldos de Sayhueque para que este autorizara el paso al Nahuel Huapi. El 22 de enero de 1876 se convierte a los 23 años en el primer blanco que llega al Gran Lago desde el Atlántico. Aunque está conmovido por la belleza del paisaje, no olvida tomar posesión simbólica del lugar, haciendo reflejaran en las aguas del Nahuel Huapi los colores de nuestra bandera. Desea afirmar en ese territorio la soberanía de nuestro país.

Luego de unos días emprende su vuelta. Al llegar a Chichinal se entera que pronto habría un malón. Por ello el regreso se convierte en una desesperada carrera contra la muerte ante al inminencia de una invasión indígena, y llega a Buenos Aires tres días antes de que se produjera el malón que costó cientos de vida y centenares de miles de cabezas de ganado. No repuesto aún de esta experiencia Moreno viaja a Catamarca y Santiago del Estero.

"Mar interno, hijo del manto patrio que cubre la cordillera en la inmensa soledad, la Naturaleza que te hizo no te dio nombre; la voluntad humana te llamará desde hoy Lago Argentino."

<<< Morenelaphus. Esqueleto en el Museo Provincial de Ciencias Naturales de Córdoba. El genero homenajea a Moreno.

En 1879 es nombrado jefe de la Comisión exploradora de los Territorios del Sur por el Gobierno Nacional presidido por Avellaneda. Entre otros mandatos, debía estudiar lugares posibles para la colonización, recorrer la costa entre los ríos Negro y deseado, localizar los yacimientos de nitrato y estudiar los aspectos geológicos del trayecto con vistas a la futura construcción de una línea férrea que uniera al Atlántico con el Pacífico a través de la Patagonia. Le otorgaron un barco "El vigilante" para realizar una expedición al Sur.

El 18 de febrero de 1874 comienza la conquista del Desierto. Sale la primere división desde azul al frente de julio Argentino Roca, ministro de guerra. Lo secunda el Coronel Villegas. Ellos junto con 6000 hombres se desplazan hasta las márgenes de los ríos Negro y Neuquén. Sus objetivos eran terminar con la dominación indígena y, a la vez, afirmar la soberanía sobre Chile. Francisco Pascasio Moreno al mismo tiempo se dirigía hacia el sur junto con una tripulación que no respetaba sus ideales. Discutía con sus compañeros de viaje ya que éstos estaban entusiasmados con una guerra que èl consideraba injusta. Moreno, que había vivido con los indios, se sentía culpable por pertenecer, inevitablemente, al bando enemigo. Años más tarde, al recordar esa guerra, escribió: "Tengo la seguridad de que bien en esa ocasión pudo evitarse el sacrificio de miles de vida; por supuesto muchos más de indios que de cristianos...Durante esa lucha se realizaron matanzas inútiles de seres que, creyéndose dueños de la tierra, la defendían de la civilización invasora." Ahora estaba otra vez en tierra de indios. Navega el río Negro aguas arriba en un tramo de 450 kilómetros, hace relevar la costa del Golfo San Matías, levantar la carta del puerto de San Antonio y efectuar perforaciones en busca de agua potable.

Finalmente emprende viaje a caballo hacia la cordillera, siguiendo a la inversa el trayecto efectuado por Musters en 1870. Pasa por el Bajo del Gualicho y Valcheta, visita al cacique Sinchel, llega a Maquinchao, recorre el valle de Cholila, El Maitén, y la pampa donde hoy se halla Esquel, y por último llega a la toldería de sus amigos Inacayal y Foyel, en Tecka.

Luego de recorrer la región y sobrevivir a un intento de asesinato por envenenamiento, en el que no tiene tanta fortuna su acompañante Hernández, Moreno sigue viaje hacia el norte, al país de las Manzanas, y vuelve a recorrer el Nahuel Huapi donde bautiza el cerro López en honor a Vicente López y Planes, autor del Himno nacional, y el lago Gutiérrez en memoria de uno de los hombres que diera inspiración a su infancia: Juan María Gutiérrez.

Mientras Moreno está dedicado a su objetivo, que es hallar el paso de Vuriloche que comunica con Chile, es rodeado por los indios y llevado a la toldería de Sayhueque y sus capitanejos. Luego de tres días Moreno es condenado a muerte. Se le arrancará el corazón y se lo clavará en una caña para ahuyentar a los malos espíritus.

Pero el cumplimiento de la sentencia es demorado por Sayhueque, y Moreno y sus dos acompañantes logran alcanzar, en una oscura noche, el río Collon Curá, y en una balsa precaria que

"Si un indio mata a un blanco es un salvaje, y si un blanco mata un indio es civilización"

construyen con unas ramas de sauce se lanzan a las aguas. Navegando de noche y escondiéndose durante el día bajan por el Collon Curá y el río Limay hasta las proximidades del Neuquén. Fueron seis días terribles. Finalmente el séptimo día llegan a la confluencia del Limay con el Neuquén. En esa increíble huida Moreno, junto con su vida y la de sus compañeros, salvó su diario y la bandera argentina.

El 11 de mayo de 1880 llega Moreno, que todavía no había cumplido 28 años de edad, a la Estación Central de Buenos Aires, siendo bajado del tren en camilla, pues sus piernas están llagadas y se halla debilitado por la fiebre.

Con este viaje concluyó una etapa en la vida de Moreno. Finalizaron las exploraciones realizadas sobre la base casi exclusiva de su esfuerzo personal.

En 1881 la "Societé de Géographis de París", lo nombra miembro y socio corresponsal, y le otorga la medalla de oro. En la Argentina, el Ministerio de Relaciones Exteriores le encarga realizar un mapa de la Patagonia y un informe sobre los límites con Chile. El hombre que regresaba de Europa, que pudo iniciar una vida académica sin sobresaltos, se metía de lleno en un conflicto que demandaría no sólo inteligencia, sino enormes esfuerzos.

En 1882 proyecta el futuro museo, viaja por la cordillera y se lo nombra oficial de la Academia de Instrucción Pública y Bellas artes. Vuelve a la Argentina y se produce en 1882 la fundación de la ciudad de la Plata que determinó la cesión del Museo Público de Buenos Aires al Gobierno Nacional.

En 1883 la Academia de Francia le otorga las Palmas Académicas y lo designa Oficial de esa institución. Un año después, la Sociedad Arqueológica de Chile lo nombra miembro correspondiente. Moreno dona 2000 volúmenes de su biblioteca al Museo de La Plata.

En 1885 se casa con María Ana Varela. En 12 años de matrimonio tienen siete hijos. El año de su casamiento es también el de la inauguración del Museo de la Plata. Moreno, que tiene entonces 32 años, es designado director de la nueva institución.

Buscaba con las exhibiciones del museo ejemplificar, no sólo la evolución de la naturaleza de acuerdo a las últimas teorías científicas, sino también las posibilidades que las riquezas naturales ofrecen al espíritu práctico y emprendedor.

En los 20 años en que Moreno se desempeñó como director del Museo, entre 1885 y 1905,la institución alcanzó proyección nacional e internacional. Francisco Pascasio se rodeó de un conjunto de técnicos y especialistas sobresalientes, con quienes realizó exploraciones de diferentes regiones del país. La obra realizada quedó documentada en las publicaciones del Museo, que comenzaron a imprimirse a partir de 1890. Así entre 1893 y 1895 el personal del Museo, recorrió, en las palabras de Moreno, "desde las heladas regiones de la Puna... hasta el Dpto. de san Rafael en la provincia de Mendoza, estudiando la geografía, la mineralogía y la geología... en las altas cumbres y en los vastos llanos y relevando por primera vez la fisonomía exacta de la orografía andina, hasta entonces desconocida", siendo de lamentar que esos estudios no se hubieran realizado antes "para haber evitado no pocos trastornos en el trazado de las fronteras internacionales".

A partir de 1896 Moreno se desempeñó simultáneamente como perito argentino en las cuestiones limítrofes con Chile, cargo que había rechazado en 1888 por considerar que no tenía méritos suficientes como para actuar al mismo nivel que Diego Barros Arena, perito por Chile.

Desde ese momento, Moreno orientó las actividades del Museo hacia la defensa de los intereses argentinos.

Hasta entonces los problemas fronterizos de la Argentina no encontraban soluciones adecuadas. El último arbitraje frente a Brasil había sido francamente desfavorable. Terminado este conflicto, surgía el de Chile, que no sólo reclamaba parte de la Patagonia, sino también por la demarcación fronteriza de Catamarca y la Punta de Atacama. En lo único que parecían ponerse de acuerdo chilenos y argentinos era la reafirmación de la soberanía argentina sobre el Atlántico y de Chile sobre el Pacífico. "A partir de ese acuerdo podemos negociar", decía Moreno. Se trataba de trazar una línea divisoria en las altas cumbres, observando el curso de los ríos hacia el Atlántico y el Pacífico. Pero había que discutir sobre el terreno, no en especulaciones teóricas.

Las funciones de Perito Argentino en la cuestión limítrofe con Chile llevaron a Moreno, durante las postrimerías del siglo XIX, a efectuar numerosos viajes a Santiago de chile. En 1897 a lomo de mula, Moreno, su esposa y sus cuatro hijos acompañados por el Doctor Clemente Oneli, cruzan la cordillera de los Andes rumbo a Chile. El mismo año, muere en Chile su esposa, María Ana Varela, a los 29 años, víctima de la fiebre tifoidea. Es a ella a quien la Sociedad Chilena rinde con hidalguía sentido homenaje. Pero quedan en la mente de moreno las palabras pronunciadas por ella un mes antes de morir, cuando ya se encontraba gravemente enferma: "No abandones nuestra causa... sigue adelante y lucha hasta vencer. Con tu triunfo evitaremos la guerra."

Así entre 1897 y 1898 Moreno viaja repetidamente entre Argentina y Chile, sienta las base para el encuentro que los presidentes Roca y Errázuriz mantienen el 15 de febrero de 1899 en el Estrecho de Magallanes, y en pocos años reúne abundante información que significó el descubrimiento de numerosos lagos, varios ríos, canales, islas, cerros y cordones montañosos, que eran hasta ese entonces totalmente desconocidos.

La teoría de Moreno de que el límite con Chile debía ajustarse a la línea de las altas cumbres fue sustentada por un detallado estudio en el terreno a lo largo de toda la región limítrofe, estudio que no pudo ser igualado por los expertos chilenos.

Moreno recurrió a todos los medios imaginables para lograr su objetivo.

Así contó con el testimonio de sus amigos los indios de Nahuel pan, y de los colonos galeses para retener la región de la Colonia 16 de octubre, y de un antiguo colaborador del Museo, Germán Koslowky, para que el valle de los Huemules, en las cabeceras del río Aisén quedase también en territorio argentino.

En 1898 recibe una nueva distinción. Es nombrado por la "Geological Society of London" como miembro honorario correspondiente, y la Academia Americana de Política y Ciencias Sociales de Filadelfia lo designa miembro extranjero.

En 1899 se trasladó a Londres, junto a sus hijos, como asesor geógrafo del representante argentino. Desde allí escribe al presidente Roca: "Necesitamos hacer conocer el país en todo sentido. No tenemos aún el puesto que nos corresponde como nación americana y es un deber nuestro tratar de conseguirlo. Una vez que nos conozcan, seremos mucho más apreciados."

El mismo año de su viaje a Londres la Sociedad Geográfica Comercial de París le otorga la medalla Creveaux.

En 1900 Moreno regresa a la Argentina. Sir Thomas Holdich, el arbitro inglés, viaja en el mismo barco que Moreno y sus hijos, excepto el mayor, Francisco, que con 15 años de edad decide quedarse en la capital británica estudiando pintura. Durante el viaje, Moreno conversó largamente con el arbitro inglés y trató de conocer su opinión acerca del conflicto. Muy diplomático, Mister Holdich eludió una respuesta. Sin embargo en una ocasión, mientras ambos miraban el mar, acodados en la borda, Sir Thomas dijo "que todo cuanto gane el pie argentino al oeste de la división continental se deberá enteramente a usted".

En 1901 acompaña al Comisionado del Tribunal Arbitral, coronel Sir Thomas Holdich, en el reconocimiento que se realiza desde el Lago Lácar hasta el seno de la Ultima Esperanza.

En abril de 1902 se dirigió a Esquel con el objetivo de convencer a los galeses de la zona que permanecieran fieles al país que les dio abrigo. Exactamente el 30 de abril de aquel año, Francisco Pascasio logró que los galeses de la zona se pronunciaran a favor de nuestro país, manifestándose conformes con estar "bajo la bandera argentina". La preocupación central de Moreno en aquel tiempo era poder terminar con éxito las gestiones para solucionar el conflicto limítrofe con Chile. Durante todo el mes de abril no hizo otra cosa que dedicarse a ese asunto. En mayo regresó a Londres junto al arbitro inglés.

En 1903 sufre una terrible pérdida. El 26 de enero muere su hijo Florencio de tan solo 9 años. Utilizó el trabajo como método de ocupación y en unos meses recuperó su entusiasmo."

Ese mismo año el Congreso Nacional premia la labor de Moreno como perito y los trabajos que durante muchos años ha prestado gratuitamente a la Nación, otorgándole tierras en el territorio del Neuquén o al sur del río Negro.

Moreno ubica esas tierras en el extremo oeste del lago Nahuel Huapi y las dona a su vez a la Nación con el fin de que sean conservadas como parque natural. De esta manera el 6 de noviembre de 1903 la Argentina se convirtió en el tercer país del mundo, después de Estados Unidos y Canadá, en poseer un Parque Nacional.

Pero no contento con ello Moreno escribe al ministro chileno Vergara pidiéndole que su gobierno haga una reserva similar en las tierras chilenas ubicadas al oeste del Nahuel Huapi. Esta actitud de Moreno pone de relieve uno de sus aspectos menos conocidos: sus atributos de educador, de civilizador, y su amor a la humanidad.

En 1906, luego de retirado del Museo de la Plata, Francisco Pascasio se instaló con sus hijos en la Quinta de Parque Patricios. Abrió las puertas de la quinta Moreno para que los chicos de la "quema" puedan comer de los frutales allí existentes. Y luego, viendo la desnutrición que los aqueja, a habilitar una gran cocina en la que se llegan a servir 200 comidas diarias. Después agrega una aula, y así nacen las las "escuelas Patrias" que finalmente pone bajo el amparo del Patronato de la infancia y propulsa desde su cargo de vicepresidente del Consejo Nacional de Educación.

En 1910 Moreno es propuesto como candidato y elegido diputado nacional, por sus convecinos de la parroquia o distrito de San Cristóbal. Como diputado nacional Moreno presidió la Comisión de Territorios nacionales, y en ese carácter recorrió el Chaco y Formosa. Propuso la creación del Servicio Científico Nacional y de los Parques y Jardines Nacionales y apoyó el establecimiento de ferrocarriles en la Patagonia.

Moreno renunció a su banca de representante del pueblo para aceptar su designación como vocal del Consejo Nacional de Educación, por considerar que éticamente no podía desempeñar ambos cargos simultáneamente, y por preferir "continuar dedicando el tiempo que me resta de vida a contribuir a hacer de los niños de hoy... ciudadanos que sirvan eficientemente... a la Nación Argentina, siendo innegable que la fuerza y la grandeza de su mañana dependen de la escuela de hoy."

Su acción en pro de la educación no solamente se limitó a las Escuelas Patrias. Creó además las guarderías infantiles en los barrios obreros, modificó los planes de estudios de las escuelas nocturnas para adultos dándoles una orientación vocacional y técnica, y creó, en fin, el escalafón para los maestros.

Su último viaje a la Patagonia lo realiza en 1912, siete años antes de su muerte, cuando acompaña a Teodoro Roosevelt, por pedido especial de éste, a la región de Nahuel Huapi.

<<<Documental sobre Francisco Perito Moreno, en Naturalistas Viajeros.

Francisco Pascasio Moreno murió en la madrugada del 22 de noviembre de 1919. En el país su muerte pasa inadvertida. Pero en el exterior numerosos países e instituciones le rinden homenaje, pues Moreno es un verdadero exponente de las mejores virtudes de la raza, al margen de su condición de argentino.

En 1944 sus restos fueron traslados a Bariloche, cubiertos con la bandera argentina y los ponchos de Sayhueque, Catriel y Pincén, y depositados en la isla Centinela, convirtiendo el imponente escenario de sus mayores glorias en digno monumento a su grandeza. Nada le hubiera satisfecho más que descansar en las tierras por las que luchara sin desmayo en vida y sin esperar ningún beneficio personal.

Moreno fue un autodidacta, humanista, civilizador, explorador, geógrafo, antropólogo, etnógrafo, paleontólogo, historiador, sociólogo, diplomático, legislador, educador y escritor y poeta de la naturaleza, y por encima de todo un ser humano que luchó hasta el final de su vida por los ideales de su juventud.

Moreno ha sido considerado héroe civil de nuestro país. Esto es especialmente destacable en una Nación donde la mayor parte de los hombres ilustres de la historia han sido militares o han actuado como tales, y donde los civiles más nombrados han participado en mayor o menor medida de las luchas políticas de su tiempo, luchas que en muchos casos se han proyectado hasta la actualidad.

La vida de Francisco Pascasio Moreno fue una lucha continua. En las tolderías, en los parlamentos indios, en las expediciones por tierra y mar, en el cautiverio, Moreno mostró su coraje y su enorme comprensión por la condición humana. Fue él, el explorador, el pionero, el científico que se arriesgó a borrar los límites entre civilización y barbarie.

Designaciones y cargos.

Director del Museo Antropológico de Buenos Aires.

Director del Museo de La Plata.

Perito Argentino en la cuestión de límites con Chile.

Soldado voluntario del Batallón 2 de la Guardia Nacional.

Diputado Nacional.

Director del Mapa Topográfico y Geológico de la Pcia. de Buenos Aires.

Vicepresidente del Comsejo Nacional de Educación.

Títulos honoríficos obtenidos en Sociedades Científicas Internacionales

De Argentina

- Presidente de la "Sociedad Estímulo de Bellas Artes"

- Vocal de la "Sociedad Científica Argentina"

- Miembro Nacional de la "Sociedad Sismológica Sudandina de San Juan de Cuyo".

- Socio Honorario del "Centro de Estudiantes de Ingeniería" de Córdoba.

- Socio Corresponsal de la "Academia Nacional de Ciencias Exactas de Córdoba".

- Socio Honorario de la "Sociedad de Estudiantes de Ingeniería " de Buenos Aires.

De América

- Socio corresponsal de la "Sociedad Mexicana de Historia Natural"

- Socio Corresponsal de la "Société Scientifique du Chile".

De Europa

- Miembro Corresponsal de la "Zoological Society of London".

- Socio Honorario del "Antropological Institute Of Great Britain and Ireland".

- Socio Corresponsal de la "Gesellsschaft für Erdkunde zu Berlín".

- Socio Corresponsal de la "Svenska Sällskapet för Antropologi och Geografi".

- Miembro Honorario del "Club Alpino" de Londres.

- Miembro Honorario del "Club Alpino" de Francia.

- Socio Honorario de la "Société Neuchateloise de Géographir".

- Socio Honorario de la "Sociedad Italiana de Antropología y Etnografía"

- Socio Corresponsal de la "Berliner Gesellschaft für Antropologie, Ethnologie und Urgeschichte".

- Socio Honorario de la Société de Geographie de l'Est".

- Socio Honorario Corresponsal de la "Royal Society of London".

- Socio Corresponsal de la "Société d'Anthropologie" de Lyon.

Otras condecoraciones

& Cruz de la Estrella Polar, Gobierno de Suecia

& Cruz de Olaf, Gobeierno de Noruega.

Bibliografía Sugerida:

"Labor Parlamentaria del Perito Doctor Francisco Pascasio Moreno". -Senador Felipe Ludueña.

"Conferencias del Seminario Francisco P. Moreno, de la Sociedad Científica Argentina". -1947 Administración de Parques Nacionales.

"Dr. Francisco P. Moreno, arquetipo de la argentinidad"- Dr. Aquiles Ygobone.

"Un caballero en las tierras del Sur". Pedro Orgambide.

"Viaje a la Patagonia Austral". Dr. Francisco P. Moreno.


Pedro de Angelis, constituyo una de las figuras principales de la ciencia histórica Argentina.

 Fragmento de la publicación: Magnussen Saffer, Mariano (2011). Pedro de Angelis, constituyo una de las figuras principales de la ciencia histórica Argentina durante siglo XIX y XX. Paleo, Revista Argentina de Paleontología. Boletín Paleontológico. Año 9. 55: 32-34. marianomagnussen@yahoo.com.ar

Pedro de Angelis nació en Italia el 29 de junio de 1784 y es considerado uno de los historiadores clave de nuestro país, aunque su producción fue centro de grandes polémicas.

Recién llegado, en 1827, se hizo cargo de la Imprenta del Estado, asociado a un ilustrado español, don José Joaquín Mora. Una vez obtenida la ciudadanía en el nuevo país, inició la publicación de dos periódicos: la Crónica política y literaria de Buenos Aires, órgano de marcado tinte oficialista y buena calidad editorial; y El Conciliador, que sólo tendría un número en la calle. A finales de 1827, la caída de Rivadavia significó la conclusión de las dos publicaciones y una nueva orfandad de aliados y mecenas para de Angelis.

El turno del gobierno era para Manuel Dorrego, a quien de Angelis había criticado con vehemencia desde la Crónica, y sus caminos profesionales se hallaban, al menos, clausurados. Se dedicó a dictar clases para sobrevivir y fundó un Ateneo, que tuvo numerosos alumnos.

Una actividad poco conocida de de Pedro Angelis es su dedicación a la paleontología. A mediados sel siglo XIX el cónsul y encargado de negocios Woodie Parish, se interesaba en la adquirir de diversas colecciones de historia natural, documentos y mapas para ser enviados a europa. Entre los materiales remitidos por Parish figuran algunas piezas paleontológicas recolectadas por De Angelis. Se destaca un esqueleto de gliptodonte obtenido en los alrededores del Río Salado, que causó estupor en Inglaterra, originando artículos escritos nada menos que por Richard Owen (padre de la paleontología) en la prestigiosa revista Royal Society de Londes.

El hecho cobró mayor notoriedad al conocerse las frases del famoso paleontólogo que destacó los hallazgos hechos por de Angelis y hasta le concedió el mérito del descubrimiento “…el esqueleto [aparentemente un milodón] es el tema de la presente Memoria que descubierto en el año 1841 por el Sr. Pedro de Angelis, siete leguas al N. de la ciudad de Buenos Aires, en los depósitos fluviales que constituyen la extensa llanura que atraviesan el gran Río de la Plata y sus tributarios, la cual se elevó sobre el nivel del mar en una época geológica cercana”. Además en los archivos se cosnervan algunos papeles y cartas que demuestran el interés de de Angelis por esta rama de la ciencia y la arqueología, recordemos el testimonio de J. M. Gutierrez quién comenta que de Angelis interesaba a diversos naturalistas de paso por Buenos Aires la compra de objetos de historia natural.

Ciertamente la información sobre estos envíos se está perdiendo por la fragmentación que sufrió su biblioteca . Los datos que pudimos encontrar cuentan que con aquellas remesas de fósiles se preparó un calco que fue expuesto en British Museum, llegando a Buenos Aires comentarios muy halagüeños. Esta parte de la vida de de Angelis merecería ser rescatada y puesta en valor para el mejor entendimiento de lo ocurrido en materia científica bajo el gobierno de Rosas.

En su infancia y adolescencia, Pedro de Angelis vivió buena parte de los acontecimientos importantes de su tiempo. Presenció la huida de los borbones napolitanos y la desaparición del Reino de Nápoles frente al avance arrollador de Napoleón Bonaparte. Asimismo, vivió su resurgimiento bajo el reinado del hermano mayor del Emperador, primero, y de su cuñado, el mariscal Joaquín Murat, después.

De Angelis se enroló en el ejército napoleónico de Nápoles, el primero serio y profesional que tuvo el Reino, y llegó a ser capitán de artillería. Sin embargo, no estaba hecho para este tipo de armas: su educación en historia y filosofía, y su asombroso manejo de varios idiomas, lo guiaban por otros caminos. Así, pronto pudo ocupar una cátedra en el Colegio Militar y fue maestro particular de los dos hijos del rey. Esta relación y su valor intelectual le permitieron ser miembro de la Academia de Nápoles y, poco tiempo después, secretario de la legación de San Petersburgo. En esta ciudad, de Angelis contrajo matrimonio con una joven institutriz suiza, Melanie Dayet, y asistió a la caída del Imperio napoleónico, hecho que rápidamente lo dejó sin trabajo.

Sin mecenas, ni aliados políticos, viajó a París. Con 40 años, en 1825, de Angelis era un hombre de reputación y se codeaba con las personalidades intelectuales de la época. Atrajo la atención de Bernardino Rivadavia, quien, como estadista, pretendía crear en las Provincias Unidas del Río de la Plata un foco de cultura y progreso. Así, con un contrato para crear y dirigir dos periódicos, de Angelis se encontró de pronto con rumbo a la Argentina.

Muere en Buenos Aires, 10 de febrero de 1859, Sus restos se encuentran en el Cementerio de La Recoleta. Fue uno de los primeros historiadores de la Argentina. Constituye una de las figuras principales de la ciencia histórica argentina, a la vez que es la más discutida y polémica.

Bibliografía Sugerida:

Colección de obras y documentos relativos a la Historia Antigua y Moderna de las provincias del Río de La Plata por Pedro de Angelis

De Angelis, Pedro. La ciudad encantada de la Patagonia. La leyenda de los Césares. Ed. Continente, Buenos Aires, 2005. Págs. 16 y17.

Magnussen Saffer, Mariano (2009). Reseña histórica de la evolución de la Ciencia Paleontológica en la Republica Argentina desde 1772 a 1910. Paleo, Boletín Paleontológico. Año 7. 41: 07-09.

Pedro de Angelis. Historiador. educ.ar, Biblioteca Pública Digital

Wikipedia

 


Rodolfo Hauthal.  Su pasión por las montañas completaba con riqueza de emociones su pasión científica.

 Tomado de; Magnussen Saffer, Mariano (2010). Rodolfo Hauthal. Su pasión por las montañas completaba con riqueza de emociones su pasión científica. Paleo, Boletín Paleontológico. Año 8. 45: 26-29. marianomagnussen@yahoo.com.ar  

Rodolfo Hauthal, fue un naturalista alemán que nació en la localidad de Hamburg 1854. De histórica familia pero con pocos medios financieros, Hauthal se inscribió en la facultad de teología porque era la única para la cual en aquellos años se concedían becas.

Pero su pasión por las ciencias naturales, acompañada por su afición a las excursiones y a las exploraciones, lo llevó a abandonar la teología y a financiarse los estudios de ciencias naturales trabajando como preceptor. En un principio, con la familia Von Cotta, fue a Estrasburgo donde estudió geología y botánica; luego, la emparentada familia Bunge lo llevó consigo a Buenos Aires donde el joven Hauthal, por intermedio de Burmeister, conoció a Francisco P. Moreno.

 Aquí es necesario subrayar cuán abierto era Francisco Pascasio Moreno para colaborar y cómo, para el progreso del conocimiento en la Argentina, sabía valerse de investigadores extranjeros. Moreno designó a Hauthal en 1891 como Encargado de la Sección Geología y Mineralogía del Museo de La Plata. Para actuar en la comisión de los límites, a la que fue incorporado como geólogo, Hauthal se hizo también ciudadano argentino. En 1898 le fue confiada la Cátedra de Geología y Botánica de la Universidad de La Plata.

Se realizó como explorador e investigador en zonas aún desconocidas y fue el primero en escalar numerosos cerros, entre los cuales el Volcán Lanin (3800 metros) en 1896 y el Nevado de Famatina (6150 metros) en 1895. Su pasión por las montañas completaba con riqueza de emociones su pasión científica. Del centenar de publicaciones que escribió casi todas se refieren a la Argentina aún cuando luego regresó a Alemania. En 1899 y en 1900 Hauthal llegó al Lago Argentino. Le dio al glaciar el nombre del Jefe del Gobierno de Prusia, Otto Bismarck (1815-1898), tal el topónimo que se encuentra en la bibliografía y en distintos mapas. Pero mas importante fue el primer estudio verdadero del glaciar, con las medidas del avance, la exploración del túnel en la masa glaciar, el relevamiento de las morenas y de las microestructuras de los hielos. Puso sus estudios también a disposición de los montañistas y de esta forma sus contribuciones científicas aparecieron en la revista del DOaAV (Club Montañés Austro-Alemán), ilustradas por las acuarelas del más grande pintor de los Alpes, Edward Theodore Compton (1849-1921), nacido en Londres pero residente desde muy joven en Alemania. 

También se llevaron a cabo más tarde investigaciones científicas hechas por Quensel en 1908, por Reichert en 1914, y luego retomadas con instrumentación moderna en los años '90, coordinadas por el glaciólogo argentino Pedro Skvarca con la participación de científicos japoneses. El azar quiso que justo se dirigió a Hauthal el joven químico y naturalista alemán Federico Reichert quien ya había alcanzado éxitos con las montañas en el Cáucaso y en los Alpes donde había sido también un pionero del esquí. Con la mediación de Hauthal llegó así a trabajar en Argentina que fue quien le diera luego un impulso determinante al desarrollo del montañismo en el país. El primero en recorrer el Glaciar Moreno fue justamente él.

Rodolfo Hauthal, fue alguien muy importante en los comienzos y en la historia del Museo de La Plata provoca una interesante reflexión acerca de la vigencia en la sociedad de las instituciones públicas culturales y científicas. El Museo de La Plata fue creado en 1884, a casi dos años del nacimiento de la ciudad de La Plata. La voluntad política respecto de su creación quedó plasmada con el decreto inmediato que asignó los fondos para la construcción de su magnífico edificio. El Museo de La Plata abrió sus puertas al público el 19 de Noviembre de 1888 como Museo General de La Plata, sumando las artes y la Biblioteca Pública a las ciencias naturales. Sin embargo, rápidamente se definió como un museo de historia natural preservando el patrimonio artístico inicial.

La creación del Museo de La Plata fue promovida por el Perito Francisco Pascasio Moreno, quien no sólo aportó el proyecto sino también sus colecciones para dar fundamento al nuevo museo, a la vez que condujo las dos primeras décadas de la institución. Estas colecciones fundacionales formaban parte del Museo Antropológico y Arqueológico de Buenos Aires que había creado Moreno en 1877. La magnitud del proyecto inicial se vio plasmada en la magnificencia de su edificio y en los ambiciosos proyectos que se encararon rápidamente tanto en la exhibición destinada a sus visitantes como en el afianzamiento de un centro de investigación de referencia en las ciencias naturales.

Para generar los inicios de muchas disciplinas se convocaron a trabajar al Museo de La Plata expertos de varios países, entre ellos Carlos Spegazzini de Italia, Santiago Roth de Suiza, Fernando Lahille de Francia, Carlos Bruch, Roberto Lehmann Nietzsche, Walter Schiller y obviamente Rodolfo Hauthal de Alemania. Todo ello produjo en corto tiempo una gran proyección nacional e internacional para la institución.

Rodolfo Hauthal, mientras era encargado de la sección geológica del Museo de La Plata en 1899, escribio un exelente trabajo y reconocido hasta nuestros días titulada “Reseña de los Hallazgos en las Cavernas de Última Esperanza”. En cuya publicación destacamos los siguientes párrafos:

Hace más o menos un año que algunos diarios y periódicos publicaron noticias referentes a la existencia de un cuadrúpedo misterioso, desconocido hasta ahora, que aun vivía en la Patagonia. Todas estas conjeturas se fundan en los hechos siguientes : En el mes de Enero de 1895, los señores capitán Eberhard, estanciero de Shemenaiken, cerca de Gallegos; Greenshild estanciero, de Camarones (Chubut) ; von Heinz, que ejerce el mismo oficio en el Río Turbio superior; comandante José A. Martín ; ingeniero Luis A. Alvarez y algunos otros caballeros, haciendo una excursión por los alrededores de Puerto Consuelo, en el seno de Ultima Esperanza, encontraron Una caverna grande a unos seis kilómetros al nordeste del ` mencionado puerto. En una pequeña loma, situada en la parte anterior de esa caverna, hallaron un pedazo de cuero que llamó mucho la atención- de dichos señores. Su largo era de 1 m. 50 por 70 u 80 cm.

Le faltaba la cabeza y las extremidades; al parecer cortadas artificialmente. Su espesor era de 10 a 15 mm.; estaba cubierto de pelos rubios, gruesos, de 3 a 5 cm. de largo, y en su interior tenia incrustados muchos huesitos del tamaño y forma mas o menos de un poroto. En el mes de Noviembre de 1897. el doctor F. P. Moreno director del Museo de La Plata ; el doctor Rocowitza, zoólogo de la expedición de la Bélgica" ; el ingeniero señor Luís A. Álvarez y el que esto escribe, visitamos esa región y pudimos ver todavía, en la estancia del señor Eberhard, un pedazo de ese famoso cuero que el doctor Moreno trajo a La Plata, llevándolo después a Londres y sobre el cuál dio una conferencia en colaboración del señor A. Smith-Woodward, en la Sociedad Zoológica. En el mes de Abril de 1899, regresando de una exploración de la Cordillera, al poniente del Lago Argentino, con el objeto de hacer estudios puramente geológicos, me encontré en Puerto Consuelo con los señores doctores E. Nordenskjold y Borge de Estocolmo.

El primero de estos señores había efectuado excavaciones en la cueva mencionada, con buen resultado. Me mostró muchas mandíbulas, dientes, uñas, huesos, etc., etc., encontrados en una capa de estiércol que cubre parte del suelo de la caverna encontró también algunos pedacitos de conchas, una lezna y algunos residuos de piedra pez que usaban los indios para fabricar sus flechas ; hecho de gran importancia, porque prueba que el hombre vivió allí en la misma época en que existían los animales, cuyos restos se encuentran en aquella capa de estiércol.

El conocimiento de estos hallazgos me determinó a no volver directamente a Gallegos (como eran mis instrucciones) para dedicar algunos días a excavaciones en la caverna. El lunes 24 de Abril por la tarde, comencé el trabajo con cuatro peones y lo termine el sábado 29 de Abril, abandonando enseguida la caverna. Debo advertir aquí que mis trabajos se limitaron a ligeras excavaciones por carecer de tiempo, de útiles y del numero suficiente de peones para hacer una exploración sistemática de toda la caverna.

Rodolfo Hauthal falleció en la ciudad alemana de Hildesheim 1928, después de una fecunda vida de naturalista y deportista que lo llevó en muchas ocasiones a riesgos extraordinarios, en pleno vigor físico y mental, por un extraño contraste del destino, muere accidentalmente en una caída

Bibliografía Sugerida.

Ameghino: Premiere notice sur le Neomylodon Listaz, un representant vivant des anciens Edentes Gravigrades fossiles de l'Argentine. La Plata, 1808. Vease Natural Science", 1898, nº 80, p. 288; nº 81, p. 324.-Nature__ 1898, vol 58 p. 547. - Naturwissensch. Rundschau, XIII, 1898, nº 52, etc.

Moreno, Francisco P.; Viaje a la Patagonia austral; Ediciones Solar; Buenos Aires; 1969.

Moreno Terrero de Benites, Adela; Recuerdos de mi abuelo Francisco Pascasio Moreno, "el perito Moreno"; Buenos Aires; 1988.

Requeni, Antonio; La vida novelesca del perito Moreno; Fundación Banco de Boston; Buenos Aires; 1989.

Ygobone, Aquiles D.; Viajeros científicos en la Patagonia durante los siglos XVIII y XIX; Buenos Aires; 1977; pp. 131-182.

Ygobone, Aquiles D.; Francisco P. Moreno, arquetipo de argentinidad; Editorial Plus Ultra; Buenos Aires; 1979.

 


Rosendo Pascual.

Un profundo conocedor del Cenozoico Sudamericano.

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Nació el 10 de Julio de 1925 en Godoy Cruz, Mendoza. Obtuvo los Títulos de Grado y / o Post-grado en Doctor en Ciencias Naturales, Facultad de Ciencias Naturales y Museo,  Universidad Nacional de La Plata, 1949.

Recibió numerosas becas, entre ellas, John Simon Guggenheim Foundation, 1 año y 6 meses en USA, 1963 CIC Prov. Bs.As., 2  meses en España y Francia, 1965. Ministere d´Affaires Etrangeres de France, 3 meses en Francia, 1971. University of New South Wales, 3 meses en Australia, 1981.

Se le otorgaron premios como, Premio Argentino de Paleontología, Asociación Paleontológica Argentina.  1978. Honorary Life Member of the Society of Vertébrate paleontology. Lincoln, Nebraska, USA, 1992. Premio al Mérito Paleontológico Año 1992, Asociación Paleontológica Argentina y Premio Konex.

Recién en 1957, Rosendo Pascual, que había actuado como auxiliar docente, se hizo cargo en forma interina de la cátedra de Paleontología y simultáneamente de la División Paleontología Vertebrados y a partir de 1959 hasta hoy, del actual Departamento Científico Paleontología Vertebrados. Pascual se doctoró en Ciencias Naturales en 1949 con una tesis sobre observaciones geológicas en la Alta Cordillera de Mendoza.

Presidió la Asociación Paleontológica Argentina en dos oportunidades: en los períodos 1961-1963 y 1973-1975; durante el segundo período organizó el Primer Congreso Argentino de Paleontología y Bioestratigrafía, realizado en San Miguel de Tucumán en 1974.

Pascual se dedicó casi exclusivamente al estudio de los mamíferos del Terciario y del Mesozoico. Junto con otros paleontólogos del Museo de La Plata describió los restos de un primitivo mamífero del Paleoceno, al que denominó Sudamerica ameghinoi, que formaba parte del primer grupo conocido de mamíferos derivado de antepasados originarios de Pangea, el supercontinente que existió en el Triásico, que incluyó todas las tierras emergidas de la época, entre las que se encontraba Gondwana, el supercontinente que contenía la actual América del Sur a mediados del Mesozoico. En los mismos sedimentos en los que se descubrió a Sudamerica apareció también un único molar del primer ornitorrinco hallado fuera de Oceanía, al que Pascual bautizó como Monotrematum sudamericanum, el monotrema sudamericano.

Cargos docentes públicos, privados y otros alcanzados fueron, Profesor Titular (ded. Excl.) Paleontología Vertebrados. Desde 1959. Presidente de la Asociación Paleontológica Argentina. 1961-1964 y 1973-1976. CONICET: miembro del Directorio (1968-1970) y Mb.Carr.Invest.Cient. (1975-Presente). Miembro Titular de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y naturales, desde 1982. Jefe del Departamento Científico Paleontología Vertebrados, Fac. Cs.Nat. y Museo, Univ.Nac. La Plata, por concurso. Desde 1986. Profesor Titular (Ded. excl..) Paleontología Vertebrados, Fac. Cs.  Nat. Y Museo, Universidad Nacional de La Plata, por concurso. Desde 1986.

Es autor de numerosos libros y trabajos de investigación, entre ellos,  1966:  Pascual, r. (Autor y Director). Palontografía Bonaerense ( A.V. Borrello, Editor), Fasc. IV, Vertebrata, XX + 202 pp., CI Láms. CIC. Prov. Bs. As.

1970: Pascual, R. Evolución de comunidades, cambios faunísticos e integraciones biocenóticas de los vertebrados cenozoicos de Argentina. Act. IV Congr. Latinoamer.Zool.(Caracas, Venezuela, 10-16 noviembre 1968), II: 991-1088.

1972:  Patterson, B. & R. Pascual,  VI The Fossil Mammal Fauna of South America. In: EVOLUTION, MAMMALS AND SOUTHERN CONTINENTS (A. Keast, F. C. Erk & B. Glass, eds.), Chapter VI: 247-309. State University of New York Press, Albany.

1973: Pascual, R. y O. Odreman Rivas. Las unidades estratigráficas del Terciario portadoras de mamíferos. Su distribución y sus relaciones con los acontecimientos diastróficos. Act. V Congr.Geol.Arg. (Villa Carlos Paz, Córdoba, 22-28 octubre 1972), III: 293-338.

1977: Marshall, L. G. , R. Pascual, G. H. Curtis & R. E. Drake. South American Geochronology: Radiometric Time Scale for Middle to Late Tertiary Mammal – Bearing Horizons in Patagonia. Science, 195 (4284): 1325-1328.

1983: Marshall, L. G., R. Hoffstetter & R. Pascual. Geochronology of the Continental Mammal-Bearing Tertiary of South America. Palaeovertebrata, Montpellier, Mém. Extr. 1983: 1-93, 10 figs.

1984: Pascual, R. La sucesión de las Edades-mamífero, de los climas y del diastrofismo sudamericanos durante el Cenozoico: fenómenos concurrentes. Anal.Acad.Nac.Cs.Exáct., Fís. y Nat., 36:15-37.

1985: Pascual, R., M. G. Vucetich, G. J. Scillato-Yané & M. Bond. Main pathways of mammalian diversification in South America. In:  THE GREAT AMERICAN BIOTIC INTERCHANGE ( F. Stehli & S. D. Webb, eds.), Plenum Press, Chapter 8:  219-247. Series Topics in Geobiology, vol.4.

1987: Pascual, R. & A. A. Carlini. A new Superfamily in the Extensive Radiation of South American Paleogene Marsupials. In: STUDIES IN NEOTROPICAL MAMMALOGY: ESSAYS IN HONOR OF PHILIP HERSKOVITZ.(B.D. Patterson & R. M.  Timm, eds.), Fieldiana: Zoology, n.s., 39: 99-110.

1992: Pascual, R. & E. Ortiz Jaureguizar: Evolutionary pattern of land mamad faunas during the Late Cretaceous and Paleocene in South America: a comparison with the North American pattern. In: FOSSIL MAMMALS AND EVOLUTION (A. Forstén, M. Fortelius & L. Werdelin, eds.), Ann.Zoll.Fennici, 28 (3-4): 245-252. Helsinki.

1992: Pascual, R., M. Archer, E. Ortiz Jaureguizar, J. L. Prado, H. Godthelp & S. J. Hand. The first non –Australian montreme: an early Paleocene South American platypus (Monotremata, Ornithorhynchidae). In: PLATYPUS AND ECHIDNAS (M. L. Augee, ed.), pp.1-14. The Royal Zool. Soc. Of  New South Wales, Sydney, Australia.

1994: Pascual, R., F. J. Goin & A.A. Carlini. New Data con the Groeberiidae: unique late Eocene-early Oligocene South American marsupials. J. Vert. Paleont., 14(2): 247-259.

Otros hechos a destacar, es Profesor Emérito de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo. Universidad Nacional de La Plata, 1990. Dirigió 14 tesis doctorales de la Universidad Nacional de La Plata y de la Universidad de Buenos Aires.  Dirigió 16 becarios internos (CONICET – CIC)Dirigió 9 Miembros de la Carrera de Investigador Científico (CONICET).  Expuso sus trabajos en 27 congresos nacionales y en 13 internacionales.

El Dr. Rosendo Pascual falleció en la ciudad de La Plata el sábado 23 de diciembre de 2012 a los 87 años de edad, sumando su legado al de los grandes paleontólogos argentinos, iniciado por Francisco Javier Muñiz y Florentino Ameghino, y continuado por Lucas Kraglievich, Angel Cabrera, Osvaldo Reig, Carlos Rusconi y tantos más que dedicaron sus vidas al estudio de los mamíferos fósiles. - See more at: http://www.museo.fcnym.unlp.edu.ar/articulo/2013/12/3/homenaje_pascual#sthash.GViFUePa.dpuf
El Dr. Rosendo Pascual falleció en la ciudad de La Plata el sábado 23 de diciembre de 2012 a los 87 años de edad, sumando su legado al de los grandes paleontólogos argentinos, iniciado por Francisco Javier Muñiz y Florentino Ameghino, y continuado por Lucas Kraglievich, Angel Cabrera, Osvaldo Reig, Carlos Rusconi y tantos más que dedicaron sus vidas al estudio de los mamíferos fósiles. - See more at: http://www.museo.fcnym.unlp.edu.ar/articulo/2013/12/3/homenaje_pascual#sthash.GViFUePa.dpuf
El Dr. Rosendo Pascual falleció en la ciudad de La Plata el sábado 23 de diciembre de 2012 a los 87 años de edad, sumando su legado al de los grandes paleontólogos argentinos, iniciado por Francisco Javier Muñiz y Florentino Ameghino, y continuado por Lucas Kraglievich, Angel Cabrera, Osvaldo Reig, Carlos Rusconi y tantos más que dedicaron sus vidas al estudio de los mamíferos fósiles. - See more at: http://www.museo.fcnym.unlp.edu.ar/articulo/2013/12/3/homenaje_pascual#sthash.GViFUePa.dpuf

El Dr. Rosendo Pascual falleció en la ciudad de La Plata el sábado 23 de diciembre de 2012 a los 87 años de edad, sumando su legado al de los grandes paleontólogos argentinos, iniciado por Francisco Javier Muñiz y Florentino Ameghino, y continuado por Lucas Kraglievich, Angel Cabrera, Osvaldo Reig, Carlos Rusconi y tantos más que dedicaron sus vidas al estudio de los mamíferos fósiles.

Fuente: Fundación Konex. Web del Museo de La Plata.

 


 


Roberto Lehmann-Nitsche, un apasionado arqueólogo que incursiono en la paleontología bonaerense.

Por  Magnussen Saffer, Mariano (2012). Roberto Lehmann-Nitsche, un apasionado arqueólogo que incursiono en la paleontología bonaerense. Paleo, Revista Argentina de Paleontología. Boletín Paleontológico. Año 10. 79: 15-16.  

Roberto Lehmann Nitsche, fue un médico y etnólogo que actuó en Argentina, donde permaneció casi treinta años. Sirvió como director de la antropología del Museo de La Plata, realizó numerosas exploraciones y acopió gran cantidad de información sobre los indígenas, las Lenguas chon, la Milonga (género musical),Folclore argentino y participo en investigaciones arqueológicas y paleontológicas de la región pampeana.

Nacio en la ciudad de Posen, Alemania, el 9 de noviembre de 1872. Durante sus años en Alemania, Lehmann-Nitsche se doctoró en Ciencias Naturales en Friburgo 1884, en Antropología en la Universidad de Munich en 1884 y en Medicina, también en esta universidad en 1887. Sus estudios, en esta etapa, se orientarán hacia la Prehistoria, la Antropología física y la paleomedicina. Obtiene un crédito científico tal que el especialista, Rudolph Martin, le recomienda viajar a América, para obtener nuevos conocimientos a partir del trabajo de campo.

Ese año partió de Alemania y se instaló en Buenos Aires, Argentina, con la idea de integrarse a un conjunto de investigadores científicos dirigidos por Francisco Pascasio Moreno y con los cuales amplió sus contactos para comenzar un importante estudio sobre las características culturales del país.

Allí comenzó a trabajar en el Instituto de Investigaciones del Museo de La Plata, tanto como director del departamento de antropología, como dictando clases. También se dedicó a la enseñanza en la Universidad Nacional de Buenos Aires y en 1909 en la Escuela Nacional de Bellas Artes.

A la par de la realización de estas actividades académicas, Lehmann-Nitsche no dejó de lado su interés por la cultura, enfocado en el folclore, la lingüística, la etnología y la mitología. El análisis exhaustivo que realizó, se centró principalmente en un grupo de indios araucanos asentados en Buenos Aires a los cuales pudo acceder gracias a su colega Francisco Pascasio Moreno.

En 1910, también, había recibido el Premio Brocca en Francia, por su contribución antropológica en la obra Nouvelles récherches sur la formation pampeène et l´home fossile de la République Argentine, editada por el Museo de La Plata.

Entre 1900 y 1926, el antropólogo alemán recorrió gran parte del territorio argentino de norte a sur, en especial Chaco y Tierra del Fuego, siempre con el fin de continuar sus investigaciones. Entre los documentos archivados de estos viajes (aproximadamente 350 publicaciones), se encuentran desde entrevistas hasta fotografías y grabaciones que al día de hoy son parte de la historia argentina, al igual que el hecho de que el folklore nacional puede abarcarse desde otros puntos de vista, incluso desde el científico.

En la primera decada del siglo XX, se comenzaron a encontrar antiguos restos humanos en los alrededores de Miramar, en el sur de la provincia de Buenos Aires. El autor de esos hallazgos era un inmigrante genovés radicado en Necochea llamado Lorenzo Parodi. En septiembre de 1912, las autoridades de la universidad de La Plata preguntaron a Luis María Torres, profesor de esa casa, si durante las vacaciones convenía realizar tareas de campo. Este contestó afirmativamente e indicó que, por la posibilidad de lograr ricas y numerosas colecciones antropológicas y observaciones estratigráficas, sería oportuno hacerlo en Miramar, Monte Hermoso y Valcheta. Con Torres colaboraba el jefe de paleontología del Museo Nacional de Buenos Aires (actual Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia), Carlos Ameghino, hermano de Florentino e interesado en continuar los trabajos de este sobre la antigüedad del hombre en la Argentina.

Lehmann-Nitsche, viaja a la ciudad de Miramar en 1924, junto a un jurado de celebres investigadores de la época, para estudiar  vestigios de cultura humana y fósiles de animales del Terciario que se hallaban “in situ”, con el fin de comprobar o descartar los hallazgos del hombre primitivo de las pampas, el origen del humano y su relación con mamíferos gigantes extintos.

Lehmann-Nitsche obtuvo su jubilación en 1930. De inmediato, partió hacia Alemania con su familia, para radicarse en Berlin-Schoneberg y nunca perdió su contacto con Argentina, colaborando con numerosas publicaciones y redactando obras acerca de la cultura del país. Durante esos ocho años, mantendrá viva la correspondencia con sus colegas argentinos, colaborando además con la Revista del Museo de La Plata, el diario La Prensa de Buenos Aires, y el periódico El Terruño de Montevideo. Comienza también la redacción de importantes obras.

Murió en Berlín el 9 de abril de 1938, pero su legado, tanto su biblioteca como la inmensa cantidad de documentos archivados, está vigente actualmente.

A su muerte, sus obras, muchas de ellas manuscritas (aunque su esposa y discípula, Juliane Dillenius, se encargó de traducirlas y editarlas), sufrieron los avatares del devenir de las relaciones políticas entre Alemania y Argentina: rematados al mejor postor en Alemania, fueron confiscadas primero por el gobierno germano que las envió a la Institución Cultural Argentino Germana de Buenos Aires. Posteriormente, durante la Segunda Guerra Mundial, se apoderó de ellas el gobierno argentino, y fueron malversadas o extraviadas, perdiéndose así una valiosa colección.

Bibliografía Sugerida.

Bilbao, Santiago A. 2004. Rememorando a Roberto Lehmann-Nitsche. Buenos Aires: Ed. La Colmena

García, Miguel A. und Gloria B. Chicote (ed.) 2008. Voces de Tinta. Estudio preliminar y antología comentada de Folklore Argentino (1905) de Robert Lehmann-Nitsche. La Plata: Editorial de la Universidad de La Plata

Torre Revello, José. 1994. Contribución a la biobibliografía de Roberto Lehmann-Nitsche. En: Boletín del Instituto de Investigaciones Históricas (Buenos Aires) 101-104:724-805

Exégesis Histórica de los hallazgos arqueológicos de la costa atlántica.
Leonardo Daino, editado en Prehistoria Bonaerense, Olavarria, 1979.

Ciencia y fraude. El hombre de Miramar. E. P. Tonni, R. C. Pasquali y M. Bond. Revista Ciencia Hoy ,11, 2001

El fémur de Miramar. Carlos Ameghino, Anales del Museo de Historia Natural de Buenos Aires. 1915.Los vestigios de industria humana de Miramar (República Argentina) y atribuidos a la época terciaria. Eric Boman. Revista Chilena de Historia y Geografía. 1921.

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