Carlos Ameghino.
Un inalcanzable explorador del
territorio Argentino. |
Carlos Ameghino Carlos
Ameghino Carlos Ameghino Carlos Ameghino Carlos Ameghino
Carlos Ameghino Carlos Ameghino |
Fragmento del articulo publicado
originalmente: Magnussen Saffer, Mariano. (2009). Carlos Ameghino.
Un inalcanzable explorador del territorio argentino. Paleo, Boletín Paleontológico. Año
7. 35: 24-26. |
Carlos Ameghino Carlos
Ameghino Carlos Ameghino Carlos Ameghino Carlos Ameghino
Carlos Ameghino Carlos Ameghino |
Carlos Ameghino nació en Luján el 16 de junio de
1865, siendo el tercer hijo de una familia italiana, modesta,
humilde y unida en sus alegrías y sufrimientos, recibiendo sus
primeros estudios en esa ciudad. Sus hermanos fueron: Florentino, el
mayor, y Juan de quien no se conocen suficientes datos, como por
ejemplo su nacimiento, pero sabemos que falleció en 1933, y además
fue un gran impulsor de la Botánica, pero nunca público algún
trabajo.
Carlos realizó su educación primaria en Luján,
finalizándola en 1876, cuando se trasladó a Mercedes donde se
hallaba Florentino. De su hermano mayor recibió las primeras
enseñanzas en Ciencias Naturales y juntos, colectaron una rica
colección de restos óseos de especies desaparecidas a orillas de
los ríos y arroyos de Mercedes, Luján y Buenos Aires.
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A principios de 1885, Florentino Ameghino fue
parte de la comisión científica al Chaco, en la que Carlos
participó como ayudante. Sin embargo, su primera oportunidad
importante se le presentó en 1886 cuando Francisco P.
Moreno, quien fundo en 1884 y dono las primeras
colecciones al Museo de La Plata, lo nombró
Naturalista Viajero de su institución, mientras que
Florentino fue nombrado sub director del Museo. La orden de
Moreno fue que Carlos recorriera las orillas del Río Santa
Cruz y colectar mamíferos fósiles en las localidades
descubiertas por el mismo Moreno en 1877 en compañía
de Moyano. |
Desde entonces y hasta el año 1903, Carlos
realizó unos 15 viajes a la Patagonia, algunos de ellos de
gran duración como el ultimo con algo mas de 2 años,
financiados por su hermano y familia .
En sus
campañas a la Patagonia organizó una importante colección de
moluscos fósiles con la finalidad de que mediante su estudio (a
cargo del sabio Hermann von Ihering) se contribuyera a establecer
una cronología de las distintas Formaciones en las que él había
trabajado. Así mismo también recolectó información sobre las lenguas
de los pampas, tehuelches y araucanos, la cual fue utilizada por Dr.
Roberto Lehmann-Nitsche. Estas no fueron las únicas facetas poco
conocidas de Carlos, también armó un herbario con algunas nuevas
especies para el Dr. Carlos Spegazzini y una muestra importante de
paleobotánica para el Dr. Federico Kurtz.
Las diferencias notables entre los Ameghinos y
Francisco Pascasio Moreno, los hizo renunciar a su cargo.
Florentino Ameghino era un hombre de gabinete que amaba realizar sus
tareas en soledad, estudiar y publicar sus investigaciones. Necesitó
entonces de un colaborador dedicado, que continuamente recorriera
los yacimientos Paleontológicos del sur Argentino.
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Sin lugar a dudas lo halló en su hermano
Carlos quien recorrió esas áridas regiones, hallando piezas
únicas para la época.
Su primer viaje a la Patagonia lo realizó desde enero
hasta septiembre de 1887. Fue muy sacrificado pero tan exitoso que
puede considerárselo el iniciador de la exploración geológica de la
Patagonia. Durante el mismo, colectó más de 2000 piezas de mamíferos
terciarios pertenecientes a más de 120 especies, cuando hasta ese
momento sólo se conocía una docena. Darwin había concentrado sus
observaciones estratigráficas sobre la costa patagónica, y Carlos
Ameghino las extendió al resto del territorio con gran
profesionalidad. |
Generalmente se habla de la Obra de Florentino, pero en realidad
esta es la Obras de los Ameghinos, sin
la participación de Carlos la obra no hubiese alcanzado los niveles
a los que llegó. Una obra monumental de innumerables trabajos,
valiosas colecciones, cientos de anotaciones, apuntes y cartas a
colegas, además de las tantas participaciones protagónicas en el
seno del ambiente científico de la época. Todo esto logrado,
mayormente, en la absoluta pobreza. A diferencia de otros grandes
maestros de la historia, Florentino no tuvo discípulos, pero dejo a
su hermano Carlos al frente de la Sección de Paleontología del Museo
Nacional, hoy conocido como Museo Argentino de Ciencias Naturales de
Buenos Aires , y más tarde en la dirección del mismo
trasmitió el legado de su hermano y su propia experiencia a una
nueva generación a la que pertenecieron Lucas Kraglievich, Alfredo
Castellanos, Carlos Rusconi, Lorenzo J. Parodi entre otros.
Su último viaje lo realizó entre el 21 de febrero de
1901 y el 23 de marzo de 1903. En Cabo Blanco, el 9 de febrero de
1903 se reunió con su hermano Florentino a los efectos de que éste
pudiera verificar ciertas observaciones geológicas efectuadas por
Carlos. Florentino Ameghino había partido de Buenos Aires, en el
Transporte Guardia Nacional, el 31 de enero de 1903, siendo este
viaje el único que realizó a la Patagonia.
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La labor realizada por Carlos y Florentino
Ameghino entre los años 1887 y 1903, constituye uno de los
capítulos más memorables de la ciencia argentina y por
primera vez la Paleontología Argentina adquirió proyecciones
mundiales. Los méritos de semejante obra han sido
reconocidos por famosos especialistas que posteriormente,
tuvieron oportunidad de analizar y verificar con nuevos
descubrimientos, los hallazgos y conclusiones de los
Ameghino. Así, George Gaylord Simpson (1902-1984), destacada
personalidad del mundo paleontológico moderno, en una de sus
principales obras sobre las faunas de mamíferos fósiles de
América del Sur (Simpson, 1953), dedica un capítulo a
destacar el valor de la obra ameghiniana, expresando:
“Cualquier trabajo sobre fósiles patagónicos debe significar
de algún modo, un homenaje a Florentino y Carlos Ameghino”.
Entre 1903 y 1931, Carlos prosiguió sus
excursiones por la Provincia de Buenos Aires, excepto la que
en enero de 1905, en compañía de Juan B. Ambrosetti
(1865-1917), realizó a la Sierra de Aconquija y el valle de
Santa María. Su último viaje lo efectuó el 21 de septiembre
de 1931, en compañía de Carlos Rusconi (1898-1969),
recorriendo el cauce del río Luján y recordando su primer
descubrimiento de moluscos del Platense, cuando aun era un
niño. |
El 26 de enero de 1903 fue incorporado como
Naturalista Viajero a la Sección Paleontología del Museo de Historia
Natural de Buenos Aires. Posteriormente, el Director Dr. Angel
Gallardo, lo designó Jefe de la misma, cargo que ocupó desde 1917
hasta 1923, cuando fue reemplazado por el Prof. Martín Doello Jurado
y se acogió a la jubilación ordinaria, aunque continuando en la
jefatura, con carácter ad-honorem, hasta 1930. En el año 1927 el
Congreso Nacional le otorgó una jubilación especial, en mérito a los
extraordinarios servicios que había prestado al país y a la ciencia.
Carlos Ameghino publicó 29 trabajos. Los dos
primeros, sobre geología y paleontología patagónicas, en 1890 y
1891; los restantes, entre 1913 y 1933 cuando ya terminadas sus
exploraciones a la Patagonia, ahora estaba dedicado al estudio de
los depósitos pampeanos bonaerenses, excepto la breve interrupción
motivada por un viaje a Catamarca y Tucumán, donde efectuó
colecciones en el Araucano, que luego describió.
En sus últimas publicaciones, se observa gran interés
de Carlos por la fauna del Pampeano, particularmente las de Monte
Hermoso y Miramar, localidades que concentraron gran parte de sus
esfuerzos. También se destaca su preocupación por el origen del
hombre americano, un problema que ya le había interesado en su niñez
cuando acompañaba a su hermano Florentino en las excursiones
locales, pero que en los últimos años había tomado mayor notoriedad
a la luz de lo investigado por Florentino y nuevos hallazgos
realizados con posterioridad al fallecimiento de éste.
Su hermano Florentino le prohibía a Carlos que se
casara, para que este tuviera la libertad necesaria de recorrer
Argentina en busca de fósiles.
Falleció el 12 de abril
de 1936, a los 71 años de edad, en la calle Camacuá 155 de la ciudad
de Buenos Aires. Sus restos fueron depositados en la bóveda Ameghino-Salas,
en el cementerio del oeste de la Capital Federal
Bibliografía Sugerida:
ASOCIACIÓN PALEONTOLÓGICA
ARGENTINA, 1998. La casa familiar de los Ameghino. Boletín
Informativo, 31: 8. Buenos Aires, Argentina.
BOND, M., 1999. Carlos Ameghino y su
obra édita. Simposio "Obra de los hermanos Ameghino", XV Jornadas
Argentinas de Paleontología de Vertebrados. Libro de resúmenes: 33.
La Plata-Luján, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
GALLARDO, J.M., 1992. Los naturalistas
en General Alvarado. Crónica, 29 de febrero y 7 de marzo de 1992.
Gral. Alvarado, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
MÁRQUEZ MIRANDA, F., 1951. Ameghino, una
vida heroica (incluye numerosas referencias a Carlos). Editorial
Nova, Colección Los Hombres Representativos. pp. 1-327. Buenos
Aires, Argentina.
REIG, O.A., 1962. La paleontología de vertebrados en la Argentina.
Holmbergia, 6 (17): 67-127. Buenos Aires, Argentina.
Amadeo Rodolfo Sirolli, precursor de la paleontología
de vertebrados en Salta.
-
Magnussen Saffer,
Mariano (2013). Amadeo Rodolfo
Sirolli, precursor de la paleontología de vertebrados en Salta. Paleo, Revista
Argentina de Paleontología. Boletín Paleontológico. Año 11.
88: 25-27.
Amadeo Rodolfo
Pascual Sirolli nació en la ciudad de Buenos Aires el 15 de
diciembre de 1900. Paleontólogo y Arqueólogo autodidacta, pionero en
las investigaciones científicas en la Provincia de Salta, Argentina.
Fue
un generalista y no un especialista. Como autodidacta y como
paleontólogo se inscribe junto a todos los que siguieron la huella
trazada por el gran sabio argentino Florentino Ameghino de quien
Sirolli era un profundo admirador. En la misma línea se inscriben
otros hombres de su generación como Lucas Kraglievich, Rodolfo
Parodi Bustos, Lorenzo Parodi, Carlos Ameghino, Carlos Rusconi,
Alfredo Castellanos, Lorenzo y Galileo Scaglia y tantos más que le
dieron legítimo brillo a la ciencia argentina.
Se radicó joven en
Salta donde realizó una larga y meritoria obra académica, científica
y política. Fue dejado cesante de su cargo como Director del Museo
de Ciencias Naturales por la Revolución Libertadora en 1955 y
nombrado profesor honorario de la Universidad Nacional de Tucumán en
1973 con el retorno de la democracia.
Antes de Sirolli
nadie había investigado estas faunas de vertebrados fósiles en Salta
y después de él es muy poco lo que se ha hecho al respecto.
Corresponde por ello destacar al Profesor Sirolli como el pionero de
la paleontología de vertebrados en Salta.
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Sus
trabajos en paleontología comenzaron en 1950 cuando dio a
conocer el hallazgo de un molar fósil de megaterio
proveniente del departamento de Anta en el Chaco salteño (Sirolli
1950). Los megaterios fueron animales de gran tamaño,
emparentados con los actuales perezosos, cuyos restos son
comunes en la pampa bonaerense. También se los encontró en
Salta y forman parte de la típica fauna originada en América
del Sur que luego migró al norte. El problema de las
migraciones de estos animales pretéritos era uno de los
temas científicos que apasionaba al Profesor Sirolli quien
defendía las viejas teorías desarrolladas por el sabio
argentino Florentino Ameghino. |
En 1954 publicó el
hallazgo de un esqueleto completo de mastodonte (Sirolli 1954 a),
dando a conocer en Salta la presencia de estos interesantes animales
de la megafauna pleistocena. En 1954 publicó el descubrimiento de un
esqueleto completo de gliptodonte, otro animal de la fauna
anteriormente aludida, que poseía una coraza sólida y fuerte de
considerable tamaño.
También se debe a
Sirolli la noticia en 1968 del hallazgo de restos de toxodontes en
la quebrada del Toro, entre el Gólgota y Gobernador Solá. La
determinación del material contó con la colaboración del
paleontólogo de mamíferos Pedro Bondesio de la Universidad Nacional
de La Plata.
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Su labor
fue reconocida por su íntimo colaborador, el profesor
Rodolfo Parodi Bustos, quién dedicó a Sirolli una nueva
especie de gliptodonte el Plohophorus sirollii.
Sirolli era también un apasionado del cerro San Bernardo.
Allí colectó fósiles del Ordovícico Inferior (Floiano) que
envió a varios estudiosos del país y, en las propias laderas
del cerro, construyó su casa.
Fue además
un estudioso de la arqueología de los depósitos de pie de
monte del cerro, donde se encontraron distintos tipos de
enterratorios humanos pertenecientes a las antiguas culturas
que habitaron en el borde oriental del Valle de Lerma. |
Si bien a partir de
1973, los estudios de Ciencias Naturales encuentran un marco
propicio para su desarrollo con la creación de la Universidad
Nacional de Salta, ellos comenzaron a mediados del siglo XX y ya
alcanzan los 60 años de vigencia.
En 1974, Sirolli
fue designado Secretario de Estado de Educación y Cultura de la
Provincia de Salta. Durante el tiempo que le tocó actuar creó
decenas de establecimientos primarios, secundarios, terciarios y
técnicos de diversas orientaciones. Sirolli fue así un adelantado a
su tiempo, un verdadero Sarmiento del norte argentino.
Falleció en Salta
el 16 de mayo de 1981.
Bibliografía
sugerida:
Alonso, Ricardo N.
Amadeo Rodolfo Sirolli (1900-1981): impulsor de los estudios
paleontológicos y la creación de la Universidad Nacional de Salta.
Universidad Nacional de Salta-CONICET. http://www.scielo.org.a
Alonso, R.N.,
Bookhagen, B., Carrapa, B., Coutand, I., Haschke, M., Hilley, G.E.,
Schoenbohm, l., Sobel, E.R., Strecker, M.R., Trauth, M.H. y
Villanueva, A. 2006.
Tectonics, climates, and landscape evolution of the Southern Central
Andes: the Argentine Puna Plateau and adjacent regions between 22
and 30º s. En: Oncken,O., Chong, G., Franz, G., Giese, P., Götze,
H.J., Ramos, V.A., Strecker, M.R. y Wiggetr, P. (eds.) The Andes.
Active subduction orogeny. Frontiers in Earth Sciences. Springer:
265-283, Berlin.
Sirolli, A.R. 1950.
El molar fósil de Anta. Museo Provincial de Ciencias Naturales,
Memoria: 20- 24, Salta.
Sirolli, A.R. 1954a.
El Mastodon saltensis ¿Nueva especie de Proboscídeos? Amerindia, 16
p., Salta.
Sirolli, A.R. 1968.
El Toxodon del Golgota. El Tribuno, Suplemento 3(28): 6.
Juan Bautista Ambrosetti
y su contribución a la paleontología en el Rió
Paraná.
Tonado de: Magnussen Saffer,
Mariano (2011). Juan
Bautista Ambrosetti y su contribución a la paleontología en
el Rió Paraná. Paleo,
Revista Argentina de Paleontología. Boletín Paleontológico.
Año 9. 59: 06-07.
marianomagnussen@yahoo.com.ar.
Juan Bautista
Ambrosetti,
nació en la ciudad de Gualeguay, provincia de Entre Ríos, 22 de
agosto de 1865. Fue un etnógrafo, folclorólogo y naturalista
argentino. Como zoólogo y paleontólogo colaboró con el museo de
Paraná organizando la sección de Paleontología. En Buenos Aires
Florentino Ameghino lo designó al frente de la sección Arqueología
del museo de Historia Natural.
Ambrosetti inició
en la Argentina la exploración arqueológica científica, contribuyo
en la paleontologia y el estudio sistemático del folklore, por lo
que se lo llamó “padre de la ciencia folklórica”. Fue profesor de
arqueología americana y director del museo etnográfico de la
Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires,
que lleva su nombre, y discípulo del naturalista Eduardo Holmberg.
Él y su discípulo Salvador Debenedetti son considerados los
iniciadores en la Argentina de la ciencia arqueológica.
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Habiendo
estudiado en Buenos Aires trabó relaciones con Florentino
Ameghino. Con casi 20 años se sumó a las expediciones de
naturalistas que realizaron investigaciones en el Chaco y,
de regreso, publicó sus experiencias bajo el seudónimo de
Tomás Bathata. Poco después fue designado director de la
sección Zoología del Museo Provincial de Paraná, donde
trabajó con Pedro Scalabrini, profesor de la clase de
geología.
Su
formación humanista se completó con Eduardo Ladislao
Holmberg. Los cargos que ocupó en estos años y las
instituciones que publicaron sus trabajos confirman su
calidad de naturalista. Tuvo distintos puestos en el
Instituto Geográfico Argentino, en la Sociedad Argentina de
Proyecciones Luminosas, en la Sociedad Científica Argentina
y en el Museo Natural de Ciencias Naturales Bernardino
Rivadavia, dirigido por Florentino Ameghino, aunque ya como
encargado del área de arqueología. |
Viajero e investigador incansable, realizó numerosas expediciones
que enriquecieron los conocimientos de topografía, arqueología y
etnografía del país. Representó por primera vez a la Argentina en el
Congreso Científico de Nueva York, celebrado en 1902. Intervino en
la Junta de Historia y Numismática Americana entre 1901 y 1917 y en
el Museo Arqueológico y Antropológico de Buenos Aires.
En
1906, como profesor de arqueología americana en la facultad de
Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, fundó y
organizó integralmente el museo Etnográfico, aportando su colección
personal de más de 20 mil piezas arqueológicas. Realizó
publicaciones para el Zoológico de Buenos Aires, el Instituto
Geográfico Argentino, la Sociedad Científica Argentina, el Museo
Nacional de Buenos Aires, el Museo de La Plata y la Facultad de
Filosofía y Letras (UBA), el Boletín de la Academia Nacional de
Ciencias de Córdoba, la Escuela Positivista de Corrientes y el
Investigador, y el Boletín Nacional de Agricultura.
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Estudió
costumbres y creencias de las culturas precolombinas y halló
ciudades prehistóricas como La Paya, en Salta. En 1908 en
Tilcara pudo identificar una antigua población indígena.
Desde entonces, en aquel lugar de la Quebrada de Humahuaca,
se realizaron excavaciones en forma prolongada y sistemática
que aportaron un rico material arqueológico y antropológico,
revelador de toda una antigua cultura. Este hecho significó
una piedra fundamental para la naciente arqueología
nacional. |
Es uno de los
sabios precursores del estudio del folklore argentino. Su libro
“Supersticiones y leyendas” constituye un valioso aporte para el
conocimiento de la cultura calchaquí. Para Salvador de Benedetti
“Ambrosetti, en la historia del pensamiento argentino, tendría que
aparecer como creador de tendencias de orientaciones nuevas, y como
padre de un obra que no ha de perecer, aun cuando le haya tocado
actuar en una época, que casi podríamos llamar precursora de la
arqueología argentina”. En su viaje a Tucumán descubrió los
“menhires” de Tafí, que describe en uno de sus libros.
Entre sus obras se
pueden citar: “Los monumentos megalíticos de Tafí del Valle (1896)”,
“La civilización calchaquí”, “Los cementerios prehistóricos del Alto
Paraná”, etc.
Falleció en Buenos
Aires, 28 de mayo de 1917.
Bibliografía
Sugerida:
La arqueología
argentina de fines del siglo XIX y principios del XX a través de
J.B.Ambrosetti,
por María del Pilar Babot, en Mundo de Antes nº1, (1998), Instituto
de Arqueología y Museo. (UNT).
José Babini (1963).
La Ciencia en la Argentina. Biblioteca de América, libros del tiempo
nuevo. EUDEBA.
El Diablo
Indígena - supersticiones y leyendas del folklore argentino,
de Juan Bautista Ambrosetti. Ed. Convergencia Año 1976
Magnussen Saffer,
Mariano (2009). Reseña histórica de la evolución de la Ciencia
Paleontológica en la Republica Argentina desde 1772 a 1910. Paleo,
Boletín Paleontológico. Año 7. 41: 07-09.
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